Comer

Trosset de Mar, el nuevo puesto del Mercado Central que es un homenaje a las conservas y salazones del norte

En la zona de pescadería del icónico mercado valenciano, lleva unos meses conviviendo con el resto de puestos, una nueva parada especializada en productos ‘gourmet’ donde el mar es el auténtico (y casi único) protagonista.

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De los 259 puestos de los que puede presumir el Mercado Central de València en la actualidad, hay uno que toca poner en el radar en cuanto tengamos oportunidad: Trosset de Mar. Localizado en el corazón del área de pescados y mariscos, y con acceso directo desde la Plaza Ciudad de Brujas, fue a finales del pasado mes de febrero cuando esta parada volvió a brillar con luz propia. 

Lo hizo gracias al sueño de Alicia Sirera, que con sus 53 años, viene a demostrar que queda diversión, profesión y emprendimiento para rato. ¿Lo mejor? Aunque el alma mater y parte visible de este proyecto llamado Trosset de Mar es Alicia, en esta aventura no se ha embarcado sola, sino que está acompañada y apoyada en todo momento por su gran amiga Marta. Junto a ellas, sus maridos, Fernando y Jerónimo, que no dudan en acompañarlas las ajetreadas mañanas de sábado detrás de la barra, siempre y cuando su agenda laboral se lo permita. 

Ambas tomaron la decisión en julio de 2024 de dar un giro de 180º grados a sus vidas y apostar por lo que llevaban tiempo rondando en sus cabezas: un puesto en el Mercado Central de Valencia especializado en conservas y salazones del norte. Nada más y nada menos. 

Trosset de Mar es esa parada en el corazón de Valencia que no sabías que necesitabas. En mitad de una mañana de compras por el mercado para llenar la despensa o en ese encuentro en forma de aperitivo antes de dar paso a una comida por el centro, este nuevo puesto que sabe a mar es la excusa perfecta para darse un homenaje a golpe de gildas, anchoas de Santoña, berberechos, calamares en su tinta, navajas o unas deliciosas papas con mejillones.  Todo ello acompañado de una buena dosis de cerveza, vino o cava bien fresquito, con los que rendirnos al más absoluto placer hedonista. Porque si la vida no es para pasar estos pequeños ratitos, ¿para que está si no? 
 

 

Un trocito del mar del norte en una Valencia bañada por el Mediterráneo

Si a comienzos de su trayectoria profesional alguien le hubiera dicho a Alicia Sirera que en 2025 iba a abrir un puesto en el Mercado Central de Valencia no se lo habría creído. Ella, que estudió Educación Infantil pero la vida le ha llevado por otros caminos. ¿El último antes de Trosset de Mar? Una papelería abierta mano a mano junto a su marido en el Parque Tecnológico de Paterna. Pero a decir verdad, el sueño de abrir algo así llevaba tiempo rondando por su cabeza y también en la de sus amistades más cercanas. 

"Tengo una vecina que lleva toda la vida trabajando en un puesto de este mercado y en un primer momento la idea era montar algo juntas. Finalmente no salió,  pero durante todo ese tiempo hizo que la mayoría de nuestras conversaciones con amigos giraran en torno a fantasear con el Mercado Central y todo lo que éste podía llegar a ofrecer”, reconoce a Guía Hedonista, Alicia Sirera creadora de Trosset de Mar. 

Tuvo que pasar el tiempo hasta que el pasado mes de julio de 2024, su amiga Marta, en un claro ahora o nunca”, la impulsó a ir hacia adelante con esto ante la necesidad de reinventarse y con el propósito de buscar nuevas motivaciones a la vista. Porque ya sabemos que en las etapas de la vida, los tiempos no siempre los ponemos nosotras y hay veces que lo de vivir es urgentenos lo tenemos que tomar más al pie de la letra de lo que nos gustaría. 

“Aunque yo estoy en el día a día detrás del mostrador, no podría haber lanzado Tosset de Mar sin Marta a mi lado, también hay un trocito de ella en esta parada. Al ser de Bilbao conoce el producto y a los proveedores a la perfección, porque con ella la calidad está más que asegurada. Poder aventurarnos juntas en este proyecto está siendo una auténtica maravilla. Por encima de todo somos amigas, si hay un momento en el que la amistad se rompe, Trosset de Mar también lo hará. ¡Pero esperamos que eso no ocurra nunca”, añade Alicia Sirera entre risas. 
 


Y así fue como el pasado 27 de febrero inauguraron, dos días después de obtener todos los permisos por parte del Ayuntamiento de Valencia para abrir en el Mercado Central de Valencia. Lo hicieron en el área de pescadería, porque los únicos puestos libres de subasta estaban disponibles ahí, bajo el epígrafe que permitía tener conservas, alimentación y productos gourmet de mar.

“Como todas las paradas están muy protegidas a nivel patrimonial, lo que hicimos es poner una estructura que sirviera de barra con las vitrinas donde se pueda ver todo el producto; pero que en cualquier momento, en caso de ser necesario, se pueda quitar”, indica Alicia.

Antes de llegar a Trosset de Mar estuvieron buscando y pensando mucho el nombre idóneo para esta marca tan personal. Tanto Alicia como Marta sabían que querían una denominación que estuviera vinculada al mar y al producto que iban a vender, pero sin dejar de lado la ubicación en la que se encuentran. “Aunque ofrecemos producto del norte de España, finalmente nos decantamos por un nombre en valenciano porque desde febrero somos un engranaje más del Mercado Central, y pocas cosas hay más valencianas que este lugar. Y por supuesto, el proyecto también es un trocito de nuestra ilusión, de nuestro trabajo, de nuestra identidad y de nuestro día a día ”, sentencian.

 

 

De Bilbao a Rias Baixas pasando por Santoña 

A pesar de que los locales dedicados al laterío triunfan en el norte de España y en ciudades como Barcelona o Madrid, en Valencia es tarea pendiente darle el reconocimiento que se merecen. Con un gran trabajo ya realizado por nombres como La Cooperativa del Mar o La Latería del Carmen, Trosset de Mar se postula como una nueva dirección más para los amantes de las conservas gourmet ofreciendo producto de calidad y el mejor de los ratos en el Mercado Central.  

Para llegar hasta aquí han sido meses de preparación, catas y encuentros con muchísimas conserveras de Santoña, Bilbao o Galicia. Alicia Sirera lo tenía claro desde el principio: “Lo único que sabía es que queríamos la anchoa de Bilbao para las gildas, el resto todo era cuestión de probar y probar. Hemos hecho numerosas catas a ciegas entre amigos y familiares que no han dudado en apostar e ilusionarse por nuestro proyecto. Entre todos nos poníamos de acuerdo por cuál de los proveedores nos íbamos a decantar, desde el bonito hasta el mejillón. Todo ello con una buena botella de vino a modo maridaje, por lo que han sido meses muy divertidos antes de la apertura”, reconoce.

En la actualidad pueden presumir de contar con tres zonas que incluyen todo tipo de conservas y salazones, aunque ya vaticinan que es más que probable que en un futuro vayan ampliando a más propuestas. Pero por el momento cuentan cuatro variedades de gildas de Bilbao, además de productos de las Rias Baixas (Galicia) y de Santoña (Cantabria).  

Como hemos dicho, las gildas de Bilbao. Cuatro opciones diferentes (por el momento) para satisfacer a los paladares más sibaritas: la gilda clásica, la de boquerón, la de queso y la gilda con Alegría. Esta última, que pica un poco más de lo habitual, está presentada con un trocito de pimiento picante dispuesta a alegrar esos días más tontos. 
 

 

El laterío de Galicia se centra principalmente en moluscos procedentes de las Rias Baixas, en concreto del municipio de Cambados. Calamares en su tinta, mejillones en escabeche, zamburiñas en salsa de vieiras (¡las favoritas de Marta!), berberechos o navajas al natural, entre otros. Ojo a su tapa de mejillones con las papas fritas artesanas J.García, un clásico que nos llega desde Castellón. Hasta las papas hemos comprado las mejores”, reconoce Alicia. 

Y otra buena tanda de productos de Santoña como el bonito del norte en aceite de oliva, la pandereta de anchoas de Santoña (¡las favoritas de Alicia!), el pudin de cabracho o los recién incorporados, los llamados boquerones mariposa, que son un auténtico pedacito de cielo en boca.

Las delicatessen gourmet de Trosset de Mar están pensadas para ser compradas y disfrutadas en la comodidad del hogar o a modo souvenir gastronómico si se está de paso por Valencia, pero tenemos la suerte de que se pueden hacer degustaciones al momento de todos ls productos que ofertan, por lo que un buen aperitivo en cualquier momento de la mañana está más que asegurado. 

A la hora de maridar todos y cada uno de estos manjares, cervezas bien fresquitas o una selección de vinos que varían entre el verdejo, que es el que más demandan;  un buen godello de la zona del Bierzo que marida a la perfección con todo tipo de pescados y mariscos; y de tintos, Ramón Bilbao y Ribera del Duero, siempre apuestas ganadoras. 

¿El mejor de los (no tan) secretos? Es la propia Alicia quien nos lo revela: También tenemos cava que es otra de las opciones que más piden en el puesto, sobre todo entre el público extranjero. Tenemos la suerte que justo la parada de al lado ofrece ostras frescas y en Trosset de Mar le añadimos la copita de cava a modo maridaje perfecto. ¡Formamos un buen comboi entre ambos puestos!”, reconoce. 

Tal y como afirma Alicia, Trosset de Mar está pensado para ser disfrutado tanto por oriundos como por turistas. Todo aquel amante del mar tiene cabida en este nuevo puesto del Mercado Central. A la mayoría de turistas cuando le presentamos el producto, lo desconocen por completo porque no están acostumbrados a degustarlo si no es fresco. Pero una vez lo prueban, se quedan el 100% y si pueden, repiten, o incluso se llevan una buena tanda de latas de vuelta a casa tras sus vacaciones”, comenta Alicia Sirera. 

Estar en el Mercado Central significa ofrecer una experiencia por la que cada día pueden llegar a pasar hasta 25.000 personas. Es un auténtico honor haber conseguido esto. Cuando nos referimos al mercado siempre es el Mercado Central, ningún otro por mucho que esté el de Colón o el Mercado de Ruzafa, que también son dos joyas patrimoniales y culinarias de la ciudad. Cuando empezamos a montar el producto y finalmente vimos el local preparado para abrir, se nos saltaban las lágrimas, no podemos describir la emoción que sentimos. Y la verdad es que la acogida con los compañeros de otros puestos ha sido perfecta, no podíamos haber esperado una respuesta mejor por su parte. Estamos totalmente agradecidas”, reconocen Alicia y Marta. 
 

 

Lo mejor siempre está por llegar

Proyectos como éste demuestran que las etapas de la vida y el trabajo no entienden de edades. Que nunca es tarde para dar un buen volantazo y coger un nuevo rumbo de los acontecimientos. “Ahora mismo tenemos una ilusión que nos mantiene más vivas que nunca. La acogida ha sido una auténtica maravilla por parte de la clientela, en tres meses de apertura ya conocemos a gente que repite la mayoría de sábados y eso es de lo más gratificante. Y lo que es mejor, además de tomar el aperitivo se van a sus casas con una buen dosis de latas y conservas. ¡No podemos pedir más”, reconocen Alicia y Marta.

¿Y lo que se viene? Por el momento, lo importante es dar a conocer Trosset de Mar a Valencia entera. A medio y largo plazo, la idea es poder ampliar y pujar por los puestos colindantes para ofrecer más producto, que no sean solo conservas o salazones. Se les viene a la cabeza un buen jamón o lomo envasados de Guijuelo, o incluso pimientos o espárragos de Navarra. Todo con el mejor sello de calidad. ¡Por pedir que no quede!

“Estamos aquí con los brazos abiertos de lunes a sábado todas las mañanas hasta las 15:00 y queremos enseñar nuestro proyecto a todo el mundo, tanto a valencianos como a turistas. Prometemos que si probáis Trosset de Mar, vais a querer repetir”, sentencia Alicia Sirera.

Por el momento no va nada desencaminada. Dicho y hecho.

 

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