VALÈNCIA. El 1 de julio de 2016, Germán Carrizo y Carito Lourenço inauguraban su casa de comidas en Ruzafa. Doña Petrona se presentaba como el complemento perfecto a la propuesta gastronómica que ya ofrecían en Fierro, el restaurante de la única mesa, ubicado a tan solo una calle del recién estrenado local. Concretamente, en Pare Perera número 5 (abierto de martes a viernes, de 12h a 24h, y sábado y domingo, de 10h a 24h).

En estos cuatro años, muchas cosas han cambiado. Doña Petrona se ha afianzado en el barrio y se ha convertido en un local muy querido por los vecinos de Ruzafa pero también por los seguidores de Germán y Carito, que descubrieron en el nuevo espacio una versión más informal pero igualmente cuidada de la cocina de los argentinos. 

Además, a finales del año pasado, el concepto aterrizaba en el barrio del Carmen para ofrecer algunos de los bocados más populares de su cocina de allá y de acá envueltos en un nuevo formato, un local de comida para llevar. Echando la vista atrás, se puede hablar de nuevos tiempos, de un concepto evolucionado pero de la misma ilusión que el primer día. 

Carito y Germán llevan Doña Petrona muy adentro. Cualquiera de los proyectos que emprenden lo inician con pasión, pero quizá en este haya algo más. Doña Petrona les conecta con sus raíces de una manera especial, en la carta hay ñoquis, milanesas, canelones, empanadas mendocinas y criollas... En Doña Petrona, Ruzafa sabe a Mediterráneo pero también a Argentina y esto les permite estar un poco más cerca de su añorada tierra y compartir con quienes visitan el restaurante la esencia de sus raíces. 

Además, Doña Petrona ha ayudado también a que la oferta gastronómica de la ciudad de Valencia no se pueda entender ya sin el trabajo de Carito y de Germán. Ellos están al frente de Fierro, La central de Postres, Doña Petrona y Petrona para llevar, pero también detrás de decenas de proyectos de asesoramiento que han llevado a cabo bajo el sello de su asesoría gastronómica, Tándem Gastronómico.