Sin embargo, la gilda de Flama, de la que hoy venimos a hablar, no es una gilda cualquiera. De hecho, yo la describiría como un entrante de pescado fresco “disfrazado” de gilda. Que no te engañe el pincho metálico de dimensiones imponentes, ni la presencia de la aceituna gordal y las piparras. Edu Espejo se ciñe al concepto de este pincho popular, pero lo lleva a otro nivel. Al nivel, claro está, de uno de los mejores restaurantes de Valencia.
El cocinero de Xàtiva rinde homenaje al Mediterráneo trinchando tres generosas piezas de pescado -atún rojo bonito a la llama y caballa- y acompañándolas de los encurtidos de rigor. Añade además un macerado añejo de salsa de gengibre, ajo y soja. Y et voilà! Ahí tienes el frescor y la untuosidad de los pescados salvajes de primerísima calidad, con un punto ahumado, que es la seña de identidad de Flama. Un entrante simple y perfecto.
