VALÈNCIA. "Lo que es preocupante la situación provocada por la covid en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y ha supuesto una rebaja de ingresos comerciales muy importante. Otra cosa es si la empresa, superada la situación de covid, tiene que hacer o no ajustes estructurales. Eso lo tendrá que evaluar la propia empresa". Así se manifestó el concejal de Hacienda, el socialista Borja Sanjuán, este martes sobre la situación financiera de la firma municipal de autobuses que dirige el edil de Compromís Giuseppe Grezzi.
El impacto de la pandemia de coronavirus en la movilidad dejó en mínimos los ingresos de la EMT, que pese a la lenta recuperación en número de usuarios, no se acaba de recuperar del todo: los pasajeros durante el primer trimestre de 2021 fueron aproximadamente la mitad que en el mismo período del año anterior sin pandemia. Y esto tiene una traslación directa en los ingresos, como explicó Sanjuán: de 9,1 millones de euros que se recaudaron en los tres primeros meses de 2020, este año apenas se alcanzaron los 5 millones.
No es algo extraño en el sector público local. Otros organismos han sufrido un varapalo también importante, como el propio Palacio de Congresos, que preside Emiliano García y que en marzo pidió con urgencia al Ayuntamiento una transferencia de 3,5 millones de euros para poder subsistir, al menos, hasta este verano, como publicó este diario. En entes como el Palau de la Música o la Fundación de Turismo también hacía falta una aportación extraordinaria.
Por eso el Ayuntamiento de València aprobará este viernes una modificación de crédito en la que, entre otras cosas, se inyectará liquidez en los organismos municipales a partir de los ahorros municipales del año pasado. Una aportación adicional a la que ya está presupuestada anualmente que ascenderá, en total, a 13 millones de euros.
La EMT es la que más parte se lleva: recibirá 10 millones de euros en forma de ampliación de capital, mientras que el Palacio de Congresos percibirá una transferencia de 1,3 millones de euros; Aumsa, de 1,1 millones; el Palau de la Música, de medio millón; y la Fundación Turismo Valencia, de 400.000 euros.
El futuro de la tesorería de la EMT, más allá de los ingresos comerciales por la actividad del transporte de pasajeros, se centra en dos ejes fundamentales: la llegada externa de dinero de otras administraciones y el mercado de la deuda. En cuanto al primero, el edil de Hacienda destacó que los Presupuestos Generales del Estado ya han otorgado a la empresa una financiación de 6,5 millones de euros a través de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATMV).
Y también el Ejecutivo ha aprobado el fondo extraordinario de ayuda a las empresas de transporte urbano para hacer frente al impacto de la covid, que -huelga recordar- tras cinco meses sigue sin abonarse, y que para la empresa municipal de transportes podría suponer unos 18 millones de euros adicionales.
"Si no hubiera habido Presupuestos Generales del Estado y no hubiera una ayuda al transporte metropolitano, y si no hubiera un fondo extraordinario específico para hacer frente al impacto de la covid, habríamos tenido muchos problemas en el Ayuntamiento" para hacer frente al panorama financiero de la EMT, dijo Sanjuán, puesto que se habría necesitado "más de la mitad" de los ahorros municipales en "salvar la EMT".
En cuanto a la deuda, la EMT ya pidió un crédito de 27 millones de euros el pasado año, al que ha ido echando mano para sufragar los gastos primordiales de la empresa, como los salarios y el pago a proveedores. El crédito, sin embargo, se ha consumido, y de ahí la necesidad de una inyección adicional, que son los 10 millones de euros, para seguir pagando gastos de la firma.
Pero la deuda bancaria continúa ahí y tendrá que ser devuelta, y es aquí cuando Sanjuán, preguntado por su grado de preocupación por la deuda de la empresa, restó importancia a la misma pero apuntó a los posibles "ajustes estructurales" que la empresa podría aprobar una vez superada la mala época, y que podrían pasar por un aumento de los ingresos o un recorte en los gastos.