En su debut como realizadora, la protagonista de Cuscús dibuja cómo quiere que sea su cine y reivindica la figura de Abdellatif Kechiche
VALÈNCIA. Debutó en el cine por la puerta grande siendo la protagonista de Cuscús (Abdellatif Kechiche, 2017) y, tras pasar por la Semana de la Crítica de Cannes, llega a La Mostra de València con una película como realizadora. Se trata de Tu mérites un amour, en la que también se encarga del guion y del papel principal. Se debut como creadora ha sido una grata sorpresa en la Sección Oficial del festival de cine. Lila acaba de salir de una relación tóxica y se siente despechada al ver que su ex ya está con otra chica.
A partir de entonces, Lila vivirá una serie de acontecimientos que en realidad buscan ser una especie de resumen de qué significa ser una mujer, joven y guapa, en una sociedad occidental actual. En tiempos de Tinder, en tiempos del heteropatriarcado, en tiempos de la mentira y las relaciones líquidas. Una narración que es signo de su tiempo y que difícilmente puede ser dirigida por alguien que no sea joven. La cosmovisión del romance se ha convertido en una cuestión generacional: "Quería hablar de las relaciones amorosas que son complicadas. Porque ahora mismo no sabemos ni cómo amar ni cómo dejar nuestras relaciones de pareja".
La transformación de Lila se verá lastrada a lo largo de la película, aunque guarde ciertos momentos de desinhibición. Su personaje parte de la nada y va aprendiendo a empoderarse, pero ante el chico que le ha hecho daño, este aprendizaje parece desvanecerse. "Ella se ha liberado, pero el aprendizaje va a ser complicado. Yo lo quiero decir, con la evolución de este personaje, es que las recuperaciones nunca son fáciles. Y aunque nos engañemos, lo que necesitamos es tiempo. Una persona no olvida de la noche a la mañana", comenta.
Con todo ello, la película, a través de un guion fresco, busca ser una especie de guía para las relaciones amorosas contemporáneas, en las que parece primar más la mentira, la retórica y las apariencias, que los sentimientos sinceros. Mientras todo esto pasa, Lila solo siente que merece un amor: "quería tratar el heteropatriarcado, las relaciones abiertas... Todo aquello que puede vivir una chica soltera en la actualidad. Pero hacerlo con ligereza y con humor", cuenta Herzi.
Lo que sí olvida la película es cualquier reivindicación social y política. Su película la pueblan jóvenes emancipados, sin problemas económicos pero vidas sencillas, y el arco narrativa prácticamente no enseña a gente trabajando. Es una película con una ausencia total de cualquier retrato de clase: "A pesar de que hay una situación de paro juvenil brutal en Francia, no he querido entrar en ello. Es una cuestión de libertad: no quería tener que justificar nada, buscaba que todo el mundo se pudiera sentir identificado con el film", justifica la realizadora.
Tu mérites un amour es heredero de muchas otras producciones. Parece una versión afrancesada de Girls; tiene algo de Sexo en Nueva York, incluso de Master of None. Es heredera, por contenido pero también por solidez, de todas las tendencias contemporáneas que contraponen la narración del amor dominante hasta ahora. Sobre todo, Hafsia Herzi no es Woody Allen, ni Nick Cassavetes. Preguntada por si sus referencias están más en Estados Unidos (con esta nueva ola de teleseries de una temática similar a la suya), ella contesta que sus referentes "están en todo el mundo" y se siente cerca de Abdellatif Kechiche o Andrea Arnold.
Sobre el primero, la cuestión es complicada. Su primer papel protagonista fue bajo la dirección de él en Cuscús y eso le catapultó a recibir varios premios como el César a Mejor Actriz Revelación y ha iniciar -así- por la puerta grande en el mundo del cine. En los últimos años, sin embargo, no han sido pocas las actrices que han criticado duramente a Kechiche por llevar las escenas sexuales hasta el límite, o sexualizarlas duramente. Herzi no es una de ellas y le defiende como referente: "Para mí lo que importa es la obra, no el artista. La polémica no tiene valor, lo que tiene valor es su trabajo".
Polémicas aparte, Herzi custodia su primer largometraje como realizadora, guionista, papel protagonista y productora. Preguntada, en un extenso parlamento, sobre si buscaba reivindicar la figura de la autora y llevar todas las riendas de la narración, ella responde entre risas que no, que era porque el presupuesto inicial no llegaba ni a los 1.000 euros y que no podía hacer otra: "Si el rodaje se alargaba unos días más de la cuenta, no podría pagar. Tenía que reducir los costes al mínimo". De todas formas, este entrevistador no tiró la toalla y le preguntó si esta situación lo veía como una oportunidad de reivindicar la figura d la autora, esta vez de manera mucho más escueta: "Ha sido una buena experiencia. Es un film autoproducido y eso me ha dado toda la independencia que necesitaba", replica ella.
A veces comedia y a veces dramática, Herzi cree que -ante todo- "prevalece un regusto poético" porque "a pesar de todo, la vida siempre sigue, y en ese sentido venía la consigna de que la historia se tratara con ligereza".
Del futuro de Hafsia Herzi como autora poco se sabe. Tu mérites un amour es un gran comienzo. Si tuviera que definir cómo quiere que sea su cine, ella contesta decidamente: "Realista, popular y simple". Su próximo proyecto quiere centrarlo en el amor maternal.
- Empezaste tu ópera prima con menos de mil euros de presupuesto. ¿Tu futuro pinta más claro después de la acogida de esta?
- Sí. Y además, siento que me es más fácil comunicarme con la cámara.