La que fue ganadora del Valencia Burger Showdown llama la atención por su bacon gordito y esa mezcla de salado y dulce que le da ese topping traído de Inglaterra
VALÈNCIA. Hundred Burgers es considerado uno de los mejores lugares para tomar hamburguesas (ya fue restorán de la semana). Un restaurante al que llegas con la sensación de estar a punto de coger el Santo Grial o El Anillo Único de Señor de los Anillos porque cada una de sus doce hamburguesas están diseñadas para hacernos disfrutar con combinaciones sugerentes que transportan a diferentes países. Como Indiana Jones o Gollum no quieres soltar esa burger que sujetas con tus manos y en la que el pan y la carne son el principal pilar. Bien lo saben Álex González y Ezequiel Maldjian, al frente de Hundred Burgers y expertos probadores de hamburguesas. Tanto, que son ellos mismos los que se han recorrido medio mundo para traer ideas y crear las burgers perfectas.
La carta de Hundred tiene grandes hits, pero destacaría la burger Showdown muy cerca de la Singular —al final soy una tradicional—. Dos hamburguesas que han llegado muy alto, pues la Singular quedó segunda en el ránking The World's Best Burgers y la Showdown ganó la Valencia Burger Showdown de 2020. De hecho, la Showdown fue creada ex profeso para esa competición, de ahí que decidieran llamarla así. Elegir ambas es siempre una muy buena opción porque así la compartes, pero aquí hay que mojarse y opto por la Showdown (vaca rubia gallega, cheddar, thick bacon, salted caramel peanut y BBQ de mamá).
Destaco la Showdown como plato de la semana porque con tan solo dos ingredientes es sorprendente, sabrosa y original. Primero porque Álex González y Ezequiel Maldjian rompen con el tradicional bacon de hamburguesa, finito y crujiente, y convierten a su thick bacon en un topping que bien podría comerse por separado. Y es que, su bacon gordito está cocinando a tres cocciones (el ahumado habitual del bacon, el cocinado a baja temperatura y un horneado final en el que se busca generar color y textura exteriores) y tiene un ligero toque de sirope de arce —“un guiño a los desayunos americanos más clásicos”, explican—. Una idea cuya inspiración cogieron en la forma de presentar los steakhouse bacon en las tabernas de Chicago y Nueva York.
Una hamburguesa en la que la salsa juega un papel esencial y neutraliza el dulzor del resto de la burger. De hecho, le da esa magia de salado y dulce que tanto llama la atención. “El salted caramel peanut es un ingrediente que se popularizó mucho entre los burger joints de Reino Unido entre 2019 y 2020”, comenta Álex González sobre un topping que lleva hasta la ciudad de Bristol (Inglaterra). Y es esta salsa la que hace que te olvides del Ketchup o cualquier otra salsa porque no es necesaria, aunque siempre hay quienes siguen sus propios pasos. “Pensamos que el Ketchup no es un buen acompañante en ninguna de nuestras burgers. Funciona mucho mejor con estilos smash que con la potencia de nuestra carne dry aged”, comentan.
Precisamente, la carne es la pieza angular de la hamburguesa y su sabor predomina sobre el resto de ingredientes. Un sabor potente que viene de la propia elección: Vaca Rubia Gallega madurada entre 45-90 días mediante el método de Dry Aging, eliminando el agua, mejorando la textura y potenciando el sabor. Se cocina en una broiler, cuya fuente de color es en la parte superior por lo que calienta la carne desde arriba, sin usar una llama, lo que facilita la cocción exterior sin coger en exceso la interior. Personalmente la tomo poco hecha, pero la sirven en tres puntos de cocción diferentes.
Todo ello está protegido por un pan a medio caballo entre un brioche con mucha mantequilla y un pan de leche que es capaz de resistir todos los ingredientes de la hamburguesa. Ese semibrioche, elaborado en su obrador central, es tierno y con el punto de dulzor justo que no empaña el sabor de las hamburguesas. Y sí, al cogerlo no se desmonta, aunque no ensuciarte las manos es casi una misión imposible.
La Showdown encierra más sensaciones que las provocadas por ese thick bacon y ese salted caramel peanut. Son las eternas tardes de risas y complicidades con las patatas al centro antes de hincarle el diente a la hamburguesa, las noches de confesiones y sorpresas entre mordisco y mordisco y, en definitiva, a momentos compartidos y a instantes que quieres que duren toda una vida. Momentos que pueden ser en el restaurante o en casa, pues el servicio de Glovo es una buena opción cuando te viene el antojo, estás en buena compañía y no has reservado una mesa.