el laboratorio orgánico socialista

L'Horta Sud: la 'cuarta provincia' del PSPV en guerra precongresual y con el 'ximismo' ausente

22/09/2019 - 

VALÈNCIA. L'Horta Sud es una de las comarcas más importantes para el PSPV. Conocida por algunos dirigentes socialistas como la 'cuarta provincia', aglutina más de 2.000 afiliados, lo que la sitúa incluso por delante de València capital en número total de militantes. Un hecho que, en el caso de esta fuerza política, va más allá de la potencia demográfica de esta demarcación dado que históricamente ha sido una comarca de especial implicación para los del 'puño y la rosa', tal y como evidencia el llamado 'cinturón rojo' que aglutinaba a grandes ciudades de esta comarca gobernadas durante lustros por los socialistas.

Es por ello que lo que ocurra en L'Horta Sud llama la atención de los 'pesos pesados' del partido de otras zonas traspasando las propias fronteras de la comarca. Es más, algunos incluso la consideran una especie de laboratorio orgánico o campo de pruebas de cara a batallas futuras de mayor empaque.

Precisamente estos días, la elección de la presidencia de la Mancomunidad causó un fuerte alboroto en las filas socialistas solo diluido por el anuncio de repetición electoral y de la importante reunión del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La elegida para el cargo, por un solo voto de diferencia, fue la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, que contó con el respaldo del primer edil de Mislata y secretario de Relaciones Institucional y Acción Territorial del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, así como del concejal de Quart de Poblet y responsable de la plataforma Socialismo 3.0, Bartolomé Nofuentes.

Un resultado que causó revuelo por diferentes motivos. El primero, porque la decisión contradijo lo acordado en la Ejecutiva comarcal liderada por el concejal de Torrent, Andrés Campos, próximo a la secretaria provincial, Mercedes Caballero, a su vez mano derecha del ministro José Luis Ábalos. El segundo, porque la discrepancia se resolvió con una votación en el pleno a la vista del resto de fuerzas políticas. Es decir, los socialistas mostraron sus diferencias en público.

El perjudicado en este caso fue el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, cercano al histórico Ciprià Císcar, que había recibido la bendición de la Ejecutiva para presidir el órgano comarcal. El malestar por la situación todavía sigue vigente y desde la Ejecutiva de L'Horta Sud se prepara un informe que elevará primero a la dirección provincial y esta, a su vez, lo trasladará a la cúpula nacional y federal del partido en Madrid. El principal argumento gira en torno a la desobediencia de diversos alcaldes a respaldar una decisión adoptada por un órgano del partido, un hecho que incluso para algunos podría merecer el expediente disciplinario y la expulsión del partido.

No comparten esta visión desde el sector vencedor, que critica que la Ejecutiva no permitió a Sanz presentar su candidatura durante la reunión previa. Además, insisten en que trataron de evitar la votación en el pleno celebrándola antes en privado sin que la otra parte accediera. Por último, aseguran que la decisión de la Ejecutiva comarcal -y más en las circunstancias que se produjo- no resulta vinculante según los estatutos.

Más allá de cómo termine este episodio concreto, lo que se aprecia de este proceso es una fuerte competencia entre distintas familias socialistas que desprende un fuerte aroma precongresual. Aunque ni siquiera existe fecha para el siguiente cónclave del partido -la mayoría considera que como mínimo no se celebrará hasta dentro de un año-, la posibilidad de que el actual líder del PSPV, Ximo Puig, decida no presentarse a la reelección tal y como anunció en su día, ha multiplicado los movimientos internos en búsqueda de posiciones estratégicas.

En este sentido, llama la atención que precisamente los afines a Puig -'ximistas'- son prácticamente inexistentes en la 'cuarta provincia' del PSPV. Es cierto que buena parte de las familias implicadas le han prestado apoyo en muchos procesos, pero no existe una vinculación consolidada por parte de ninguna de ellas ni tampoco ha florecido una nueva corriente fija y estable que respalde orgánicamente al presidente de la Generalitat.

Un panorama que permite elaborar un pequeño mapa de familias socialistas en la comarca más importante del PSPV. Así, se pueden considerar 'territorio Bielsa' Mislata, Benetússer, Alcácer, Catarroja o Paiporta, además de presencia en otros municipios. Son históricamente 'ciscaristas' Picanya, Picassent y Aldaia, mientras que el Socialismo 3.0 tiene mayoría en Quart, Sedaví, Massanassa, Alfafar, Silla y Barrio del Cristo.

El resto de localidades de la comarca podría decirse que tienen un apoyo más dividido. El 'abalismo' consiguió alzarse con la secretaría comarcal -con Campos- merced a sus apoyos en Torrent -donde tiene una parte de la agrupación mientras la otra es controlada por el alcalde Jesús Ros que en ese caso les dio respaldo- y además de ostentar poder en Manises.

De esta manera, y si bien la mancomunidad no pasa por ser un organismo importantísimo, la pugna por el control sí proporciona pistas de qué familias se mantienen 'en forma' de cara a futuros procesos orgánicos en los que L'Horta Sud y sus estiletes, que además en muchos casos tienen peso en otras demarcaciones, tendrán algo qué decir.


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