VALÈNCIA. Veinte meses después de que estallara la crisis del coronavirus y su consecuente frenazo económico, parece que finalmente la sociedad valenciana empieza a despertar del mal sueño. Así se desprende, por ejemplo, de algunos indicadores como el aumento de la recaudación en los dos principales impuestos que dependen del Ayuntamiento de València: el IBI y el de Actividades Económicas.
Según los datos recabados por la concejalía de Hacienda, que dirige Borja Sanjuán, hasta el 21 de septiembre de 2021 se habían recaudado 216,8 millones de euros por el concepto de IBI, frente a los 214,7 millones que entraron en las arcas públicas durante las mismas fechas de 2020. En definitiva, un aumento de más de dos millones de euros.
Del total recaudado hasta ahora, 210,7 millones corresponden exclusivamente al IBI de naturaleza urbana, mientras que el resto procede de los recibos del IBI de características especiales, principalmente relacionado con las parcelas del puerto. En 2020, el dinero ingresado por el Ayuntamiento correspondiente a este concepto ascendió a los 208,7 millones, por lo que también ha habido un incremento de dos millones.
En lo que tiene que ver con los recibos, los valencianos también han registrado un aumento de las facturas pagadas en lo que va de año. Y es que, tal y como se recoge en los documentos que la concejalía ha emitido a petición de Ciudadanos, hasta septiembre de 2021 se habían abonado 632.800 facturas correspondientes al IBI, mientras que la cifra en el mismo periodo de 2020 había sido de 626.000.
Del total recaudado hasta la fecha, 216,8 millones de euros, 54,8 corresponden al IBI de naturaleza comercial. Es decir, el que pagan comercios, industrias, el ocio, la hostelería, los espectáculos y las oficinas. Una cifra que, nuevamente, va al alza con respecto al año anterior, aunque de manera más modesta: en 2020 la recaudación en este mismo periodo fue de 54 millones.
Donde sí que se nota la diferencia por este concepto es en el número de facturas que se han pagado. Así, aunque el total de la recaudación no difiere sustancialmente de los números del año anterior, sí que lo hace el total de recibos ingresados: mientras que en 2020 la cifra fue de 62.800, en 2021 ha escalado hasta los 64.100. Unas 1.300 facturas de diferencia que desde la concejalía de Sanjuán atribuyen a un aumento de los domiciliados.
En total, este año el Ayuntamiento de València planea girar antes de que acabe el año 681.000 recibos para el pago del IBI, lo que supone unas previsiones de recaudación de 242 millones de euros. Dos millones más que el año pasado.
"Los valencianos han cumplido extraordinariamente sus obligaciones con el Ayuntamiento durante la pandemia", ha declarado el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner. "Para 2022, pensando en la recuperación, donde mejor estaría el dinero es en el bolsillo de las familias y autónomos, por ello proponemos una reducción generalizada del IBI en la ciudad de València, empezando por ampliar la bonificación a teatros y cines. Hay margen para ello".
El otro impuesto que ha ido al alza con respecto a las cifras de 2020 es el de Actividades Económicas, que tan solo abonan aquellos negocios que ganan más de un millón de euros al año. Concretamente, en lo que va de 2021, el Ayuntamiento de València ha ingresado 1,3 millones de euros por este gravamen, correspondiente a un total de 4.200 recibos.
Una cifra superior a la que se registró en las mismas fechas del año pasado, cuando al finalizar septiembre se habían ingresado 530.000 euros procedentes de 3.800 recibos. Sin embargo, cabe resaltar que en 2020 este impuesto despertó un gran malestar entre los negocios obligados a pagarlo, puesto que muchos de ellos pidieron la devolución de los recibos que se habían ingresado durante la crisis sanitaria, teniendo en cuenta que el volumen de negocio había descendido tajantemente.
Y es que, hay que cabe resaltar que el IAE se paga en base a los resultados declarados dos años atrás. Es decir, que en en el año 2020, en pleno auge de la pandemia, las empresas estaban pagando por los beneficios de 2018 y no por los de ese momento, lo que a su juicio era "irreal". Así, algunos de ellos incluso amenazaron con llegar a los tribunales, aunque el consistorio desoyó las peticiones y siguió adelante con su tarea recaudatoria.
Sea como lo sea, lo cierto es que el IAE lleva unos cuantos años en tendencia creciente en la ciudad de València. En 2019, eran 8.240 negocios los que estaban obligados a pagar este impuesto, en 2020 ascendieron a los 8.611, y en 2021 a los 8.890. Teniendo en cuenta que este año todavía se pagará en función a los beneficios de 2019, los efectos de la pandemia aún no han empezado a reflejarse en los resultados de las empresas con posibilidades de ganar más de un millón de euros a año.
Así, un año más, pagarán en función de los ingresos que tenían antes de que estallara la crisis sanitaria. En números, la liquidación del IAE en 2019 supuso para el Ayuntamiento un montante de 18,3 millones de euros. En 2020, de 21,4 y, en este 2021, tiene previsiones de recaudar hasta 22,7 millones, de los cuales una gran parte irán a las arcas municipales y una pequeña fracción al recargo provincial.
Con todo, el cabe recordar que el gobierno municipal aprobó en 2020 una subida generalizada de impuestos, antes de que estallara la crisis del coronavirus. Subida que, pese a la exención de la tasa de terrazas y el aplazamiento del pago de tributos y modificaciones en el calendario tributario, se ha mantenido. En cuanto al IBI, este subió de media un 3% lineal, incremento agravado en los locales comerciales de mayor valor; y el IAE subió una media de 400 euros por contribuyente.