Innovación al servicio de las personas pero también al servicio de la gestión de la tierra que es de donde se extraen los alimentos que sustentan a los primeros. Aunque hace años que la industria agroalimentaria viene perdiendo peso en la economía nacional, quedan aún grandes retos donde España tiene todavía mucho que decir
VALENCIA. Israel, Estados Unidos y España, por ese orden, serían los países que están desarrollando la tecnología y productos más punteros en el sector agroalimentario. Al menos así lo entiende José Luis Bustos, CEO de Brioagro, quien pone a España en la élite del sector. Sin embargo, para mantener la competitividad es preciso seguir innovando haciendo uso de tecnologías capaces de generar nuevos servicios y nuevos productos.
Tal vez el reto más acuciante sea el de dar respuesta alimentaria a ese aumento de 2.300 millones de personas que se prevé para 2050. Pero tampoco es necesario esperar hasta esa fecha para acelerar la investigación de procesos y tecnologías que palien las hambrunas que ya existen en África y otros países en desarrollo. Las soluciones, en este caso, apuntan a abaratar el coste del acceso a la alimentación.
En lo que respecta a los países occidentales, los ejes principales de investigación se orientan a la seguridad alimentaria a fin de garantizar que los productos que consumimos no son nocivos para la salud y, en segundo término, a la búsqueda de alimentos saludables que mejoren las dietas alimenticias y acompasen el cambio de estilo de vida.
Y es en estos ejes y en estas necesidades donde algunos están hallando la oportunidad de negocio, bien buscando huecos de mercado, bien procurando soluciones globales.
De nicho podría calificarse el mercado al que se enfoca Kiva Foods, empresa de origen navarro que se ha especializado en el procesado de ingredientes. Fundada por María José Sola Manero y Pedro Mecoleta, la compañía empezará a comercializar los próximos meses su primer mix o mezcla de ingredientes para preparar barbacoas de forma saludable. A este le seguirá un segundo producto destinado a la repostería. No se trata de alejarnos de los fogones sino de aportar una ayuda sana y de calidad en la elaboración de los platos.
“Nosotros detectamos una doble necesidad. Por un lado la falta de tiempo en la sociedad actual para cocinar en casa y, por otro, la preocupación, cada vez mayor, por la alimentación saludable. Con nuestra solución tratamos de dar respuesta a ambas combinando la practicidad, con el uso de ingredientes saludables y preservando los sabores que nos gustan”, dice María José Sola. “Es una manera de cocinar en casa de forma rápida, sana y rica”.
Amplían el espectro introduciendo en la oferta ingredientes específicos de ayuda a personas con alergias, intolerancias alimentarias o problemas nutricionales o necesidades dietéticas. Aunar todo ello en un producto, puede considerarse un importante avance en la cocina.
Y si en Kiva Foods miran al plato los sevillanos de Brioagro Technologies ponen la vista en la tierra y lo hacen a fondo para controlar sus constantes vitales en el cultivo. “El nombre viene de brío, no bio, de energía para la tierra”, aclara José Luis Bustos.
Su herramienta permite a cualquier agricultor monitorizar durante 24 horas las principales variables en las que se puede intervenir para los cultivos. “Con un sistema de alarmas que le llegan a agricultor a través del móvil se informa de cualquier anomalía para poder corregirla a tiempo”. Para ello se valen de sensores, situados bajo tierra o en el exterior que, como en el internet de las cosas (IoT), miden parámetros como luminosidad, humedad, nutrientes o la temperatura, tanto en el ambiente como en el suelo, de los invernaderos o explotaciones. Los datos obtenidos se suben a la nube para ser transferidos a tiempo real al móvil o tablet del agricultor. Ello le permite intervenir en la corrección de las variables alteradas y dosificar a demanda el consumo del agua, fertilizantes y energía. La información en la nube posibilita también generar históricos con métricas objetivas que le ayudarán en la toma de decisiones a futuro.
La computación en la nube no debe asustar a nadie dado que, además de la utilidad, una de las obsesiones de este equipo de desarrolladores, ha sido la fácil usabilidad de la herramienta. “Había soluciones para distintas problemáticas del campo-dice José Luis Bustos-pero ninguna integral”. Y es que a los beneficios económicos del agricultor se suman los sociales y medioambientales.
Alojada en el Centro de Empresas de Innovación de Navarra (CEIN) se encuentra Nutrición G3, dependiente de la empresa Making Genetics que se orienta al campo de la medicina personalizada. Es en la sección de nutrigenómica donde se enmarca Nutrición G3 cuya solución nos explica Adriana Moleres, responsable de I+D+i.
Partiendo de que los hábitos de vida, los alimenticios y la genética favorecen la aparición de determinadas enfermedades con la edad, han desarrollado su servicio. Consiste en un kit que contiene un dispositivo para obtener una muestra del epitelio bucal. Esta se introduce en un bote y se envía para su análisis al laboratorio de Nutrición 3G. De la muestra extraen información genética y posibles mutaciones que podrían derivar en enfermedad con el paso de los años. En función de los resultados marcan unas pautas de alimentación personalizadas al objeto de, si no evitar la manifestación patológica final, si al menos retrasar su aparición o mitigar los efectos. El producto se distribuirá inicialmente a través de centros y especialistas en nutrición pero la intención es que acabe comercializándose al cliente final en las farmacias a un precio de entre 150 y 199 euros, acompañando el kit con unas pautas nutricionales generales.
El primer kit, que saldrá al mercado en abril, analiza de una tacada 7 enfermedades potenciales: artrosis, degeneración macular asociada a la edad, diabetes, hipercolesterolemia, ictus, osteoporosis y litiasis biliar (piedras en la vesícula). La recomendación es hacerse el test entre los 35 y 60 años para poder disfrutar de los efectos de la alimentación adecuada.
Los tres proyectos referenciados, además de otros 2 radicados en la Comunidad Valenciana, han sido mentorizados en la primera edición de Orizont, la aceleradora agroalimentaria que forma parte de Sodena, el instrumento del Gobierno de Navarra para el desarrollo empresarial de la Comunidad Foral. Todos agradecen la ayuda que ha supuesto el paso por dicha aceleradora.
Actualmente, y hasta el próximo 15 de abril, Orizont tiene abierto el plazo de inscripción para admitir nuevos proyectos de empresas agroalimentarias. El objetivo es encontrar 8 proyectos de carácter innovador, provenientes de cualquier parte del mundo, que podrán recibir una aportación de hasta 110.000 euros para su desarrollo. Además del apoyo económico, los proyectos seleccionados contarán con 6 meses de aceleración.