El estudio Nituniyo, ganadores del premio de arquitectura efímera Emporia, firma este año una falla de cartón que esconde una enorme cabeza de madera
VALENCIA. Experi(mental). La falla creada por el despacho de arquitectos Nituniyo, 'Cap buit', vuelve a dar un giro de tuerca a la creación fallera en el que supone su primer monumento grande, que firman para la comisión Castielfabib-Marqués de Sant Joan. A base de madera y cartón, su nuevo proyecto sigue la línea de aquel infantil con el que el año pasado se estrenaron en la fiesta, una elefanta de tubos de cartón que les valió uno de los premios nacionales de arquitectura efímera Emporia.
Este año se trata, sin embargo, de emprender un viaje al interior. No a la montaña, sino al mundo de las emociones y el pensamiento. Para ello, siguiendo la premisa de la oscarizada película de animación Inside Out, el equipo de arquitectos ha levantado una cabeza gigante de madera que, a primera vista, estará oculta del público. Una enorme coraza creada con 'libretas' de cartón ocultará el busto, un globo levantado gracias a la tensión entre las cuerdas que los unen y unas pequeñas pestañas. Nada más. Y nada menos.
"¿De qué tienes llena la cabeza?" Esa la pregunta que quieren responder con una falla que, además, tendrá un componente participativo. Todo aquel que lo desee podrá rellenar en una pieza similar a las de cartón que forman la falla los deseos y aspiraciones que quieren que predominen en su mundo interior, un espacio introspectivo incluso desde el punto de vista físico. Estos llenarán poco a poco una cabeza que en un primer momento será un cascarón vacío y que conforme vayan pasando los días hasta la cremà se llenará de sueños e ideas de papel.
"Desde el punto de vista técnico nos interesaba el sistema estructural. Una cúpula de cartón tensado con cuerdas, una estructura inédita sólo posible como obra temporal", explica Jesús Navarro, una de las cuatro patas de Nituniyo, junto con Eva Figueroa, Carlos Calatayud y Empar Dolz, que han sido ayudados en la plantà por algunos alumnos de la escuela de arquitectura. La cabeza de madera tiene un peso de unos 300 kilos, una robusta figura que contrasta con los apenas 50 kilos de cartón que forman la cobertura esférica. La elección de materiales, además, va más allá de la estética pues, tal y como hicieron en 2015, su objetivo es que la combustión no sea contaminante.
Con aproximadamente seis metro de diámetro y más de cuatro de altura, esta es la primera vez que los arquitectos levantan la estructura a ese tamaño, tras probar el juego de tensión entre cuerdas y piezas de cartón en maquetas de menor envergadura. Su forma, además, afectará a la propia cremà, pues el monumento comenzara a arder desde su núcleo con lo que, por unos instantes, la burbuja de cartón se convertirá en una especie de lámpara que iluminará la plaza a través de las aperturas de sus propia estructura.
'Cap buit' se levantó a lo largo del día de ayer, un montaje que fue una sorpresa para los propios falleros. Ni el presidente de la comisión conocía qué forma iba a tener el proyecto. Hasta el momento la única imagen que habían hecho pública era un boceto en blanco y negro en el que sólo mostraban una caja abierta. Experimental desde su nacimiento. "Es una estructura muy pura. Da esa sensación de capilla, tiene una dimensión casi religiosa", explica Navarro.
Efectivamente, los usuarios tienen que entrar dentro de la falla para depositar la pieza de cartón con deseos que luego se quemarán, un espacio que dejará entrar la luz natural a través de los espacios creados por el propio pliegue de las piezas. Una falla experimental y participativa, del mismo modo que la apuesta infantil. El también arquitecto Javier Molinero (Sr. Mixuro) firma '-ORDENA! -NO VULL', una falla creada por 25 módulos que unidos forman un gran cubo pero que los niños y niñas de la falla pueden separar a su antojo para crear asientos o mesas donde jugar.