VALÈNCIA. Desde hace poco más de un año, Irucem ha irrumpido en el mercado inmobiliario valenciano para ofrecer la posibilidad de tener una casa personalizada, según la filosofía de vida y la forma de entender un hogar de sus clientes. "Nosotros no ofrecemos una casa estándar, sino un hogar para ti. La casa debe ser una proyección de lo que tú eres, que se identifique contigo. Para ello iniciamos un camino con el cliente, donde tenemos que conocerlo, que nos explique su filosofía de vida, como quiere vivir ... y acompañarle y asesorarle en el proceso de crear y diseñar su hogar, siempre cuidando el detalle para que sea lo más cercano posible a su ideal de casa. Es como una sastrería de la vivienda", apunta José Milian, socio fundador de Irucem.
Para ello, consideran clave controlar la calidad, tanto de la construcción como de los acabados y del interiorismo. De ahí que Irucem apueste por la exclusividad y la calidad antes que la cantidad. "Si perdemos de vista esos factores, podemos perder la esencia de lo que es Irucem y nuestro valor diferencial", explica Jorge Bartual, socio fundador de Irucem.
Ese grado de personalización se alcanza gracias a dos factores. Por un lado, el equipo humano que hay detrás, compuesto por especialistas en distintas áreas (inmobiliario, arquitectura, diseño, interiorismo), "unos profesionales muy cualificados, que aportan mucho al asesoramiento al cliente y le acompañan en todo el proceso de toma de decisiones, haciéndolo más sencillo y agradable", asegura Milian.
Un equipo humano que además acompaña también al cliente en el servicio postventa, "no queremos abandonarlos una vez tenga su casa finalizada, queremos estar ahí para cualquier cosa que necesiten y que el cliente siga sintiéndose especial, porque para nosotros no es un número, sino que tiene nombre y apellidos", afirma Jorge Bartual.
El segundo factor es el sistema constructivo por el que han apostado: la construcción industrializada, un sistema muy extendido en Europa y Estados Unidos y que ahora está llegando a España. Este sistema permite mecanizar los procesos para levantar de forma más rápida los espacios, acortando el tiempo entre la configuración de la vivienda a su entrega definitiva.
Según aseguran los socios de Irucem, en ocho o nueve meses, desde que se ponen los cimientos de la vivienda, esta puede estar finalizada y el cliente ya puede empezar a disfrutar de la casa de sus sueños. A ello se une que los profesionales de Irucem se encargan de todos los trámites y licencias, "para que el cliente solo tenga que preocuparse por transmitir sus deseos y necesidades para diseñar la vivienda".
Además, este tipo de construcciones se fabrican en talleres bajo criterios industriales, lo que a su vez ofrece un mayor control de los acabados evitando defectos en las piezas que se montan sobre el terreno.
Y al ser piezas de hormigón realizadas bajo criterios industriales ofrecen dos ventajas más: su durabilidad, "nos preocupaba mucho como envejecen las viviendas y con este sistema sabemos que con un mantenimiento mínimo va a durar mucho y en las mismas condiciones. De hecho nosotros damos más garantía de lo que está establecido por ley, porque estamos convencidos de la calidad que ofrecemos"; y su sostenibilidad, "el sistema de construcción intenta generar el mínimo residuo posible porque ya viene para montar lo que nos permite tener el mínimo impacto en el medio ambiente".
Precisamente la sostenibilidad es, junto con la personalización, el sello de Irucem. "Cuidamos la eficiencia energética de cada proyecto. Para ello, nos apoyamos en la tecnología que permite controlar la gestión energética de la vivienda y también nos permite ofrecer una gran conectividad, pero también buscamos que el diseño esté integrado con el entorno".
Así por ejemplo, la compañía dispone en su cartera virtual -no tienen viviendas piloto para enseñar, "no tiene sentido, ya que cada proyecto es diferente", sino que presentan prototipos virtuales, para que los clientes tengan una base sobre la que trabajar y empezar a diseñar su casa- de dos villas en San Antonio de Benageber, en Montesano, que cuentan con un terreno cada una de 566 metros cuadrados, de los que 215 están destinados a la vivienda.
Esta villas están diseñadas en un estilo mediterráneo, con espacios muy abiertos, diáfanos y con mucha luminosidad. "Se trata propuesta de estructura y acabados para que a partir de ahí el cliente la personalice y elija cómo hacerla, los acabados, las texturas, los espacios y el mobiliario", comenta Bartual. Pero no solamente trabajan con terrenos que tienen en su cartera. Los profesionales de Irucem también pueden realizar el proyecto por encargo en un terreno propiedad del cliente y en cualquier lugar de España o de las islas.
En la actualidad, quiere dar un paso más en el diseño de viviendas exclusivas y personalizadas. Para ello están diseñado seis prototipos de viviendas virtuales. El objetivo es que los futuros clientes puedan ver que posibilidades tienen, cuánto costaría ese proyecto y cuál es el potencial del diseño "así pueden saber si le encaja o no, luego se puede personalizar y cambiar cualquier detalle, acabado, estructuras..., pero ya tienen una base para que les sea más fácil crear su casa y puedan vivir la experiencia de hacerse su hogar".