VALÈNCIA. El mercado inmobiliario sigue erigiéndose como un sector atractivo para el desarrollo de nuevos proyectos. Así lo consideró hace un año el empresario Jorge Bartual, cuando decidió embarcarse en la ambiciosa aventura de montar Irucem, una nueva compañía dedicada a la promoción de villas de lujo bajo un modelo industrializado alejado de la construcción tradicional. Una nueva firma que irrumpe en el mercado valenciano con la vocación de ofrecer a sus clientes una atención personaliza, con viviendas a medida y enfocadas al cuidado del medio ambiente.
Una compañía que nace al calor de la arquitectura de vanguardia y el diseño para revolucionar al sector. Fue tras una mala experiencia en la búsqueda de una vivienda la que llevó a este empresario vinculado al sector agroalimentario a emprender este proyecto y dar el salto a la promoción inmobiliaria. "Siempre me ha gustado la arquitectura y el diseño y empecé a buscar villas de un cierto nivel, pero me atendieron como un número más. Eché de menos esa atención que te brindan las marcas de lujo cuando vas a comprarte un traje a media o un bolso de firma", explica.
A partir de este momento, decidió crear él mismo una empresa de promoción y construcción de viviendas de lujo que ofreciera una atención "más personalizada" para que el cliente "se sienta especial". Pero, además, detectó que había una necesidad en el mercado de obra nueva de inmuebles con "calidades exquisitas", con alto grado de personalización, agilidad en la construcción, eficientes y sostenibles. "No queremos que Irucem sea una empresa de venta de casas a granel, sino que sean exclusivas y en las que podamos controlar los acabados. Nosotros ayudamos a conseguir la vivienda de ensueño", recalca.
Para ello, decidió enfocarse en la construcción industrializada que permite mecanizar los procesos para levantar de forma más rápida los espacios, acortando el tiempo entre la configuración de la vivienda a su entrega definitiva. Además, este tipo de construcciones se fabrican en talleres bajo criterios industriales, lo que a su vez ofrece un mayor control de los acabados evitando defectos en las piezas que se montan sobre el terreno.
"En España, la vivienda industrializada no está aún estandarizada, pero nosotros quería desmarcarnos del sistema tradicional para ofrecer una mayor agilidad y un nivel de acabados superior ya que lo hace una máquina", explica. De hecho, asegura que el plazo de entrega desde el inicio del proyecto es de ocho meses. Para este proceso, la compañía cuenta con una alianza con una empresa de Madrigueras (Albacete), que ha abierto una división para trabajar en exclusiva con Irucem en el fabricación de las villas.
Por el momento, la firma valenciana tiene en marcha un proyecto de dos villas exclusivas en la urbanización Montesano, en San Antonio de Benagéber, a menos de 20 minutos del centro de València. "Nuestra vocación es la de ser una promotora boutique. El cliente viene aquí y hace un viaje. Le hacemos una entrevista sobre sus gustos y, a partir de esa información, buscamos su casa. Siempre está acompañado de alguien del equipo para todas las decisiones que vaya a tomar en el camino", detalla Bartual.
Así, su primera promoción está formada por dos inmuebles sobre parcelas de 500 metros cuadrados con villas de cuatro habitaciones, tres baños, cocinas estilo americano y amplias zonas ajardinadas con piscina, zona de paellero y garaje. "Nos inspiramos en un estilo mediterráneo, con espacios muy abiertos, diáfanos y con mucha luminosidad. El jardín es una prolongación más de la casa. Cuidamos mucho la privacidad y la eficiencia energética", explica el CEO de Irucem. Eso sí, todo ello con un alto grado de personalización, la última tecnología y respeto al medio ambiente ya que las viviendas contarán con placas de energía solar perfectamente integradas en la construcción y su huella ecológica estará reducida al mínimo.
"Venimos a cambiar el mercado inmobiliario de lujo y estas dos villas son solo el principio. Se están construyendo muchos adosados y unifamiliares que se venden muy rápido porque el mercado inmobiliario está fuerte. Pero nosotros no queremos vender por vender, sino que Irucem sea una marca consolidada a la que se le atribuya una atención, personalización y nivel de acabados exquisito", subraya. Además, la firma también ofrece la posibilidad de entregar las viviendas ya amueblas y decoradas listas para entrar a vivir.
La elección de la zona para este primer desarrollo no ha sido casual. El tirón de la vivienda a las afueras de las grandes ciudades tras la pandemia ha sido una circunstancia que la compañía también ha querido aprovechar. Para desarrollar su modelo de negocio se han decantado por una zona en pleno crecimiento y "menos explotada" que otros enclaves, en donde se está construyendo mucha vivienda unifamiliar. "Montesano es una zona que durante muchos años ha estado parada y ahora ha vuelto otra vez a resurgir. Tiene mucho potencial por sus dotaciones y precios más asequibles que otras zonas como Bétera o L'Eliana", puntualiza.
Estas primeras villas están en venta, tras adquirir el suelo y desarrollar el proyecto, y no descartan en el futuro buscar emplazamientos a demanda de sus clientes. "En esta primera experiencia teníamos los terrenos y diseñamos el proyecto, pero de cara al futuro vamos a escuchar a los clientes y sus preferencias", afirma. La construcción en los talleres está prevista que empiece el próximo mes para evitar que la falta de suministro de ciertas materias primas afecte al proyecto.
Ahora, Irucem está buscando nuevas oportunidades en zonas próximas al área metropolitana de València para desarrollar nuevas villas de lujo. Incluso barajan dar el salto a otros puntos de España si así lo desean sus compradores. "No tenemos problema en trabajar en cualquier punto de España", afirma el empresario.
Tampoco rechazan en un futuro entrar en la promoción de pisos de lujos, aunque por el momento se van a dedicar en exclusiva a las villas porque es el modelo de vivienda que mejor satisface las necesidades que han detectado en el mercado.
Los planes de la compañía pasan por construir en los próximos cinco años entre 5 y 10 viviendas de forma anual porque consideran que solo de esta forma pueden controlar la calidad de su producto y ese es su valor añadido. "Nuestro constructor llega hasta donde llega y no podemos buscar otro sistema m´s rápido y eficiente. Somos una empresa que miramos mucho el control de todo y que la vivienda sea un traje a medida. Tenemos muy claro que queremos pocos clientes, pero muy satisfechos", concluye.