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entrevista a la directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la CV (CE/R+S)

Isabel Castillo: “las pymes que no se suban a la ola de la sostenibilidad se quedarán fuera del mercado”

8/12/2021 - 

VALÈNCIA. Su convicción de que las empresas eran el gran factor para cambiar el mundo y podían contribuir mucho más de lo que estaban haciendo sin perder de vista esa perspectiva empresarial, llevó a Isabel Castillo a dejar el mundo del derecho y formarse en Responsabilidad Social. Por aquel entonces a penas se hablaba de la sostenibilidad y aun menos se había creado esa hoja de ruta marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero la actual directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana (CE/R+S) ya trazaba sus pasos convencida del impacto positivo que podía tener el tejido empresarial en la sociedad. 

Para ello cursó, en 2007, el primer máster de Responsabilidad Social que se hacía en la Universidad de Alcalá de Henares y a partir de entonces “empecé a descubrir un poco más lo que era la sostenibilidad”. Desde entonces su carrera profesional y docente se ha desarrollado en el ámbito de la responsabilidad corporativa, consultoría y en el tercer sector, pero también en las principales organizaciones referentes en sostenibilidad en España y Europa (actualmente es representante de la Red de amfori en España). Sin olvidar que hoy dirige el Máster en RSC que el CE/R+S organiza en colaboración con la Universidad Europea de Valencia. 

Un bagaje que la convierte en una de las voces más autorizadas de la Comunitat Valencian para hablar sobre la Responsabilidad Social en las empresas y más en un momento en el que parece que hay un cierto boom. Como comenta la propia Isabel Castillo, cuando empezó “lo más complicado era explicar lo que yo hacía al entorno y las ventajas que tenía para las empresas, y ahora debo explicar en qué me diferencio de los demás en materia de sostenibilidad”. Y es precisamente para tratar los retos y desafíos que supone incorporar la sostenibilidad en las empresas que Valencia Plaza conversa con Isabel Castillo. 

- La entrevista no puede empezar sin que me diga su definición de sostenibilidad 

- Para mí la sostenibilidad es un cambio hacia un modelo empresarial que tenga en cuenta los impactos económicos, sociales y medioambientales. Por tanto, dejando a un lado las definiciones complicadas que se han ido dando a lo largo de los años, para mí la clave es buscar un impacto positivo; es decir, que las empresas, a través de un comportamiento más responsable y sostenible, generen un mayor impacto más allá de las cuentas de resultados. Es decir, buscar el bien de sociedad desde la propia empresa; sin perder de vista esa pata económica porque si una empresa no es económicamente sostenible, no va a poder ser.

- ¿Hablar de sostenibilidad es hacerlo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por las Naciones Unidas?

- Los ODS no inventaron la sostenibilidad pero sí crearon una hoja de ruta de hacia dónde se quería ir. Sin embargo, son demasiado amplios y las empresas deben ver, alineadas con esos ODS, donde pueden generar ese mayor impacto. Es decir, dónde está el core de la empresa para alinear su propósito empresarial en la estrategia y lograr un mayor impacto. 

"próximamente europa va a aprobar la obligatoriedad de realizar una Memoria de sostenibilidad"

-¿Es complicado ese crecimiento de la empresa que respete el desarrollo económico, social y ambiental?

-No. Incluso te diré que es necesario porque ahora en los riesgos de las empresas se integran los riesgos económicos, sociales, medioambientales y de gobernanza. Por ejemplo, desde la pandemia se tiene en cuenta de dónde vienen las cosas, quienes las producen, en qué condiciones trabajan los empleados… No hay que olvidar que también es importante analizar cómo se trabaja con la cadena de suministro y los proveedores con los que se colabora para asentar la sostenibilidad del negocio.


- Controlar esos principios de responsabilidad corporativa a lo largo de toda la cadena de valor debe ser un gran reto

Exacto. Es más, próximamente van a salir dos directivas europeas encaminadas a garantizar esa sostenibilidad. La primera es la obligatoriedad de realizar una Memoria de sostenibilidad —en España se llamaba informes no financieros— porque ahora se considera que la sostenibilidad también afecta a las finanzas de la empresa. La segunda directiva, estrechamente vinculada a esta, es una directiva de gobernanza empresarial sostenible; que empezó siendo una directiva de cadena de suministro responsable (cómo se integra, por ejemplo, el respeto por los derechos humanos, laborales, sociales y medioambientales en cadena de suministro). A lo largo de todo el mundo hay distintas regulaciones en este sentido y lo que se pretende es que las empresas adopten lo que se conoce como el principio de debida diligencia. Además, también se quiere regular que la publicidad responda realmente a criterios de sostenibilidad para, así, penalizar el greenwashing que realizan algunas empresas. 

- ¿Puede concretar qué significa el principio de debida diligencia (PDD)?

- La debida diligencia en derechos humanos y medioambientales es el proceso por el cual las empresas toman todas las medidas necesarias y eficaces para identificar, prevenir, mitigar, rendir cuentas y ser responsables de los impactos negativos de las actuaciones a lo largo de la cadena de suministro en materia social, ambiental y de gobernanza.

- Entonces, ¿cuáles son los primeros pasos para que una empresa empiece a hacer esa transición hacia la sostenibilidad?

"LA SOSTENIBILIDAD ESTÁ EN LA AGENDA DE LAS ORGANIZACIONES PERO ES NECESARIO PASAR DEL COMPROMISO A ATERRIZARLO EN LA OPERATIVA DE LAS EMPRESAS"

- Hay dos palabras clave: compromiso, por parte de la alta dirección y de la plantilla, y conocimiento, saber en qué punto se está en términos de sostenibilidad. En función de ese primer análisis y en relación con ese compromiso que haya adquirido, la empresa debe establecer unos objetivos reales y cuantificables que estén alineados con el propósito de la empresa para identificar y maximizar ese impacto positivo pero también minimizar el impacto negativo con el que a través de su actividad o de la actuación de su cadena de suministro pueda tener a su alrededor. 

- ¿Y el principal escollo con el que se encuentran? 

- Desde el CE/R+S también lo hemos preguntado y las empresas señalan que falta información de calidad; hay mucha información derivada de ese boom de sostenibilidad y a veces cuesta diferenciar lo que es una información de valor añadido de lo que es greenwashing. De ahí nuestro ímpetu en formar a los profesionales en sostenibilidad. Si superan esas tres barreras, la de la información, la de la formación y la del compromiso, lo conseguirán.

- Entonces, ¿no es suficiente en informar a través de una Memoria de Sostenibilidad? 

- No, las empresas tienen que ser capaces de generar esa confianza y ser conscientes de que el mensaje que están transmitiendo tiene que ser confiable y transparente. Las nuevas generaciones ya no se lo cree todo; buscan información, están implicados y son mucho más activos. Hemos hablado de memorias de sostenibilidad, pero las empresas también tienen que ser conscientes de que la comunicación puede venir de cualquier parte (redes sociales, prescriptores…) por eso ese diálogo con grupos de interés es otra de las piezas clave para buscar su enganche y reciprocidad. 

- Creo que la Ley Valenciana de la Responsabilidad Social contempla esa opción de reconocer a las empresas sostenibles.  

Exacto, la Generalitat Valenciana a través de la Ley Valenciana de la Responsabilidad Social está trabajando en el concepto de entidad valenciana socialmente responsable, que pretende reconocer cuáles son las entidades valencianas socialmente responsables a través de una serie de criterios, como puede ser la memoria de sostenibilidad. Para las pymes que no tengan esa memoria, ver qué criterios definen una empresa valenciana socialmente responsable.

- ¿Esa estrategia se realiza a largo, medio o corto plazo? 

- La Sostenibilidad es a largo plazo, el problema es que hoy largo plazo son dos años, medio plazo un año y el corto prácticamente es el mañana. Lo que tenemos que ver es que la sostenibilidad y los ODS pueden ser esa palanca que nos ayude a adelantarnos; la sostenibilidad debe ayudar a gestionar esas disrupciones que están viniendo continuamente, intentar visualizarlas e intentar cambiar el modelo empresarial a largo plazo. Sin embargo, ese cambio de modelo empresarial solo se sostiene si se realiza en alianzas y como sociedad, si realmente las administraciones públicas, la sociedad, la academia y las empresas tienen el compromiso de lograr ese impacto y ese cambio del modelo empresarial.

- Un cambio de modelo en el que las grandes empresas tienen más facilidades que las pymes

- El problema de las pequeñas empresas es que, normalmente, tienen más limitaciones de recursos y les resulta más difícil realizar un plan estratégico alineado con la sostenibilidad y con los ODS. Sin embargo, deben hacerlo porque para las pymes la sostenibilidad va a ser un tema de supervivencia y las que no se suban a la ola de la sostenibilidad van a quedarse fuera del mercado. Ya hay grandes clientes que exigen a sus proveedores más pequeños criterios en materia de sostenibilidad y si no los tienen dejan de comprarlos. La sostenibilidad es una necesidad y las pymes también lo tienen que internalizar, pero no como una obligación sino como una ayuda porque van a poner en relieve todo lo que está haciendo y seguramente descubran que hacen más de lo que creen. Pero exige un esfuerzo y no deben verlo como una barrera sino como una ayuda. Y ahí la administración tiene un papel fundamental. 

"El objetivo del CE/R+S es liderar ese modelo de transformación hacia un conjunto de empresas más responsable y sostenible" 

- ¿Está insinuando un poco más de implicación por parte de la Administración? 

- Creo que desde la Administración son más conscientes de que es necesario ese apoyo y año tras año va aumentando las partidas presupuestarias de ayuda a soluciones y fomento enfocadas a las pymes, sin olvidar los fondos Next Generation que van dirigidos precisamente a esa recuperación, resiliencia y transformación. Además, también se está avanzando mucho en el aspecto legislativo (la Ley de Cambio Climático, la ley de residuos, la de embalajes…) y desde Europa está la directriz de que esas regulaciones tienen que adaptarse para no suponer una traba adicional para las pymes. 

- Otro reto es la internacionalización sostenible

- El propio mercado lo exige a aquellas empresas que están produciendo en países terceros o tienen clientes extranjeros porque es un factor necesario  para clientes y proveedores. La internacionalización sostenible al final viene derivada del propio negocio y no es algo tan difícil ni tan lejano; simplemente no hay que perderlo de vista y entender también que, de cara a clientes, es una oportunidad. Para ello la empresa debe hablar el mismo lenguaje que su cliente y cumplir los criterios que este le exija.


- Desde su experiencia, ¿en qué punto están las empresas en términos de sostenibilidad?

- Basándome en los distintos análisis que hemos hecho desde el CE/R+S puedo decir que ha habido un avance. La sostenibilidad está en la agenda de las organizaciones pero es necesario pasar del compromiso, que es necesario e indispensable, a aterrizarlo en la operativa de las empresas. Incluso ir un paso más allá y para el CE/R+S es su objetivo principal: liderar ese modelo de transformación hacia un conjunto de empresas más responsable y sostenible. 

"las empresas deben ser conscientes de que su mensaje tiene que ser confiable y transparente"

- ¿Cómo va a liderar ese cambio el CE/R+S ? 

- Ya hemos sido líderes porque fuimos pioneros en la creación de un club de estas características y lo que queremos es ayudar, tanto a las empresas que ya trabajan en sostenibilidad como las que quieren hacerlo, a apoyar, a crecer y a consolidar el posicionamiento en sostenibilidad de las empresas. El CE/R+S nació en 2007 con catorce empresas —ahora son 29— y uno de los objetivos era el intercambio de buenas prácticas para aprender las unas de las otras pero también para poner a la Comunitat Valenciana y a las empresas de la Comunitat como líderes en sostenibilidad. Para ello, el año que viene vamos a organizar un Congreso Internacional de Sostenibilidad y, coincidiendo con que se cumplen cinco años de su nacimiento, realizar una gala que ponga de manifiesto todo lo que se ha conseguido en estos años y, sobre todo, animar a las empresas a que se suban a la sostenibilidad. No solo como un compromiso sino que lo implementen en su estrategia y en su operativa.

- ¿Por qué una empresa debería unirse al club? 

Porque las empresas más pequeñas necesitan un faro que las guíe y nosotros podemos serlo aportando las herramientas y las directrices para que implementen la sostenibilidad de una manera fácil y podemos hacerlo porque tenemos la experiencia y la formación —el CE/R+S tiene un acuerdo de colaboración con la Universidad Europea y un máster de sostenibilidad—. En cuanto, a las empresas que ya están haciendo cosas en sostenibilidad, es la oportunidad de compartirlo y que el CE/R+S les ayude a aterrizar el mensaje. Y somos el foro de referencia de cara a las administraciones públicas para poner de manifiesto lo que hacen las empresas en este sentido.  

- Lo ha comentado usted, hay un boom en sostenibilidad. ¿Cree que la covid-19 ha sido el punto de inflexión?

- Ha habido dos puntos de inflexión. El primero la irrupción de los mercados financieros en la sostenibilidad; ha sido decisivo que Europa aprobara la taxonomía verde —qué inversiones se consideran sostenibles y cuales no—. Por tanto, ya no es extraño que pidan a sus clientes y que estos pidan a sus proveedores de servicios financieros los criterios en materia social, medioambiental y de gobernanza. Y también ha sido fundamental la covid porque, atendiendo al diagnóstico que hemos hecho desde el CE/R+S —se hará público en enero— en colaboración con la Cátedra de Cultura Empresarial, las empresas señalaban que la covid-19 ha tenido un impacto positivo en pos de la sostenibilidad porque ha hecho que fueran conscientes de la seguridad, salud y bienestar de los empleados, de sus cadenas de suministro y también de aspectos medioambientales. En ese diagnóstico también se señalaba que la covid-19 había ayudado en la digitalización, en la flexibilidad y se había vuelto a hablar de conciliación.

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