VALÈNCIA. Hace poco más de veinte años (aquel lejano 1997) Ismael Serrano se dio a conocer con su canción 'Papá Cuéntame Otra vez' —dentro del disco Atrapados en Azul—, convertida hoy en un himno generacional para muchos. A partir de entonces ha ido componiendo canciones en las que ha depositado ideas, quimeras, añoranzas o suspiros. Siempre fiel a sus principios —lo recalca en la entrevista una y otra vez— ha publicado catorce discos, recorrido España y Latinoamérica y compartido escenario con Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat… Precisamente fue Silvio Rodriguez y su Ojalá quien más le influyó para poner música a sus ideas y tocar la guitarra…. De eso también ya hace algún tiempo.
Ismael Serrano no olvida sus primeros años en los que cantaba en pequeños locales y le hacían un hueco en las emisoras locales. Tiempos, comenta, en los aprendió que la música es un diálogo y donde la comunicación va en ambas direcciones. Con esos mismos miedos del principios, confiesa, prepara su segundo concierto en València —Palau de les Arts, 29 de septiembre—. “El concierto del Palacio de Congresos del pasado 14 de abril ha sido uno de los más espectaculares de toda la gira y de mi vida por el entusiasmo y el calor del público”, comenta aún emocionado resaltando que “los conciertos de València siempre son memorables”.
Con la mente puesta en esos 20 años conversamos con Ismael Serrano haciendo uso de algunos versos de sus canciones y creando una narración que es esta entrevista…
En un marcado tono reflexivo confiesa que ha cambiado pero que “me reconozco en lo importante” y con una media sonrisa expresa que “si fuera el mismo en otras muchas cosas me preocuparía”. En su opinión, y “aunque no lo parezca” comenta que se toma menos en serio y se ríe de su tendencia a ponerse solemne y circunspecto. “Con el paso del tiempo te das cuenta de que ciertas cosas no te afectan de la misma manera. Eso sí, sigo fiel a mis principios, entendiendo la música como un espacio de encuentro, como una terapia que ayuda para enfrentarte a tus miedos”.
-Ha cambiado, por ejemplo, la manera en la que te enfrentas al concierto….
-Exacto, este show tiene bastante de teatral porque creo que los conciertos son algo más que una mera sucesión de canciones o un protocolo para presentar un disco. Un concierto es una suerte de relato en el que hay una narración y un argumento —al igual que en una obra teatral o un musical—. Lo que trato es de conceptualizar en torno al relato que subyace en el conjunto de las canciones. Incluso cuando me enfrento al escenario yo solo busco esa cercanía, ese dialogo con el público.
-¿Con qué formato te sientes más cómodo?
-Con ambos. Cada uno tiene su reto y por eso intento compaginar ambos conciertos. Tengo la frustración de no haber protagonizado nunca un musical y reconozco que me gusta ese carácter teatral y la interpretación. Me encanta tratar de intentar imprimir una cierta magia a la puesta en escena y al desarrollo.
Ismael Serrano comenzó en la década de los noventa y ahora se muestra inmerso en la gira de presentación de su último disco, 20 años. Hoy es siempre, en el que sus temas más populares conviven con canciones nuevas y de otros cantautores. Celebra “lo vivido, lo aprendido, lo encontrado” pero también que "sigo entusiasmado con la música y sintiéndome un amateur”. Según su punto de vista es importante porque cuando un cantautor empieza y debe profesionalizarse, ese momento es "una especie de traición porque se tiene la idea romántica de que vivir de la música envilece a uno”. Asimismo, es consciente de que la vigencia en el panorama musical es algo muy relativo; “hoy estás aquí y mañana quien sabe”.
-Puedes sentirte un afortunado…
Sí, lo soy. En la música, son muchos, muchísimos y la permanencia de un cantante es tan precaria que cada disco es una prueba. ¿Quien determina por qué uno está donde está y otros no? Hay un componente de suerte pero también quiero pensar que uno contribuye con el trabajo, el esfuerzo y con la lealtad a uno mismo. Me gustaría pensar que quizá la gente premia al artista con su lealtad cuando éste también lo es. Si eres el primero en traicionarte, ¿por qué no lo va a hacer el público que te ha acompañado?
-La Memoria de los peces, La Traición de Wendy, Naves Ardiendo Más allá de Orión, La Llamada…. ¿Cómo escoge Ismael Serrano el título de sus discos?
-Lo elijo cuando termino de grabar el disco porque al escuchar las canciones te das cuenta de que
hay ideas recurrentes en él (el paso del tiempo, el miedo a la soledad, rupturas, viajes…) y que son aquellas que marcan tu vida o te preocupan. Inconscientemente depositas ideas en las canciones y eso genera un hilo conductor que de alguna manera engarza a todas las nuevas canciones. Esto está despareciendo porque ahora se impone el consumo de canciones fuera de su contexto. Estamos haciendo un viaje de regreso de los singles y hay artistas que incluso no sacan disco, sacan singles con los que van creando su repertorio.
-En esta ocasión has escogido las palabras del poema de Antonio Machado ‘Hoy es siempre todavía’…
-Exacto. Me parecía que representaba la idea de que a día de hoy me siguen moviendo las mismas ilusiones, me subo al escenario con la misma emoción y sigo teniendo los mismos nervios…
-Resumir 20 años de carrera en 26 canciones y dejando espacio para algunas interpretaciones debe ser una tarea bastante complicada…
-Sí, es un reto y especialmente para mí que no sé sintetizar. No sé si es por una cuestión de vanidad o qué, pero me cuesta dejar algunas canciones fuera. No creo que todas son maravillosas pero representan un retazo de mi vida, un momento que es tan importante que me llevó a escribir una canción. Es difícil también cuando intento rendir un homenaje a cantantes y compositores que siempre me han emocionado —Sabina, Aute, Silvio…—.
Revolucionario y contestatario, Ismael Serrano cree que otro mundo es posible y que el 15M ha dejado una semilla en la que se habla de política en otros ámbitos. De hecho, para él, hoy la gente se interesa más por el debate político que, por ejemplo, su generación. Sin embargo, apostilla que “otra cosa es que sea desde la desafección o el hartazgo”. Hablar sobre la situación de España y la figura del cantautor es otro punto que no puede faltar en una conversación con el madrileño.
-¿Ser un cantautor tiene hoy futuro?
-La carrera del cantautor es cada vez más complicada. A día de hoy alguien que empieza con la guitarra lo tiene bastante más jodido. Es verdad que existe un circuito de música de autor donde uno puede mostrar su música pero no es fácil buscar aliados. Sin embargo, autores como Andrés Suarez y Rozalén demuestran que la canción de autor es un genero vivo, que tiene mucho que decir y que también puede calar en un publico muy joven que se siente interpelado por esas canciones.
-Sin embargo, es un género ausente en las emisoras de radio….
-Sí es cierto. Quizá porque las radios musicales se han vuelto más herméticas, porque en televisión no existe espacio para la música en directo —salvo un par de programas— o porque las compañías manejan menos presupuestos al no vender tantos discos. Han cambiado las cosas pero la música, muy a menudo, sigue siendo usada como un objeto de usar y tirar y se va perdiendo una cierta pluralidad en lo que respecta a la propuesta que le llega a la gente —que no la que se edita, que es mucha más—.
Aunque en sus canciones se desprenda una cierta melancolía o tristeza, Ismael serrano expresa que en sus canciones “siempre hay un empeño, por más tristes que parezcan, por abrir una ventana a la esperanza”. Un hecho que es algo inherente a “mi forma de entender la música” y con tono jocoso remarca: “aunque no lo parezca y haya gente que solo vea en mí esa parte de tristeza que es inevitable cuando estás tratando una realidad que no es tan deseable como esperabas”.
-Con todo lo que está sucediendo en España y en el mundo, ¿cuál sería la canción que compondrías hoy mismo?
-Hablaría de una España situada en una máquina del tiempo que está viviendo hacia atrás en muchos aspectos. Por primera vez en muchos años, nuestros hijos se enfrentan a la posibilidad de vivir peor (peores salarios, condiciones laborales, menos derechos…). Hablaría de la necesidad de girar el dial de esa máquina para ir hacia el futuro y no retroceder en el pasado. También hablaría de ese relato nuevo que mucha gente joven está componiendo. Papá cuéntame otra vez habla del relato de nuestros padres pero ahora tendría que hablar esa gente que se mira a sí misma como hacía tiempo que no ocurría, que asume le protagonismo que le corresponde y que le interesa el debate político y quiere participar en él.
-Hablando de futuro, ¿qué planes tienes para después de la gira?
-En noviembre saldrá un disco acústico (voz y guitarra) que grabé en Tigre (Buenos Aires) con unos amigos y en el que vuelvo un poco a las esencias y repaso algunas canciones que no suelo cantar en vivo y quería rescatar. Estoy también en otros proyectos, como una colaboración con mi mujer, Jimena Ruiz —ya han publicado un disco infantil (5 canciones para dormir y 1 para despertar)— y quiero seguir escribiendo más historias para niños y cuentos para adultos.