VALÈNCIA. El término municipal de Jalance, enclavado en la comarca de la Vall de Cofrents-Aiora, será el escenario de un ambicioso proyecto de energía renovable. La Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha autorizado a Green Capital Power S.L. la construcción de una nueva central fotovoltaica: "La Morena". El proyecto contará con una inversión de 6,48 millones de euros para la ejecución de la planta y la línea subterránea de evacuación de energía. La planta, que tendrá una potencia inicial de 14,8 megavatios (MW), promete ser un avance significativo hacia la transición energética en la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, el proyecto va más allá de la central; también contempla infraestructuras clave como la subestación elevadora "FV Caycon-La Morena 30/132 kV" y una línea subterránea de evacuación de energía, para las que se han destinado 1,18 millones de euros. Según la resolución publicada este lunes en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), estas instalaciones han sido declaradas de utilidad pública; una decisión que permitirá agilizar procesos de expropiación forzosa o servidumbres necesarias para su desarrollo.
En ese sentido, su reconocimiento subraya la importancia del proyecto dentro del marco del Decreto Ley 14/2020, diseñado para acelerar la implantación de energías renovables ante la emergencia climática. La construcción de "La Morena" en Jalance ha pasado por un largo proceso de evaluación de impacto ambiental, concluyendo finalmente con una resolución favorable.
Entre las medidas exigidas, destaca la integración paisajística de la central fotovoltaica, así como el respeto por la fauna local y la reforestación compensatoria en áreas afectadas. Además, el promotor deberá preservar elementos como la capa fértil del suelo y minimizar movimientos de tierras para reducir el impacto sobre el entorno.
Por otro lado, la Asociación Naturalista de Aiora y la Valle (ANAV) presentó varias alegaciones, expresando su "preocupación" por el impacto sobre los ecosistemas locales y señalando la necesidad de estudios más exhaustivos en aspectos como la fauna silvestre y ubicaciones alternativas. Green Capital Power respondió a estas inquietudes asegurando que "se realizarán medidas compensatorias y monitoreos para mitigar posibles efectos negativos".
De esta manera, la nueva central fotovoltaica "La Morena" aportará energía limpia al sistema eléctrico, reforzando su capacidad de generación en una región que se enfrenta al cierre inminente de la central nuclear de Cofrentes. Además, el proyecto promete generar beneficios económicos significativos: se prevén 78 empleos directos, 114 indirectos y 45 inducidos durante su vida útil, además de una contribución estimada de 22,3 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) regional.
El camino hacia obtener la autorización de "La Morena" comenzó en 2019, cuando Green Capital Power S.L. presentó una solicitud inicial. Este proceso incluyó la aprobación de permisos para la conexión a la red de alta tensión, estudios de impacto ambiental y múltiples periodos de información pública para atender las posibles afecciones territoriales, ambientales y sociales.
El expediente fue sometido a información pública en dos ocasiones, en los años 2022 y 2023, para evaluar tanto la instalación completa como los cambios sustanciales introducidos en la parte de generación. Durante este tiempo, el promotor tuvo que responder a las alegaciones de particulares y colectivos, como ANAV.
Finalmente y, tras cumplir con todos los requisitos legales y técnicos, la Generalitat emitió una resolución favorable el pasado mes de octubre. Las obras están programadas para iniciarse en 2025 y se espera que la planta esté operativa en 2026. No obstante, esta planificación está comprometida al cumplimiento de estrictos condicionantes técnicos y ambientales impuestos por las autoridades.
El cierre previsto de la central nuclear de Cofrentes en 2030 marca un hito clave en el contexto energético de la comarca. Desde hace años, la planta ha sido un pilar fundamental para la generación eléctrica de la región, suministrando el 3% de la electricidad nacional. Su clausura representa tanto un desafío como una oportunidad: mientras que la desconexión de la planta implicará una pérdida significativa de capacidad energética, también abre la puerta a proyectos de renovables como "La Morena", que buscan cubrir ese vacío y reducir la dependencia de fuentes no renovables.
A pesar de su potencial, la capacidad de "La Morena" y otros proyectos fotovoltaicos cercanos es limitada si se compara con la generación de energía por parte de la central nuclear de Cofrentes. La planta produce alrededor de 1.000 MW de potencia instalada, frente a los 14,8 MW de "La Morena" y los 15 MW de "Caycon". Este desequilibrio plantea interrogantes sobre la rapidez y la escala necesarias para una transición energética efectiva en la región.