VALÈNCIA. La Asociación Valenciana de Startups tiene nuevo presidente. Tras cerrar una primera etapa de la mano de Raúl Martín, quien ha dejado el cargo por motivos profesionales, recoge el testigo el CEO de Startupxplore, Javier Megias. Emprendedor e inversor, es un gran conocido en el ecosistema innovador a nivel español y durante años ha asesorado tanto a empresas como instituciones, entre las que se encuentra la Comisión Europa. También business angel, es miembro de la junta de Big Ban Angels y coautor de Spain Startup Manifesto.
Ahora tiene una misión al frente de la asociación, que es dotarla de un papel más ejecutivo y orientado a generar valor real en el asociado y en la sociedad emprendedora. En esta nueva etapa le acompañan en la junta Juan Luis Hortelano, CEO de Blinkfire, quien ocupa el cargo de vicepresidente, Iker Marcaide, fundador de La Pinada, Ángela Pérez, CEO de Imegen, Jaime Esteban, CEO de SpeedOut, Fernando Marzal, CEO de Mobincube, Gonzalo García, CEO de Welegal, Diego Moyá, CEO de Entrenarme, además de Judith Saladrigas y Eduardo Nebot, del despacho Rousaud Costas Duran.
- ¿Cuáles son los objetivos marcados por la asociación para esta nueva etapa?
- En una primera fase el objetivo era crear la asociación y después generar esa representatividad. Ese ‘algo pasa en València’. Nosotros entendemos que ahora toca dar el paso de dejar claro qué es lo que pasa en València, dejar de ser tan aspiracionales y empezar a generar un valor tangible. Tenemos muchos asociados que han dado un voto absoluto de confianza y hay una parte que, por definición, no va a ser enormemente visible. Por ejemplo, el trabajo que hacemos de representar a las startups en instituciones públicas, administración, temas legislativos o regulatorios. Por eso creemos que hay que empezar a darles un valor mucho más tangible, realizando acciones como eventos exclusivos con personas que puedan aportarles mucho valor.
También hay varios proyectos que queremos abordar durante los próximos meses y que están relacionados con uno de los principales desafíos, que es la contratación y el empleo de las startups. Este es uno de los puntos más complicados que tenemos en todos los ecosistemas. Hay que atraer a muchos más actores. Ahora mismo, de forma orgánica y casi sin quererlo, tenemos muchos emprendedores y empresas de tecnología extranjeras que vienen a València. Queremos que esto sea más deliberado, que haya un pequeño programa de soft landing o algo similar.
- En la junta no están las aceleradoras.
- Queremos estructurar la aportación de los diferentes actores. Una de las interpretaciones totalmente errónea que se puede tener de esta junta es que somos menos, pero la intención es operar con varios grupos y algún tipo de comité en el que estén, por ejemplo, las aceleradoras como Lanzadera, Demium Startups, Bbooster o Go Hub, que son las que mueven València. Queremos que tengan un rol más consultivo donde puedan aportar su punto de vista pero que no tengan que estar en el día a día, que es mucho más demandante de lo que uno puede pensar.
- Que el ecosistema valenciano se haya levantado sobre la parte privada beneficia de cara a un cambio de Gobierno.
- Totalmente, somos un actor totalmente neutro. Todos los partidos se han acercado a preguntarnos qué necesitamos y estamos contentos de ese interés. Esto es una asociación que se ha construido desde el lado privado y es una asociación integradora, donde nos solo queremos que estén representadas las startups sino todos los grandes actores del ecosistema como las aceleradoras o los inversores.
Además, otro de los objetivos claros de esta época es que la asociación sea sostenible. Creemos que hay mucho potencial pero que para eso tenemos que hacer de la Asociación de Startups un negocio que nos permita maximizar el impacto. No se trata de maximizar la rentabilidad, pero sí generar espacios de patrocinio y similares y ya tenemos muchos interesados.
- Después de lo de la Estación Marítima , ¿se ha pensado en tener un espacio físico?
- Seguimos creyendo que la densidad es súper importante. Es una de claves y es una pena que en un ecosistema tan bien integrado como el valenciano estemos dispersos. Pensamos que es algo necesario, pero no es la prioridad. Creo que se hizo un trabajo muy interesante y exigente con la Estación Marítima pero al final hay muchísimos espacios y propuestas. Pensamos que es más importante ahora generar un valor tangible que buscar un espacio.
- Al Distrito Digital de Alicante han traído grandes empresas tecnológicas que se entienden tractoras. ¿Le hace falta eso a València?
- El espacio es importante pero no es la clave. La clave para nosotros es atraer el talento. Si hay algo de los que nos vamos a enorgullecer en València es del enorme potencial y talento que tenemos a nivel tecnológico, mucho más del que nos creemos. Se trata de visibilizar y que estos corporates -a los que no traeríamos nunca a golpe de talonario, ni subvención, ni nada parecido- les captemos porque tenemos una herramienta enormemente potente, que es el talento. Muchas compañías, aún con bases internacionales como Flywire o Blinkfire, tienen sus áreas de tecnología en València.
- ¿Cómo se ve a València a nivel nacional e internacional en el sector tecnológico?
- Nacionalmente nadie duda de que en València suceden cosas. Creo que nos hace falta clarificar más el qué sucede. Ese potencial de intentar hacerlo un poco más tangible. Pero sí que es verdad que internacionalmente somos enormemente desconocidos. Seguramente viene dado de la madurez del sector. No hay que aspirar a lo que uno no es. Somos una ciudad con una enorme capacidad de creación de compañías y creo que de calado pero nos falta todavía demostrar esto. Tenemos muy buenos ejemplos que siguen creciendo como Flywire o Mr Jeff y otras muchas compañías, pero lo que hay que hacer es empezar a visibilizar esos casos de éxito fuera para que incluyan tanto inversores como actores del mundo corporate a València en sus agendas, que mayoritariamente a día de hoy no lo hacen.
- ¿Hace falta un gran evento para posicionar a València como el Web Summit?
- Es necesario que busquemos un evento que sea representativo realmente a nivel internacional. Lo que deberíamos pensar muy bien es si hay que traer uno nuevo o crear uno desde aquí, porque tenemos la base para hacerlo. Es una de las cosas que está en nuestros procesos de reflexión.
- ¿Hay miedo por lo que pase con la Ley de Startups si se produce un cambio de Gobierno?
- La Ley de Startups todos la tenemos que entender como lo que ha sido, una magnífica oportunidad para que todos los actores nos diésemos cuenta de que tenemos un peso muy específico en la economía de España, pero sobre todo en el famoso cambio del modelo productivo. Ha sido una excusa que nos ha venido a todos estupendamente bien para generar un posicionamiento común que es quizá lo más llamativo: el planteamiento compartido entre startups, corporates, aceleradoras e inversores. Creo que es una buena oportunidad, pero si por cualquier condicionante no se ejecuta estamos hablando ya con el resto de partidos políticos a nivel nacional para plantear opciones. Si hay algo que se debe entender es que esto no va de un posicionamiento político, sino de un modelo del país en el que queremos vivir. Y yo creo que muchos comparten que parte de ese futuro pasa por las startups.
- ¿En qué punto está la ley?
- El paso siguiente del Gobierno es una trabajo que no será nada sencillo y es, con todas las propuestas recibidas, generar una primera versión de una propuesta de la ley, que hasta donde sabemos Francisco Polo nos contó que está en un proceso de audiencia pública. Creo que va a ser enormemente complicado que veamos absolutamente nada debido a los plazos de elecciones que tenemos. Pero, evitando cualquier juicio sobre si verá la luz o no, porque no lo sabemos, ha sido un acicate genial para que nos pongamos todos de acuerdo. También ha servido para que València nos integremos entre el resto de ecosistemas. En el grupo de trabajo de la nueva ley no solo están todos los corporates, es que hay gente del Mobile World Congress, de Barcelona Tech City, de la Asociación Española de Startups, del capital riesgo, de casi todos los actores importantes.
- ¿Cuáles son los puntos clave de esta Ley de Startups?
- Uno es el reconocimiento de la figura de las startups, que quizá es el más difícil y controvertido, porque al final implica reconocer algo que es difícilmente clasificable, que es necesario porque sin una figura que se nos reconozca es difícil hablar con nosotros como sector. Nos preocupa enormemente el tema del talento, su retribución, y por eso hablamos de stock options y cuestiones similares a la atracción del talento extranjero y la repatriación del talento español que tenemos fuera, que es muy importante.
En la parte de inversión, la mayoría tenemos en la cabeza la normativa de Reino Unido, que permite generar incentivos fiscales para que se inviertan en compañías de este carácter en las fases primeras. Después también incluye una reforma en la ley del crowdfunding o algo también novedoso que es plantear incentivos fiscales para la inversión de las grandes compañías en startups, porque es otra de las grandes patas que reconoce la nueva lista de medidas.
También se habla de simplificar los trámites administrativos y burocráticos de las startups, incluyendo las leyes de la segunda oportunidad, que aunque están muy bien pensadas no están bien preparadas para ser ejecutadas. La parte de la educación STEM y todos los problemas de inclusividad de género en la tecnología, que son enormemente importantes. La armonización del mercado único también nos preocupa mucho. La parte de la normativa laboral, con los nuevos modelos de plataforma on demand, no tanto a nivel de demanda sino que se genere un marco claro y que siente en la misma mesa a las dos partes para llegar a un acuerdo.
- ¿La normativa para los VTC perjudica a esta visión de Startup Nation?
- Al final en algún momento siempre va a haber dos tensiones, entre la regulación y la innovación. La protección de los modelos existentes. Tenemos que aspirar todos a que ni el proteccionismo se coma cualquier posibilidad de innovación, que nos llevará a un país cero innovación poniéndole tarifas a las innovaciones de terceros, pero tampoco un modelo en el que te cargues de un día para otro fórmulas tradicionales. Se trata de encontrar un modelo que permita el espacio y crecimiento de nuevos actores pero dándoles un cierto confort y un periodo de aclimatación a los sectores tradicionales.
- Eres conocido a nivel estatal, ¿tu figura en la presidencia ayudará a visibilizar más a la asociación valenciana?
- Uno de los objetivos de esta presidencia es ser cero personalista. Al final, la junta somos una herramienta al servicio de la ciudad. Aprovecharemos todos los medios que tengamos para recordarle al resto de ecosistemas, no solo de España, del gran potencial que hay aquí. Y obviamente, me tengo que mover mucho nacional e internacionalmente y es una forma de aprovechar esto, pero solo es una herramienta. Queremos pocos personalismos, los egos hay que dejárselos en casa.
- ¿Qué peticiones haríais desde la asociación al futuro Gobierno valenciano?
- Estarían muy alineadas con lo que se pide en la normativa startup estatal, y muchas de ellas tienen ámbito, desde las exenciones fiscales hasta el tema de gestión de trámites burocráticos. Tenemos algún tema concreto en la Comunitat Valenciana y en València que son importantes. Hablábamos antes del espacio y es una de las cosas que entendemos que sería enormemente beneficioso.
Pero también el posicionamiento internacional, y aquí hay que hacer una apuesta muy clara y decidida tanto de atraer talento como posicionar València fuera de la comunidad. También es muy importante facilitar los procesos de contratación. Cuando hablamos de la parte fiscal y laboral la mayoría de gente cree que lo que queremos es agilizar despidos, pero lo que queremos es facilitar contrataciones. Quiero contratar de una forma más sencilla y mejor. En València es enormemente complicado contratar extranjeros de fuera de Europa. Ahora tenemos a equipos de gente de toda Europa viviendo en València y esto tiene que dejar de ser una anécdota y estar bien diseñado y estructurado para atraer ese talento aquí.