Hoy es viernes, no sabemos si raro, pero estupendo, eso segurísimo. Porque nos juntamos con la banda, que es vinosa en lugar de musical. Tal cual.
Hablamos de un bonito proyecto de los chicos de A la Volé. Viejos conocidos con cariño y dados a hacernos aprender y disfrutar sin parar. A instruirnos sobre el gurbujismo más champagnero y algunos otros vinos tranquilos bien buenos. Sin olvidar pasadas iniciativas solidarias de las que llegan al corazón. Y chimpón, que ahora nos centramos en su penúltima locura: Rarabanda.
Doce viticultores, doce etiquetas y doce alegrías para el cuerpo hechas expresamente para los que decidimos unirnos a esta pandi. Una iniciativa que nos regala, a los afortunados apuntados, una serie de botellas de precioso contenido. Fiel reflejo de sus suelos y sus uvas. Paisajes que descorchamos con el punto extra de las explicaciones de sus autores que nos llevan de paseo entre sus vides a través de textos y vídeos con entrevistas sin aristas. Personas y sus lugares que caminamos de pensamiento y siempre copa en mano.
Y vamos, que empezamos con los seis que ya cayeron en nuestras manos. Como el Rarabanda por Xurxo Alba, que nos acerca a Cambados y su albariño. Luz vibrante que estimula los sentidos. Un tiempo que decide pararse para alargar el momento. Flecha que se lanza directa al alma y te atrapa con su enorme acidez en equilibrio perfecto con ese volumen inesperado. Y esperamos esa tarde de brisa sin prisa de un mundo contigo y esa tortilla de patata tan gallega.
Con Rarabanda por Orly Lumbreras damos salto loquito a Gredos. Garnacha de Navalmoral de la Sierra para retrepar por montañas de piedra oscura y reluciente. Miradas a riscos con arbustos mentolados, con sus hierbecillas y algunas flores chicatas. Vemos al fondo aquella casa rural que, con lozanía, nos acoge en sofá frente a chimenea para darnos un puchero humeante. Seguimos palante.
Y vamos con el Rarabanda por Alvar de Dios. Belleza salmantina de Arribes de Duero. Mezcolanza de tricadera, mencía, bastardo, Juan García y Doña Blanca, variedades que lo hacen tan frescales. Descarado y frutosín, fluye en conversación divertida saltando de tema en tema. Acertado en todo momento nos hace olvidar el tiempo. Y de pronto sorprende con ramillete de violetas de pétalos sedosos y en la mesa una jeta de las que sí.
El Rarabanda por David Sampedro es Rioja alavesa de gusto infinito. Tempranillo y graciano que se abrazan en la mejor armonía. Aromas que conducen a lugar de verde estampa y construcciones de cuento. Nos cuenta con voz profunda que es serio, pero nunca aburrido. Intensa elegancia con chaqueta de ciertopelo bajo la lluvia. Y abriendo el paraguas nos acompaña a hacer la necesaria parada para tomar unos caparrones.
Volvemos a Galicia, esta vez a la interior, para adentrarnos en el Rarabanda por Iago Garrido. Ourense tejido con caíño longo, brancellao y caíño da terra. Mirada inocente de niñez con mucha vida. Ganísimas de comerse el mundo y esa bolsa de chuches que hay que racionar. Juegos entre curvas sinuosas y saltarinas con la chispa del que aún tiene todo por escribir. Y ve escribiendo la comanda, que queremos una de lacón con grelos.
Terminamos estas vacaciones de ensueño en Valtuille, El Bierzo y León con el Rarabanda por Raúl Pérez. Mencía de campiña y expresión total. Identidad y señorío con la sinceridad del que te acoge desde el cariño. Callejuelas plagadas de bodegas en familia, entre pollitos muy rubios y motores desafiando las leyes de la física. Recuerdos que se fijan mientras baja la botella junto a unos bocadillos de chorizo y unas cerezas borrachinas como postre. La guinda de un pastel que compartimos con la cuadrilla, sin rarezas y repleto de buen vino.