VALÈNCIA. El conflicto derivado de la gestión de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) no es el único frente abierto del gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), José Luis Pérez Pont. Seleccionado a través de un concurso internacional en abril de 2016, su proyecto venía marcado por la transformación del Centre del Carme en espacio de cultura contemporánea y un sistema de convocatorias que (en parte) nutre su programación. Dos años después, la denuncia por supuesto “trato denigrante” a trabajadores, la inspección laboral tras la que se confirma “tensión” entre los mismos o el robo de una obra de arte marca la actualidad de un organismo que, al mismo tiempo, goza de su gran hit de visitas con la exposición del santanderino Okuda, grafitero y diseñador de la falla municipal de 2018. Es este uno de los escenarios donde se le retrata para la entrevista, pues no permite que se le fotografíe durante la conversación. Solo posados. Proclama que “nadie empieza leyendo Shakespeare” y defiende una programación que permita una “accesibilidad progresiva” a las artes visuales. “No estamos trabajando solo para especialistas, estamos trabajando para la ciudadanía”. Hablamos con José Luis Pérez Pont.
-En un clima de evidente tensión, ¿cómo afecta al día a día del Centre del Carme?
-El clima de tensión que existe en la plantilla no se genera porque yo llegue aquí a trabajar, esa tensión existe antes de que yo llegue y se remonta a años atrás, ¿por qué? Porque en determinados momentos ha habido trabajadores del Consorcio que han tenido, según quién ha dirigido el Consorcio, una posición de poder que ha cambiado a lo largo del tiempo y también las funciones que han desempeñado. Eso se ve reflejado en los créditos de los catálogos. Para el juicio hemos hecho una revisión en profundidad de esos créditos y nos hemos dado cuenta de que no solamente con la nueva RPT las funciones no han cambiado de forma sustancial -que no lo han hecho- sino que en el pasado sí que ha habido unos cambios que están recogidos y perfectamente documentados […] Hay una tensión y un malestar previo entre los trabajadores, diferentes grupos en ocasiones enfrentados entre sí. Para mí lo más complicado ha sido, y creo que ha mejorado bastante, que existiera un clima de colaboración y de trabajo en equipo. Debido a las enemistades y al mal clima existente entre ellos generaba problemas en la gestión diaria del trabajo.
-En nuestra primera entrevista, en octubre de 2016, dijo que se encontró con un Centre del Carme en el que había "descoordinación, falta de comunicación entre los propios departamentos del Consorcio", ¿cómo es ahora?
-Ha mejorado. Es evidente que si no hubiera mejorado no tendríamos los resultados de trabajo que estamos teniendo. Hay que tener en cuenta que el Consorci de Museus ha crecido en actividad, este año ha crecido en presupuesto también. Llevó a cabo 50 exposiciones y 314 actividades, frente a treinta y pico exposiciones del año anterior y cien actividades. Eso implica un incremento de trabajo muy importante para la plantilla.
-Un aumento de trabajo, pero con la misma plantilla.
-Por lo tanto pone de manifiesto que la plantilla responde y ha respondido al reto de activarse y de ponerse en marcha. Cuando llegué había trabajadores que prácticamente no tenían trabajo que llevar a cabo. En este momento todo el mundo tiene mucho trabajo. Nadie puede decir que se ha quedado de lado del proyecto.
-¿Qué quiere decir que había trabajadores que no tenían trabajo?
-Es una realidad. No lo sé, [con] el anterior gerente había trabajadores que a lo mejor no eran de sus confianza, no sé muy bien, a los que daba poco trabajo. En este caso, cuando llegué, reequilibré esta situación y traté de hacer un reparto de trabajo para que todo el mundo tuviera competencias y participación en la programación y en las tareas que se llevan a cabo, cada uno desde sus funciones.
"El problema de tensión no se achaca a la gerencia"
-Sobre la denuncia por supuesto "trato denigrante" a trabajadores, dijo que era una "oportunidad" comparecer en Les Corts para poder explicar estas cuestiones, ¿qué quiere explicar al respecto?
-Aquí no se ha producido ningún trato denigrante a nadie. Estamos todos trabajando y poniendo, entiendo, lo mejor cada uno de nosotros para poder llevar a cabo esa misión. No entiendo que eso esté fundamentado. A nadie se le ha dejado de lado, a nadie se le ha arrinconado, a nadie se le ha dejado sin funciones. El tipo de acciones que hipotéticamente se llevan a cabo cuando se quiere desplazar a alguien es no dar trabajo y participación y eso aquí no sucede. Al revés.
-Entonces, ¿por qué llega esa denuncia?
-A nosotros la denuncia no nos consta. Hubo una inspección de trabajo en septiembre del año pasado de la que no hay ningún resultado. La inspección de trabajo puede estar motivada por una denuncia o por una inspección rutinaria, no sabemos el motivo de esa inspección. Si hay una denuncia nosotros no lo sabemos porque no sería legal que lo supiéramos. Cada indicación que se nos ha dado se ha seguido y cualquier cosa que haya que mejorar en el funcionamiento se aplica y se mejora, pero no hay nada hasta la fecha que indique que hay una situación fuera de lo normal.
-Derivado de la denuncia existente y los informes de la mutua, ¿se ha tomado alguna medida en el Consorci para mejorar la relación con los trabajadores?
-La relación no es con los trabajadores, es entre los trabajadores. El problema de tensión no se achaca a la gerencia. En ese informe lo que se indica es que hay una situación de tensión entre los trabajadores, pero no se especifica que sea con la gerencia.
-¿La gerencia ha tomado algún tipo de medida?
-Eh... Sí. Hablar con cada uno de los trabajadores y tratar de, no sé, poner paz en situaciones a veces de conflicto entre ellos o de malos entendidos que puedan haber en situaciones como la RPT. Eso ha generado entre los trabajadores una sensación como de incertidumbre. Simplemente se aclaran las cosas, se explican. [...] Mi papel no es el de mediar, mi papel es el de ser el gerente. Lo que intento es que haya una situación normalizada, para eso hay una persona que tiene la competencia en materia de trabajadores que es la persona que ocupa la plaza de administración.
-¿Teme que estas cuestiones puedan tener algún coste en su puesto?
-No.
-¿Cree que, en tanto que gestores públicos, deberían acercar posturas José Miguel G. Cortés, director del IVAM, y usted?
-Mi postura no está en absoluto alejada. No tengo ningún problema con él ni con nadie.
-¿Cómo es su comunicación con él?
-La misma que [tiene] él conmigo.
-El director del IVAM se negó a participar en la comisión de compra de obras de arte que usted coordina y fue crítico con ella, ¿cómo lo tomó?
-Es una comisión creada a propuesta de... no es una comisión, para empezar, es un grupo de expertos, no existe como comisión, creado a propuesta de la Conselleria y quien invitó a participar fue el conseller. A quien el director del IVAM dijo que no no fue a mí, fue al conseller.
-Con dos años en marcha, ya puede hacer balance del sistema de convocatorias públicas y jurado para programar en el Centre del Carme (y otros espacios), ¿qué balance hace?¿está el resultado a nivel de calidad y coherencia lo que deseaba?
-Sí. Está funcionando realmente muy bien, las convocatorias ofrecen la posibilidad a que artistas, comisarios, mediadores o educadores puedan acceder a una serie de propuestas. Hemos lanzado en este tiempo 18 convocatorias públicas, hemos aprobado 84 proyectos de los cuales 49 responden a programas educativos que se llevan a cabo en el Centre del Carme y en toda la Comunitat... Creo que estamos haciendo una labor interesante teniendo en cuenta que somos una institución que lo que tiene que hacer es promover y apoyar a los artistas, a los creadores y al sector profesional. La respuesta en cuanto a solicitudes y participantes ha sido muy alta en todas las convocatorias, la calidad también lo es, y el resultado de los proyectos nos permite ver unas propuestas interesantes, contemporáneas y que tienen que ver con el pulso y la creación actual.
-¿Cómo encaja en el Centro del Carme, en tanto que centro de arte contemporáneo, eventos como una feria vegana o la inminente colaboración con Mercavalencia?
-Encajan perfectamente. La feria vegana era una actividad de la exposición València Capital Animal, una exposición que está hablando en contra del maltrato a los animales […] En el caso de Mercavalencia, es a petición del Ayuntamiento de València como parte del Consorci [que] solicitan hacer uso de estas instalaciones que son de la Generalitat y que gestiona el Consorci de Museus para mostrar los resultados de una acción que se desarrolla en Mercavalencia en relación a la creación floral.
-El conseller decía que el Centre del Carme es un espacio en el que cabe “todo tipo de actividad siempre que tenga un mínimo de calidad”, ¿qué tiene que tener un evento o exposición para encajar en la filosofía del CCCC?
-Tiene que tener calidad en lo que se plantea, tiene que tener interés, los agentes que participan en el mismo tienen que tener la calidad y el interés que nos parezca el adecuado, pero en cada proyecto se valoran unas cuestiones. No es lo mismo un proyecto que procede de un colectivo social a través de una convocatoria pública, ahí no se está valorando tanto la calidad artística sino la función social. En cada caso se valoran unos criterios, pero siempre pretendiendo que tenga sentido en el contexto que trabajamos. Trabajamos en un contexto no de arte contemporáneo sino de cultura contemporánea.
"Trabajamos en un contexto no de arte contemporáneo sino de cultura contemporánea"
-Uno de los grandes proyectos es la rehabilitación del convento, sin embargo parece que no llega, ¿qué plazos maneja?
-Yo no manejo plazos. El edificio es titularidad de la Conselleria de Cultura y es desde la Conselleria desde donde se lleva a cabo ese plan de actuación. Nosotros somos receptores y [estamos] deseando que se produzca a la mayor brevedad. El año pasado se realizaron los estudios previos y ahora están en el proceso de continuar con el proyecto.
-¿Se plantea que pueda acabar su periodo de gerencia sin que se rehabilite?
-Lo que no depende de mí no lo puedo valorar. Los procesos de la administración son lentos. Si llega, los usaremos; si no llega, lo usarán otros.
-Uno de los proyectos que estaba previsto era la puesta en marcha de la cafetería y la tienda.
-Está en proceso. Entiendo que llegará más fácilmente porque es una actuación mínima, no implica una rehabilitación, simplemente es un acondicionamiento de espacios. Entiendo que llegará antes, pero igualmente no se controlan desde aquí los plazos.
-¿Qué quiere decir 'está en proceso'?
-Que se está trabajando desde la Conselleria en ese proceso. De proyecto, de licitación...
-Esta pregunta la hice hace poco a Miguel Falomir: ¿más público es siempre mejor?
-De las cifras no hablamos más que de los contenidos, lo que pasa es que lógicamente cuando se lleva a cabo la gestión de un espacio público las cifras cuentan en cuanto a que nos dan una respuesta del público. Si estuviéramos haciendo los proyectos que hacemos y el público no respondiera tendríamos que plantearnos otro tipo de estrategia. No quiere decir que más público sea mejor ni estamos trabajando bajo la tiranía de la cifra, pero es evidente que estamos trabajando bajo el paradigma del servicio público. Por lo tanto, yo no puedo querer que no venga gente[…] ¿Es un problema que el público vaya a los lugares? Cuando las personas se sienten interpeladas y participes de una programación cultural y responden no solo beneficia a un centro, beneficia a la sociedad.
"El problema no es de cabeza ni de dirección, el problema es de ejército. somos pocos en la plantilla"
-Una cuestión pendiente es la renovación de los estatutos, ¿en qué punto está y qué hay que modificar?
-Hay una cuestión de adecuación legal, han habido cambios legislativos en 2013 y 2015 que no se han aplicado a sus estatutos que son muy anteriores a que yo llegue al Consorcio de Museos. Tenemos que adecuarlos a la legalidad vigente. No lo hemos podido hacer todavía porque no nos da la vida para más. Somos poco personal, reivindico la escasez de personal del Consorci de Museus. Entiendo que cuando había una escasa actividad a través del CMCV y del Centro del Carmen posiblemente con este número de trabajadores era suficiente, en este momento nos faltan trabajadores. Necesitamos más plantilla.
-La actividad fuera del Centro del Carme ha crecido en estos años, ¿Cree que cabe una bicefalia?¿separar la gerencia del Consorci y la dirección del Centre del Carme?
-Hacen falta más trabajadores. El problema no es de cabeza ni de dirección, el problema es de ejército. Somos pocos en la plantilla.
-¿Hay alguna novedad por lo que respecta al robo de la obra de Ramón Gaya?
-No, no tenemos ninguna comunicación por parte de la Policía.
-¿Este suceso ha derivado en cambios en la seguridad o funcionamiento del CCCC?
-Nosotros estamos en constante y permanente ejercicio de revisión y de mejora. Siempre. El sistema de dejar mochilas se debe principalmente al aumento de visitantes, por una cuestión de seguridad. Hemos pasado de 71.000 visitantes en 2015 a 93.000 en tres meses.