VALÈNCIA. “Por fin”, dijo el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo. A su lado, la concejala de Agricultura y Pobles de València, Consol Castillo. “Por fin ha llegado el momento”, repitió. La Junta de Gobierno Local aprobará este viernes la licitación de las obras de restauración y rehabilitación de la Alquería del Moro, en el barrio de Benicalap de València, en el camino viejo de Burjassot. Este edificio histórico acogerá las dependencias de un nuevo Centro de Interpretación de la Huerta.
“La Alquería dels Moros, juntamente con la de La Torre y el Casino del Americano, constituyen una parte muy importante del inmenso patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad”, recordó Campillo. E insistió: “El Govern de la Nau tiene un compromiso para recuperarlo y conservarlo después de muchos años de abandono y de diversas reivindicaciones del vecindario y colectivos que exigían una actuación”.
El presupuesto de la actuación es de 2.096.842,17 euros y el plazo de ejecución de las obras es de 16 meses. “Desde el primer minuto este gobierno tuvo la intención de rehabilitarla. Durante estos dos últimos años no hemos estado parados”, se justificó; “hemos intervenido en la Alquería para limpiarla, desescombrarla cuando hizo falta, y también para apuntalar un muro de tapia que estaba en peligro de venirse abajo”, explicó.
Campillo denuncia que hay “decenas de edificios con valor patrimonial que el gobierno anterior dejó caer, se desentendió, y ni tan solo los mantuvo”
La Alquería dels Moros es una de las más relevantes de la ciudad, aseguraron desde el consistorio. Como ejemplo de ello recordaron que está catalogada como a Bien de Interés Cultural desde 2004. Se trata de un edificio residencial compendio de la arquitectura señorial y rural de la huerta valenciana del periodo que va del siglo XIV al XVIII. El objetivo de esta intervención municipal es que el edificio muestre el accidentado devenir de sus muros, en los que se señalarán los hitos más significativos de su historia y de su proceso de permanente metamorfosis.
Con el proyecto, tal y como apuntó Castillo, la ciudad se dotará de un espacio que proyecta un modelo de actuación de cara al futuro, “novedoso”, dijo, porque pondrá en valor una actividad agrícola que estaba prácticamente en desaparición en la ciudad. “Queremos hacer una reflexión a nuestros conciudadanos sobre la importancia que tiene la relación de las ciudades con sus entornos alimentarios”. El centro estará gestionado a través de la Concejalía de Agricultura y Huerta.
Campillo insistió en que en la actualidad la ciudad tiene “decenas de edificios con valor patrimonial que el gobierno anterior dejó caer, se desentendió, y ni tan solo los mantuvo. Ahora tenemos ejemplos de edificios de gran valor patrimonial que hay que cambiar hasta el tejado y hemos de intervenir de manera importante para su recuperación. Pero este gobierno, el Govern de la Nau, tiene claro que todo es comenzar. Por eso hicimos el plan de Alquerías, donde nos hemos gastado más de medio millón de euros en mantenerlos. Y ahora, en este caso, lo vamos a abordar con casi dos millones de euros. Todo esto es posible gracias a la enorme tarea que realizan los funcionarios municipales, los arquitectos y resto de personal, que hicieron el proyecto y lo tenían guardado hasta que un gobierno con voluntad política lo llevara adelante. Ese momento, por fin, ha llegado”.