Este lugar es pura fantasía. Es un chicle rosa, olor a moras y rebosa sofisticación.
Tengo que reconocer que entré por pura casualidad, necesitaba una mesa, un enchufe y comida. Eché un vistazo al frente y ahí estaba Beverly, cómo para no verlo. Su puerta llena de flores rosas no pasa desapercibida en la Gran vía. Nunca fui muy de rosa, de flores ni de olores afrutados pero sí que era una loca de Disneyland así que supongo que mi niña interior me llevó hasta allí.
Lo que no sabía cuando entré es que, tal como cuenta Ferrán en “La Gran Vía que merecemos” , esta propuesta cuenta con la dirección de de Luis Jaime Hervás (asociado de Manolo Bakes Valencia y franquiciado de Foster’s Hollywood), el asesoramiento de José Tomás (Q’tomas) y la dirección de cocina de Carlos Belloch (ex-Sushi Samba Londres). Claro, ahora entiendo por qué flipé tanto con los platos.
Hablamos de una propuesta de brunch de calidad y a buen precio, que además es de lo más instragrameable. Y no solo eso, en cuanto vi que la carta estaba repleta de opciones vegetales mis ojos empezaron a brillar. Pedimos ensalada de burrata con melón de cantalupo, nectarinas, pesto y semillas, un hummus casero con zaatar que estaba de vicio y la berenjena con crema feta, pistachos, granada y salsa de miel y limón. Cómo estaba esa berenjena, maravilla. Tierna, bien especiada y consistente. Platos aparentemente sencillos pero buenísimos en cada bocado. Lo mejor de todo es que esto junto con bebidas para dos no salió por más de 15€ por cabeza.
Mi conclusión: es el sitio perfecto si quieres comer bien, si vas con hijos, si necesitas cambiar de mood y poner tu día un poco más rosa o si simplemente te encanta la fantasía.