Valencia recupera su resplandor

La Gran Vía que merecemos

Dos próximas aperturas y una reciente marcan el futuro gastronómico de la arteria más emblemática de la ciudad.

| 10/06/2022 | 7 min, 59 seg

La Gran Vía Marqués del Turia recorre, separa y vertebra el ensanche burgués Valenciano. Configurada como una espina dorsal que aglutinó el desarrollo urbanístico de la ciudad, escenificaba uno de los anillos que marcaba los límites urbanos del s.xix y que en los albores del s.xx bajo la influencia industrial marcaba el impasse entre la nueva estructura, racionalista e hipodámica que tan bien había funcionado en Barcelona gracias a Cerdá o en París por medio del Barón Haussman y los viejos modelos anárquicos y caóticos. En definitiva, el empleo estratégico de la planificación como modelo de crecimiento.

Si la Gran Vía madrileña lucía sus icónicos neones y los teatros y odeones, y la catalana destaca por ser la más larga de España dejando a sus orillas catedrales, plazas y basílicas, la valenciana se configuró como un espacio de recreo burgués. Una vía ajardinada en su parte central para disfrute de vecinos, flâneurs y jóvenes en edad de festejar, siempre ante las atentas miradas adultas poco permisivas del personal de servicio. Una vía que tomó el nombre de Marqués del Turia, título concedido por Alfonso XIII a Don Tomás Trénor y Palavicino en 1909 debido al éxito de la Exposición Regional Valenciana que él mismo organizó como presidente del Ateneo Mercantil y que salvo el excepcional período republicano que la renombró en honor a Buenaventura Durruti, para siempre irá ligada a los Trénor y al río que marca los límites de la misma.

De carácter modernista, floral y señorial, la Gran Vía ha sufrido diversos cambios en su función y ambientación. Pero siempre es marco, lugar y camino. Eje y brújula. La Gran Vía ha sido escenario de cientos de vaivenes y encuentros que la decadencia y gentrificación han desnaturalizado y desustancializado desde una perspectiva Kantiana hasta casi convertir en una sombra de lo que fue y que poco a poco intenta recuperar un esplendor del que nunca tuvo que desprenderse. Tres proyectos, bajo la atenta mirada de tres hosteleros conscientes del valor de la misma y con ganas de cambiar modelos poco atractivos, se yerguen como paladines de una nueva Gran Vía que aspira a recuperar un espacio y un discurso nuevo para una ciudad en ciernes que pretende ser, sin renunciar a lo que fue.

Pasemos a recorrer una vía de inicio a fin. De mañana a noche.

Beverly Café 

Gran Vía del Marqués del Túria, 18

La primera propuesta se ubicará en el antiguo Headquarter de Alfredo Esteve, posiblemente el chaflán más fashion de toda la Gran Vía. Beverly Café es la apuesta healthy que contará con la dirección de Luis Jaime Hervás (asociado de Manolo Bakes Valencia y franquiciado de Foster’s Hollywood), el asesoramiento de José Tomás (Q’tomas) y la dirección de cocina de Carlos Belloch (ex-Sushi Samba Londres) junto a diversos socios inversores entre los que destacan Guillem Querol (promotor musical) y Pablo Remohí (IVI). El espacio ha sido diseñado por Only You, que es el estudio de interiorismo de Nacho Álvarez con una estética instagrameable que en palabras del propio Guillem: “será la primera de una cadena de cafeterías healthy que próximamente se va a expandir a ciudades como Madrid y Sevilla“.

Nos comenta Luis Jaime que la fecha de apertura se prevé para finales de junio o julio, que están buscando la manera de encajar un modelo que sea sorprendente, único y especial. Desde luego la fachada lo será, puesto que, a priori, lucirá un impactante rosa pastel del que colgarán flores al más puro estilo British pero con reminiscencias que nos transportaran a las calles Angelinas de Rodeo Drive. Ya saben donde Richard Gere pretendía gastarse una pasta indecente con Julia Roberts en Pretty Woman. De Mónaco a Dubai, pasando por Capri, Portofino o Saint Tropez, el espacio pretende reflejar el ambiente más celestial y exclusivo, pero eso sí con una carta de precios más que ajustada.

En palabras de Carlos Belloch: “La idea es preparar desayunos, brunch, y late evenings. Muy en línea de espacios como Flax & Kale, EL & N London o 7th Heaven Café, las propuestas que preparamos cuentan con unos proveedores de nivel TOP, gracias al asesoramiento de José Tomás y pretendemos ofrecer desde tostas a diversos tipos de huevos benedict, royal, tokio, shakshuka… pasando por bowls, ensaladas y shirachi bowls, puddings, dulces y alguna especialidad con influencias asiáticas“. En definitiva haciendo honor a su nombre, en Beverly Café disfrutaremos de la sensación de vivir. 

Dalima 

Gran Vía del Marqués del Turia, 58

La siguiente apertura nos dirige hacia la parte central de la Gran Vía. En la misma Rive Droite, justo en el cruce con Joaquín Costa se ubicará Dalima. Una propuesta desenfadada que de la mano de Javi Calduch pretende recuperar a finales de julio la esencia de un mercado Peruano con su barra Cevichera. Una parte de la participación del proyecto será representada por Richie Goachet, que estará a caballo entre su Lima natal y su Valencia adoptiva. También participan como asesores del proyecto externos Sergio Mendoza (El Observatorio) y otro Sergio, en este caso Rozas (Mamua).

Hablamos con Richie Goachet quién nos explica que: “Dalima nos traerá el alboroto y el batiburrillo de un mercadito de Perú, nos transportará a su efervescencia, su vitalidad y su alegría. Queremos reflejar la variedad gastronómica de un país que está en proyección ascendente y una cocina que fusiona, gracias al pacífico culturas, productos y técnicas. En nuestra cocina habrá ceviches, causas, tiraditos y guisotes. Pero sin olvidarnos del mediterráneo y su acervo cultural, para ello proponemos un viaje de ida y vuelta, de aquí a Lima“.  

"Dalima nos traerá el alboroto y el batiburrillo de un mercadito de Perú"

Javi Calduch será el principal motor y la cara visible del proyecto. Un proyecto vital que lleva rumiando años y que por una serie de circunstancias no había puesto en marcha hasta ahora. “Esta es la consagración de un sueño, que supone un esfuerzo y una motivación muy grande. Hace muchos años que tenía en mente la idea de montar un espacio desenfadado y distendido donde se comiera de forma honesta. Dalima será todo eso pero además un espacio en el que volar la imaginación, disfrutar de unos piscos y unos ceviches en barra, con cocina abierta, en un local super fresco y colorido, con un servicio amable y eficaz“ nos cuenta. Parece sencillo, pero no lo es. Desde luego tiene determinación con lo que la mitad del camino ya lo tiene hecho.

Varetto 

Gran Vía del Marqués del Turia, 73

Por último nos dirigimos a Varetto: la apertura reciente (lleva cocinando suave desde abril) que de la mano de Toni Boix (Lavoe) David Núñez (Salvaje) y Guillem Querol ha llegado para revolucionar la esquina de la Gran Vía que anteriormente ocupaba Raúl Aleixandre con Baobab. Viva Watusi reza uno de sus neones y nos es para menos puesto que Varetto nos traslada lógicamente, a esos espacios festivos y lúdicos donde el jazz, el bogaloo o la salsa se aúnan bajo los ritmos percusionados del gran Ray Barreto.

Cuenta Toni Boix que existe un debate abierto entre la gastronomía mediterránea y la italiana. Una mitad del mundo cree que la mejor es la española, y en cambio la otra mitad cree que el premio se lo llevan los reyes de la «pasta». Nosotros no queríamos pelearnos con nadie, y hemos fusionado ambas para crear el bar de tapas más divertido de la ciudad de Valencia. Personalmente yo no puedo estar más de acuerdo con esa aseveración. ¡Qué manía con tener que elegir bando! Lo he dicho miles de veces, el arriba firmante es un mercenario del placer y como buen disfrutón y hedonista, el placer se haya donde esté un buen plato, una buena copa y una buena conversación.


De lo primero: carrillera, albóndigas, hamburguesas que quitan el sentido, burradas, tacos, una tortilla carbonara que es titular indiscutible, croquetas o unas bravas típicas de un bareto. De lo segundo, que nunca esté vacía, bien de tintos clásicos o de blancos de placer inmediato. Toni tiene una bodega pertrechada de referencias fácilmente reconocibles y de consenso. Si eres de birra, no pasa nada, nadie es perfecto y en Varetto nunca faltará. Y de lo tercero, pues sí, quizás aquí si que tendréis que elegir, que no hay nada peor que envejecer y darse cuenta que no tiene nada que contar.

Caballero, ahí acaba de entrar Watusi / Ese mulato que mide siete pies y pesa 169 libras / Y cuando ese mulato llega al lugar todo el mundo dice / A correr que ahí llegó Watusi / El hombre mas guapo de La Habana


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