VALÈNCIA. La Bohème vuelve a Les Arts, y esta será la tercera vez que se podrá ver el montaje diseñado por el exintendente y director de escena Davide Livermore. Pero James Gaffigan, actual director musical de la Orquesta, no quiso restar importancia a las seis funciones que se van a poder ver a partir del 9 de diciembre: “La Bohéme es una obra maestra, y ha de ser tratada como tal”. Habló de un reparto “de lujo”, de una “oportunidad” inédita porque han tenido mucho tiempo de ensayar (“normalmente, al ser una ópera de repertorio, tienes tres días de ensayo, y a veces ni siquiera puedes ensayar con las orquestas”, algo que no ha sido así en este caso). Gaffigan tomará el relevo de Riccardo Chailly, que llevó la batuta en su estreno en 2012; y de Manuel Coves, que hizo lo propio en 2015.
Pero si La Bohème se repite es porque es una de las obras más queridas por el público, también por el valenciano. La obra de Puccini es una de las más representadas en el mundo, y tiene infinitas versiones. La producida por Les Arts cuenta con una impresionante escenografía en la que toma protagonismo la pintura del siglo XIX. Dos grandes pantallas proyectan cuadros impresionistas animados.
Además, esta tercera reposición contará con Saimir Pirgu en el papel de Rodolfo (es uno de los referentes actuales en este papel) y Federica Lombardi representando a Mimì. Los dos protagonistas destacaron ayer, igualmente, la oportunidad de limar tanto sus personajes en los ensayos, y agradecieron la manera de trabajar propuesta por Les Arts.
En todo caso, también servirá para desplegar algunos de los pilares del talento valenciano de la lírica. Empezando por Emilio López, director de la reposición, que asume este papel por séptima vez. López ya es una gran conocido por Les Arts, porque su carrera nació precisamente en València, y ha dirigido varias reposiciones a lo largo de los años (la temporada pasada, sin ir más lejos, Madame Butterfly, o en 2020, Così fan tutte). López es una gran promesa de la escena con el que Les Arts quiere contar, y la sintonía entre él y Jesús Iglesias Noriega, director artístico del coliseo, es evidente.
Otro gran nombre, en esta ocasión encima del escenario, es Marina Monzó, que se encuentra en plena forma y que hace tan solo un año debutaba en la Ópera de Munich. Monzó interpretará a Musetta, tras su papel de Despina en Cosí fan tutte, en la temporada 2020-2021. La soprano natural de Quart de Poblet cuenta con un talento ya recogido por los distintos críticos siempre que pasa por València.
La Bohème también será el debut en Les Arts de Manuel Fuentes, natural de Crevillent. Con tan solo 24 años, el jovencísimo bajo se hará cargo del papel de Colline. Según explicó en rueda de prensa Iglesias Noriega, fichó a Fuentes y le ofreció audicionar para este montaje. Fuentes así lo hizo y ha conseguido el papel que le presentará al público valenciano. Fuentes viene avalado por varios premios que le confirman como un nombre emergente.
Vicent Romero, tenor y alumnni del Centre de Perfeccionament, también estará encima de las tablas para interpretar a Parpignol. Romero comenzó su educación vocal en la Escolanía de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia y más adelante estudió canto en la Accademia del Belcanto Rodolfo Celletti de Martina Franca en Tarento (Italia). José Sempere le apadrinó.
Ignacio Giner, que forma parte del Cor de la Generalitat Valenciana, salta a escena como Un venditore. Pero el Cor también estará presente, como es habitual, además de la Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats y la Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet. Y cómo no, la Orquestra de la Comunitat Valenciana.
La Bohème servirá para pulsar el presente y el futuro de la lírica valenciana. Decía Rosa Solá, en su crítica de la segunda reposición en 2015, que “La Bohème es una obra que siempre gusta, especialmente cuando no se ha oído una versión mejor”, con la sensación agridulce que le dejó esta. La tercera busca superar esto y renovar el entusiasmo con el que se recibió en su estreno.