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ha cerrado el año 2015 con un total 385.151 atenciones

La Casa Caridad alerta de un nuevo perfil de riesgo: personas mayores de 55 años y sin empleo

4/07/2016 - 

VALENCIA, (EP). Casa Caridad Valencia ha cerrado el año 2015 con un total 385.151 atenciones, el doble que en los años previos a la crisis aunque un 2% menos que en los últimos ejercicios. Entre los usuarios de sus servicios, la ONG ha detectado la aparición de un nuevo perfil de riesgo: personas mayores de 55 años sin empleo, "víctimas de la crisis económica" que han agotado ya todas las prestaciones a las que podían acceder.

Por primera vez en una década, los usuarios españoles superan a los inmigrantes y el número de mujeres ha crecido del 12% al 52% en el mismo período de tiempo. Así lo ha subrayado el presidente de Casa Caridad de Valencia, Antonio Casanova, durante la presentación de la Memoria de 2015, junto al vicepresidente, Luis Miralles, y la directora gerente, Guadalupe Ferrer.

Casanova ha alertado también sobre el "envejecimiento" de las personas sin hogar que acuden a su albergue, con los consecuentes problemas de salud, -el 6% están en situación de dependencia-, y ha confesado que tras más de 30 años al frente de la entidad, se ha visto "impresionado" por el "deterioro físico y cognitivo" cada vez mayor que ve en los usuarios de sus servicios, como consecuencia de la "cronificación de la situación de marginalidad", en desempleo y/o en la calle.

Las cifras de 2015, que ha ofrecido en detalle el vicepresidente de Casa Caridad, Luis Miralles, muestran que su albergue registró 21.944 pernoctaciones el pasado año, el 56% españoles, el 32% mujeres, el 6% menores. Las estancias se van prolongando y el deterioro de las personas sin hogar es cada vez mayor.

En este punto, Miralles ha querido "denunciar la falta de recursos tanto para personas mayores como para personas cuyo estado psicológico es deplorable" y ha advertido de que en Valencia la población mayor de 64 años sigue al alza (son ya 150.000 personas) y el 26% viven solas.

Los comedores sociales han repartido 321.905 raciones, el 24% menores de edad, de 18 a 40 años 29%, de 41 a 65 el 45% y mayores de 65 el 2%. Según Miralles, "el principal problema es la falta de empleo que no acaba de solucionarse, el paro es muy alto" y llegan al comedor de Casa Caridad las "víctimas de la crisis", mayores de 55 años, que tenían su profesión y su oficio pero "no pueden volver al mercado laboral, han agotados las asistencias y las prestaciones" y cuanto más tiempo pasa "más se van deteriorando", ha lamentado. Este último año han comido allí más mujeres y los españoles son los mayoritarios.

El Centro de Día ha realizado más de 5.600 asistencias a diferentes talleres y actividades para la adquisición de habilidades sociales, mejora de la autoestima y estimulación cognitiva y de ocio, en las que el perfil predominante ha sido un español de entre 41 y 65 años. "Cada vez se atiende a más personas que viven solas" y para algunas era la primera vez que iban al cine, al teatro o al museo. De hecho, muchos "creían que no tenían derecho" a ir, ha relatado Miralles.

Las escuelas infantiles, que han atendido a más de 100 niños en riesgo de exclusión, han recibido un 14% más de solicitudes que el año anterior, fundamentalmente procedentes de familias monoparentales o biparentales con edades comprendidas entre los 22 y los 44 años, muchos con estudios secundarios.

Los programas de Promoción y Recuperación Personal de Casa Caridad han ayudado a encontrar alojamiento a más de 130 personas, los talleres de higiene han realizado 2.500 atenciones y se ha trabajado en la orientación a la búsqueda de empleo para los asistentes. En concreto, el programa Escuela-Familia ha podido encontrar soluciones laborales al un 46% de las familias atendidas.

En este punto, preguntado por si considera suficientes los nueve pisos tutelados que Ayuntamiento y Generalitat van a poner a disposición de soluciones habitacionales este año, el presidente de Casa Caridad ha señalado que "nueve no son suficientes pero menos había antes" y valorado que "es bueno que se empiece con nueve, a lo mejor el año que viene son 18 o más", ha aventurado.

En su opinión, lo importante es empezar a cambiar las cosas". "Resolver todos los problemas es prácticamente imposible pero se debe tener voluntad de ir resolviendo". De hecho, ha destacado las buenas relaciones con el consistorio valenciano, que les ha dado su apoyo y facilidades para la puesta en marcha de su último proyecto, el nuevo centro de Casa Caridad de Benicalap, inaugurado el pasado mes de marzo, tras la mayor inversión de la ONG en sus 110 años de existencia (4,6 millones de euros).

En cuanto a los datos económicos, Casanova ha señalado que el número de socios ha aumentado un 6% hasta los 3.785. La mayoría, ha admitido, tienen una media de edad "alta", por lo que Casa Caridad se encuentra inmersa en una campaña en la redes sociales para captar nuevos socios, principalmente "gente joven", ha precisado. También ha puesto en marcha la iniciativa 'Empresas con valor', que ya ha atraído más de 100 empresas.

En total Casa Caridad ha destinado un total de 3,61 millones de euros en 2015 a su obra social.

Para 2016, Casa Caridad dejará de percibir la subvención nominativa de 485.000 euros que recibía de la Generalitat cada año y que venía incluida en los presupuestos. A partir de ahora, tendrá que presentarse a concurso para obtener fondos. Por ahora se ha presentado a los dos que se han convocado de ayudas a la Acción Social y a Inmigración, con los que, en el mejor de los casos, podría optar a 330.000 euros.

Esto supondría una "merma importante" en el dinero que recibe la entidad, que tradicionalmente se nutre de fondos de la sociedad civil en alrededor de un 75% y un 25% públicos. No obstante, Casanova a asegurado que se van a presentar a todos los concursos que haya y se ha mostrado "confiado y esperanzado" en que tras haber hablado con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se "trate bien" a Casa Caridad, así como de que se convoquen más ayudas a las que se puedan presentar para "suplir" el descenso de fondos.

Por último, preguntado por la posibilidad de dejar la presidencia de Casa Caridad, algo que Casanova ligaba al fin de las obras del centro de Benicalap, ya terminado, ha apuntado entre risas que "si Benicalap está acabado, tendremos que ir cambiando de presidente".

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