VALÈNCIA (EP). Luis Miralles ha sido reelegido presidente de Casa Caridad por mayoría absoluta contando con el respaldo de todos los miembros de la Asamblea General.
La Asociación Valenciana de Caridad ha celebrado sus elecciones generales para escoger a la Comisión Ejecutiva que dirigirá la ONG durante los próximos cuatro años.
Miralles lleva casi 30 años vinculado a Casa Caridad y durante este periodo ha realizado funciones de director de personal, vicetesorero, vicepresidente y presidente, siempre de manera altruista.
Luis Miralles ha recibido esta reelección con "agradecimiento, responsabilidad y compromiso". El presidente ha señalado, en un comunicado, que "agradezco la confianza que han vuelto a poner en mí, pero lo hago con la responsabilidad que supone presidir una institución que realmente es del pueblo valenciano".
Casa Caridad es un referente en atención social a nivel nacional y lo es "gracias a la generosidad de la sociedad valenciana, que permite una gestión técnica y profesionalizada". Precisamente, ahora, este nombramiento supone "un compromiso mayor por el reto que nos ha supuesto al conjunto de Valencia la tragedia ocasionada por la DANA del pasado día 29 de octubre".
Junto a Luis Miralles se encuentran los miembros de la Comisión Ejecutiva que acompañarán al presidente cuatro años más, entre ellos están Elena Sánchez, vicepresidenta primera; Carlos Martínez Colomer, vicepresidente segundo; María José Félix, vicepresidenta tercera; Javier Carpi, tesorero; Guadalupe Ferrer, secretaria; Rafael Barona, vicesecretario; Jaime Agramunt, vocal; Enrique Ballester, vocal; Enrique Cortés, vocal; Antonio Jordán, vocal; Álvaro Moliner, vocal; Silvino Navarro, vocal; Pablo Noguera, vocal; María Olleros, vocal; Ana Parejo, vocal; Manuel Peris, vocal; Carlos Requena, vocal; Yolanda Silla, vocal; y Pedro Viguer, vocal.
Casa Caridad lleva 118 años atendiendo a personas en situación de vulnerabilidad y durante todos esos años, ha sido testigo de todos los acontecimientos que ha vivido la ciudad, tanto buenos como malos, y nunca ha cerrados sus puertas ni ha cesado su actividad. Por este motivo, con la llegada de la DANA del 29 de octubre, la ONG activó un comité de crisis para volcarse con las personas damnificadas.
Así, se ha esforzado en cubrir las necesidades más básicas de la población afectada, a través de la recogida, almacenaje y distribución de productos como ropa, agua, alimentos, material de limpieza o equipamiento como EPIs o botas de agua. Asimismo, la Asociación también ha atendido más de 1.000 llamadas con peticiones de ayuda e información.
En total la Asociación lleva repartidos hasta la fecha más de 400 palés de artículos básicos. Además, el departamento de Intervención Social de la ONG ha estado en constante coordinación con los Servicios Sociales de los Ayuntamientos afectados para ayudarles a buscar soluciones. En este sentido, Casa Caridad ya ha alojado a una familia con 3 niños en una de sus viviendas supervisadas y ha habilitado otras 23 plazas de emergencia en las antiguas instalaciones de la escuela infantil de Pechina, de las cuales ya hay algunas ocupadas.
Casa Caridad cuenta con una escuela infantil en Torrent, una de las localidades afectadas por la DANA, y en ella atienden a 43 familias en situación de vulnerabilidad. Esta tragedia ha provocado que muchas de ellas tengan que desalojar sus viviendas y se queden sin nada, por ello, la Asociación les ha prestado ayuda económica y alimento a ellas, y a otras 5 familias de otros municipios que se han visto afectadas por la DANA y que también se encontraban anteriormente en una situación de vulnerabilidad.
"Casa Caridad nació con la meta de ayudar a las personas que más lo necesitaban. Seguimos trabajando para apoyar a las personas afectadas por esta catástrofe, buscando soluciones a medio y largo plazo gracias a la solidaridad de miles de personas que han donado a nuestra Asociación", explica Luis Miralles.
"Los profesionales de Casa Caridad siguen en coordinación con los pueblos afectados, detectando las necesidades de las familias, velando por ofrecer soluciones habitacionales para las personas que han perdido sus viviendas, apoyando la formación de los estudiantes afectados y gestionando nuevos espacios para poder almacenar los productos donados para cubrir las necesidades a largo plazo", concluye.