VALÈNCIA. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, se reunirá próximamente con la líder del PP de la Comunitat, Isabel Bonig, para explicarle directamente a qué se dedica la patronal, así como para trasladarle su postura en temas estratégicos como la ampliación de la V-21, el plan de depósito de envases (SDDR) o la colaboración público privada.
El encuentro forma parte de una ronda de contactos con los grupos parlamentarios anunciada semanas atrás por el propio Navarro a raíz de la ofensiva de los populares valencianos en Les Corts para dejar sin ayudas directas tanto a la patronal como a los sindicatos mayoritarios (UGT-PV y CCOO-PV).
El encuentro, no obstante, será también una oportunidad para recuperar las relaciones entre los populares y la recién constituida patronal de la Comunitat, rotas desde que la CEV optó por sumarse a la manifestación por una mejor financiación del pasado 18 de noviembre. Aunque inicialmente se desmarcó al no existir unanimidad de todos los partidos, la patronal decidió sumarse a última hora y dejar solo al PPCV entre los ausentes a la marcha.
La propuesta para modificar la Ley de Participación Institucional –la que blinda las ayudas directas a los agentes sociales más representativos– fue interpretada como un intento de Bonig por castigar a los empresarios debido a su cambio de postura, ya que lo planteó después de que la patronal confirmase su asistencia a la manifestación.
Los órganos de gobierno de la organización empresarial decidieron sumarse a la manifestación unitaria después de no haber recibido respuesta a sendas cartas enviadas en septiembre al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
No obstante, la decisión de los empresarios causó malestar en la dirección de los populares valencianos y generó desconcierto en el seno de la formación política. Aunque Bonig no ha tenido una relación especialmente fluida con los empresarios, especialmente desde que su formación pasó a la oposición, muchos cargos del partido no entienden la última andanada de su presidenta hacia sus teóricos aliados naturales.
El distanciamiento se ha hecho más que evidente durante las últimas semanas. Se apreció con claridad cuando los dirigentes del partido le hicieron el vacío al líder de los empresarios valencianos en la conferencia que pronunció apenas 72 horas después de la manifestación en el Club de Encuentro Manuel Broseta.
Bonig habría transmitido a su grupo la consigna de no asistir a una charla en la que solo se pudo ver a los populares Juan Carlos Moragues, en calidad de delegado del Gobierno, y a Luis Santamaría, que posteriormente deslizó que su presencia era a título particular.
El presidente de la CEV ha evitado entrar en el cruce directo de reproches con la líder del PPCV, aunque en el seno de la organización empresarial existe un malestar notable ante la deriva de Bonig. El presidente de la patronal del metal y miembro del núcleo duro de la CEV, Vicente Lafuente, sí valoró esa actitud en una entrevista con este periódico: "Cuando uno necesita buscar enemigos inexistentes, es que no tiene proyecto".
A pesar del cuestionamiento interno, Bonig no ha aflojado en sus reproches a dirigentes como el propio Salvador Navarro o Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), quien tampoco escatimó críticas hacia ella ni hacia el Consell.
La reunión entre la patronal y el PP se celebrará a finales de este mismo mes. Tras ella, la patronal de la Comunitat convocará nuevos encuentros con el resto de grupos representados en Les Corts en un orden acorde con su resultado en las pasadas elecciones autonómicas.
