VALENCIA, (EP). La Comunitat Valenciana exhibirá en la Feria Internacional de Turismo Fitur --que se celebrará en Ifema Madrid del 18 al 22 de enero-- la riqueza de su cultura, representada en la decena de bienes patrimoniales que cuentan con el reconocimiento de la Unesco, una lista que ha aumentado en 2016 con la declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad. De este modo, la Agència Valenciana de Turisme pretende atraer al turista cultural y desestacionalizar sus visitas.
De esta manera, el público tendrá la oportunidad de conocer el ritual del fuego de las Fallas, la imponente Lonja de Valencia, las huellas del arte rupestre, la majestuosidad natural del Palmeral y la singularidad del Misteri d'Elx, la tradición del Tribunal de las Aguas de Valencia y el colorido de las fiestas de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí, entre otros atractivos.
En 2016 la Unesco ha convertido en bien universal el fuego y la sátira de las Fallas, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en diciembre. La más popular de las fiestas de Valencia se celebra en marzo en honor de San José y llena las calles de enormes monumentos efímeros a los que envuelven la pólvora, el brillo de la indumentaria y el aroma de las flores que se ofrendan a la Virgen de los Desamparados.
Otra de las 'joyas' culturales de Valencia es la Lonja de la Seda, emblema del gótico civil europeo declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931 y Patrimonio Mundial por la Unesco en 1996.
Construida entre 1482 y 1533 se dedicó, especialmente, al comercio de la seda y simboliza la riqueza y auge de la burguesía valenciana del siglo XV.
La Unesco también ha bendecido el arte rupestre del arco mediterráneo, reconocido como Patrimonio Mundial desde 1998 y que supone la mayor concentración de este tipo de expresión artística de toda Europa. Data del final de la Prehistoria y alberga un excepcional grupo de yacimientos únicos por su estilo, como por su temática en la que destaca la naturaleza y fauna y adquiere una importancia la representación de la figura humana.
El conjunto lo forman 758 enclaves, de los que 301 se encuentran en la Comunitat Valenciana. En Castellón, destacan los abrigos del barranco de la Valltorta, en Valencia, en la zona del macizo del Caroig, en Bicorp, y en Alicante los abrigos de la Sarga (Alcoi) o los yacimientos de los valles de Ebo, Alcalá, Gallinera o Laguart.
Elche (Alicante) aporta a esta nómina tres bienes. Por un lado, el Palmeral, un oasis de vida en la ciudad que concentra más de 200.000 ejemplares, el mayor de Europa, lo que le valió en el año 2000 la consideración como Patrimonio Mundial. Por otra parte, la ciudad ilicitana cuenta con el Misteri d'Elx, drama sacro-lírico que ofrece un testimonio vivo del teatro religioso que se desarrollaba en Europa en la época medieval y del fervor hacia la figura de la Virgen María. Desde 2001 figura como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible y desde 2008 como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Además, también en Elche se encuentra el Centro de Cultura Tradicional Escolar, que recoge de manera didáctica quiénes somos y de dónde venimos, incluido desde 2009 por el Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de la Unesco en el Registro de Buenas Prácticas.
De vuelta a Valencia, el Tribunal de las Aguas, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial en 2009, es una institución milenaria que regula el agua de la red de canales y acequias que nutren los campos de la Vega de Valencia. Es un modelo de justicia que se remonta a los tiempos de Al-Andalus y que sigue funcionando siendo una de las instituciones de Justicia mas antiguas de Europa.
Cada jueves del año, su presidente y 'síndics' se reúnen en el lado derecho de la gótica Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia para arbitrar los problemas del agua de las huertas que suelen resolverse de forma pacífica.
La Comunitat sacará pecho en Fitur también de la Dieta Mediterránea, que se encuentra en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
En este ámbito, en los últimos años, la comarca alicantina de la Marina Alta se ha convertido en un hervidero gastronómico donde conviven ricos restaurantes tradicionales con innovadores establecimientos galardonados con estrellas Michelin. El honor de ser el mayor exponente gastronómico de la comarca corresponde a Dénia, que la Unesco ha designado como Ciudad Creativa de la Gastronomía dentro del proyecto 'Dénia&Marina Alta Tasting Life'.
Por último, música, fiesta y espectáculo se unen en la Fiesta de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí, Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2011. Se trata de una celebración originaria del siglo XIII que se rememora anualmente el 7 y 8 de septiembre.
Durante esas jornadas, la población se transforma en un museo vivo que comprenden las celebraciones litúrgicas en la basílica, el paisaje sonoro de campanas y el entorno monumental del siglo XVII donde se realizan los desfiles procesionales con la participación de más de 1.400 figurantes.
Un año más FITUR convoca y reúne las bondades de los pueblos de España en la capital de una nación que ofrece historia, cultura, naturaleza, gastronomía, montaña, capitales de referencia y cómo no, sol, playa y nieve