VALÈNCIA. Acusaciones de "mobbing y extorsión" y una puerta empapelada con carteles llenos de graves acusaciones contra la dirección de Las Naves. La inminente salida de la empresa adjudicataria del contrato de explotación de la cafetería del centro de innovación está siendo sonora en una explosión que supone el capítulo más reciente de una etapa marcada por el malestar con trabajadores y (ex)colaboradores. El nuevo rumbo de la entidad, dirigida por Rafael Monterde, no está siendo del agrado de todos dentro y fuera del complejo de la calle Juan Verdeguer y de eso es consciente su máximo responsable, el concejal de Participación Ciudadana y portavoz de València en Comú Jordi Peris.
La salida forzosa de algunas de las asociaciones que hasta ahora tenían su sede allí, la conversión de las salas de ensayo y biblioteca en salas multiusos y de trabajo y el cartel de 'cerrado' desde diciembre en su teatro lastran (en apenas unos meses) un proyecto que, explica el edil, es "bueno" pero puede no estar siendo comunicado bien. Un proyecto que, para la concejala delegada del área de Cultura, supone una 'deriva' que "preocupa", aunque según Peris esa preocupación y declaraciones fueron malinterpretadas por este mismo diario.Desde uno de los despachos del centro es él mismo el encargado de poner los puntos sobre las íes de uno de los organismos que más dolores de cabeza está causando al consistorio.
-A estas alturas, ya son varias las asociaciones de profesionales de la Cultura que le han mostrado a usted y al director de Las Naves su malestar con el proyecto y estrategia [mostramos la queja más reciente de las también recibidas por esta redacción y enviada a los citados el mismo mes de mayo]. ¿Es consciente el concejal de este malestar en el sector? ¿A qué se debe?
-Soy consciente por haber recibido alguna, además de haber sido publicado en prensa. Se debe, a mi entender, al cambio de modelo en Las Naves. Antes era un espacio dedicado íntegramente al ámbito cultural y hemos creado un centro de innovación urbana en el que la cultura es una de sus partes. Es una de las patas de Las Naves, entre otras cosas, porque disponemos de un teatro. Además de la innovación en el ámbito de la cultura, desde Las Naves se fomenta la programación de este ámbito, pero ha habido un cambio en el modelo del centro. Se ha reorientado lo que aquí se hacía para trabajar la innovación desde una perspectiva mucho más amplia. El trabajo en lo cultural se relaciona con la innovación igual que lo hacen otras de nuestras áreas como energía, movilidad, salud, etcétera. Queremos impulsar proyectos y actividades a partir del trabajo participativo con el conjunto de los actores y en el caso de la cultura con los actores de su ámbito. Eso se une a que tenemos toda una oferta cultural propia del centro y ahí puedo decir que hemos mantenido la misma línea de programación que sigue desde antes de que se materializara la fusión de las fundaciones que componen ahora Las Naves. Entendemos que la cultura debe estar vinculada a esos elementos de innovación, con esa perspectiva de la que hemos querido dotar al centro. Son importantes los procesos de creación, la perspectiva ciudadana de la creación cultural, la participación, la colaboración con entidades sociales y no solo el producto que se consume. También es importante la innovación cultural. Ese es el elemento diferencial que tiene este centro y que juega ese papel en la oferta cultural de la ciudad. Es el elemento característico que le hemos querido dar al centro y que se recoge en la filosofía de la programación que el año pasado nos situó entre los centros culturales de referencia de la Comunitat Valenciana.
-El malestar es evidente en esas comunicaciones. En esta carta [que mostramos. No es de ninguna asociación que tuviera sede en Las Naves] que no se ha publicado o en la de la AVVAC en la que se decía literalmente: "el proceso que se está llevando a cabo en Las Naves recuerda peligrosamente a un pasado muy cercano. A una forma de gestión basada en la jerarquización del poder de las entidades públicas". También hablaba de "dinamitar" el centro de producción y creación. ¿Cómo encaja y qué le parece al concejal este tipo de afirmaciones?
-El cambio de modelo ha llevado a un cambio en el tema de la gestión de espacios. Ahí el tema del cambio de modelo propone un uso diferente de los espacios disponibles. A este conjunto de asociaciones [AVVAC era una de ellas] se les asignaba un espacio con carácter permanente. Bueno, era un convenio a varios años. Esos espacios no los queremos vincular tanto a un uso permanente sino para el uso de una asociación más vinculada a proyectos concretos. Este tipo de cambios no son fáciles. Son cambios que a quien pueda estar haciendo uso de estos sitios... puede no entender o compartir. Yo respeto totalmente que no se comparta. Yo entiendo que esto se les presentó y s eles explicó con tiempo. Algunas han pedido prórrogas para hacer uso del espacio y se ha tratado de hacer de una manera lo más... que la transición fuese lo menos perjudicial posible para todas las partes. Más allá de eso, lo de 'recuerda peligrosamente a actitudes anteriores', a ver, eso no lo puedo compartir. Desde el centro se ha hablado con ellos, se les ha planteado que es un modelo diferente al anterior y me consta que a alguna asociación no le ha gustado, pero pensamos que, como ente público, tenemos que darle lógica a este concepto. La lógica de los proyectos con carácter innovador que estén involucrados con lo que aquí se trabaja y se oferta. Si eso ha sido entendido más o menos... igual hay que hacer esfuerzos por explicarlo mejor.
-¿Es un problema de explicación, de no haberlo divulgado suficientemente bien?
-No lo sé. Igual, a lo mejor, teníamos que haber explicado mejor esa transición, a qué respondía, para que las entidades entendiesen el valor de lo que hacemos aquí. Pero quiero insistir en que a mí sí que me consta que esto se planteó, se trabajó con tiempo y se les explicó con tiempo para que hubiese un margen razonable de adaptación para que se pudiesen sumar a esta nueva forma de trabajar. Se les invitó a presentar ideas para ver qué podían aportar a este nuevo modelo.
-Hablemos de la oferta del centro. Basta con revisar el número de correos electrónicos enviados desde Las Naves en 2017, compararlos con el pasado año y entender que su actividad constante se ha diluido. Eso a la vez que su equipo de comunicación ha pasado de una a cinco personas. ¿A qué se debe?
-A ver, el hecho de no disponer del teatro, obviamente, ha alterado fuertemente lo que hemos podido ofertar en estos últimos meses. Eso ha afectado a nuestra capacidad, pero creo que se ha hecho un esfuerzo muy importante por readaptar cosas del teatro a espacios como la biblioteca o los patios. En otros casos, se han programado cosas en otros teatros, como las producciones de Cabanyal Íntim o 10 Sentidos. La justificación la veo por ahí. Si la pregunta es, se debe al cambio de modelo, la respuesta es no. En nuestro modelo queremos que Las Naves siga siendo un referente cultural de la ciudad.
-En un ecosistema como el de la ciudad de València, con una oferta cultural a menudo muy por encima de los públicos y demandas existentes, ¿cree que el ámbito comunicativo es esencial para que esa referencia se mantenga?
-Sí. Como debe ser, pero es que no es un tema de comunicación. Es un tema de oferta. Las Naves va a seguir siendo un centro cultural de referencia con ese concepto de innovación, de experimental... para públicos pequeños por lo que marca también nuestra sala, con todo lo que tiene que ver con nuevos lenguajes para las artes escénicas... eso es lo que queremos que sea la seña de identidad de este centro. Que es lo que ya se ha estado haciendo en 2016. Como decía, desde diciembre, hemos tenido que reacondicionar la oferta a una situación que es peor.
-Hemos hablado de malestar por parte de asociaciones culturales, pero también hay malestar entre los trabajadores del centro. Un número de voces críticas que ha crecido, que así nos lo comunica y que trabaja con ese malestar. ¿Es consciente el concejal de esta realidad en Las Naves? ¿Es consciente de esas quejas tienen alusión a menudo con las formas o el trato?
-Soy consciente de que hay dificultades en Las Naves. Soy consciente de que es fruto de todos los cambios que hemos estado poniendo en marcha. Ahora aquí trabaja personal que viene de entidades diferentes, que llega con planteamientos diferentes, que tratamos de articular una estructura organizativa que tiene también su complejidad. Soy consciente de que eso está generando dificultades y estamos trabajando para superar esas dificultades de la mejor manera posible.
-Insistimos en la idea de las formas. Tomando el programa de València en Comú como punto de partida, en el que participó el propio Rafael Monterde, viendo su propuesta de gobierno ya a mitad de legislatura, ¿no es difícil de encajar que las quejas sean precisamente por el trato o las formas? No es personal propio del centro, al que nos estábamos refiriendo, pero la explosión de la situación en la cafetería también alude a las formas por parte de la dirección hasta calificarlas de extorsión. ¿Cómo es posible que eso suceda en un centro dedicado a la innovación y la cultura y cómo se entiende con el talante de gobierno que ustedes defienden?
-El tema de la cafetería, efectivamente..., ayer aparecieron los carteles expresando un malestar del que yo era consciente desde hace unas semanas. Me reuní con la persona de la cafetería, me explicó toda la situación tal y como la veía ella y a partir de ahí me presentó un escrito en el que se recogen varias cosas de las que han sido enviadas en el comunicado a prensa. Era conocedor del malestar y pedí un informe exhaustivo al gerente de Las Naves. A la vista de que aquí había un tema controvertido, pedí un informe a Secretaria del Ayuntamiento que llegó este miércoles a mis manos. Avisé a la persona de la cafetería que estaba esperando ese informe para hablar y el informe del secretario dice que todo atiende a la legalidad. Es cierto que ella apelaba y apela a una serie de cosas que van más allá de lo formal. El informe del secretario explica que el contrato tiene vigencia de un año prorrogable a más si ambas partes están de acuerdo. En términos de legalidad, el contrato es de un año. Esta persona apela a algo más allá, a una cuestión vinculadas a las formas, al trato recibido...
-El Ayuntamiento, en este caso, ha promovido una licitación de explotación de una cafetería por un periodo de apenas 10 meses de actividad. Por poca que fuera la inversión, parece difícil que cualquier operador pudiera manejarse con ese margen y con la exigencia de cerrar cuando algún evento entraba en conflicto por cuestiones de patrocinio de bebidas u oferta gastronómica. Las responsables de la cafetería apelan a la estética o la moral de una propuesta de explotación en estas condiciones...
-El tema de la inversión que hayan podido hacer... el contrato está en unos términos claros y las inversiones que se hacen en la cafetería son decisión de esa empresa. Así viene refrendado en el informe del secretario del Ayuntamiento. Ella apena más al trato que se le puede haber dado desde aquí. Yo tengo pendiente una reunión con ella y con el gerente, reunión que voy a mantener pese a la situación que se ha creado. Lamento de verdad haber llegado a esta situación. Hace unos días hablé con la persona de la cafetería y le dije que nos sentaríamos cuando tuviera el informe y todas las fichas claras encima de la mesa. Por eso lo lamento, porque lo que plantea son cosas muy fuertes. Es una descalificación muy grave de cara al gerente. Esto complica la resolución. La gente que me conoce sabe que me gusta resolver los conflictos dialogando, hablando, viendo todas las perspectivas, viendo a la cara a toda la gente, tratando de entender todas las posiciones que, en este caso, son diferentes. Con lo sucedido este miércoles, con el eco mediático que ha tenido, es complicado. No obstante, mantengo el compromiso de la reunión y así se lo he manifestado también al gerente. Queremos reunirnos con ella y ahora que ya tengo todos los informes claros, la situación clara, ver de qué manera se puede resolver.
-Dice que era conocedor de la situación desde hace algunas semanas. Las responsables de la cafetería hablaban de ejemplos muy concretos sobre cómo desde Las Naves se ha dificultado su actividad, ¿también era conocedor de esto?
-Las acusaciones concretas que se hacen son de apercibimiento por el tema de los horarios y por la compatibilidad con otros eventos. Esas cuestiones se me trasladan como concejal por ambas partes y las pongo todas encima de la mesa para ver de qué manera se puede resolver ese tema. El informe del secretario es bastante claro en ese sentido ,porque tiene tanto el informe que me presenta a mi la responsable de la cafetería como el informe que me presenta el gerente. En este sentido apunta a que ninguno de esos elementos son relevantes para la cuestión de la no renovación del contrato.
-Aún así, Rafael Monterde, tras el comunicado, declaró a este diario que "se pueden volver a presentar, si quieren". Entendiendo que está siendo un proceso tenso y traumático para ambas partes, ¿le parece una respuesta adecuada por parte del máximo responsable del centro?
-Prefiero no valorar esa respuesta concreta. Me parece complejo en cualquier caso, dada la situación creada, que se vuelvan a presentar al concurso. Me parece una cosa que no acaba de cuadrar. ¿Las formas son importantes? Sí. Habrá que extremar las precauciones con las formas para este cambio de modelo que está encontrando tantas dificultades.
-Es un caso que de nuevo apela a tener reuniones directamente con el alcalde, otros concejales... No es el único caso derivado del cambio de estrategia de Las Naves que acaba en reuniones con usted mismo o en solicitudes de encuentros en el Ayuntamiento. ¿No está acaparando demasiados recursos?
-Puedo compartir esa sensación. Es posible que sí, lo reconozco. Estar con todas estas cuestiones es una carga de trabajo adicional que nos está suponiendo un esfuerzo importante. Tenemos que encontrar la fórmula de que funcione de una manera más fluida, la relación a nivel interno, con entidades culturales... Insisto en la cuestión de la novedad, del arranque, que además en el ámbito cultural se vincula al cierre del teatro como un problema especialmente importante que nos ha condicionado mucho la forma de trabajo. A nivel de gestión, de coordinación y relaciones, efectivamente es una preocupación y estamos trabajando en Las Naves y desde la concejalía por avanzar y que ese trabajo sea más fluido. Estamos en una transición todavía, esperemos llegar a un estacionario de funcionamiento en el que no tengamos que vivir este nivel de conflictividad como el de la cafetería. Efectivamente las relaciones humanas son la base de la creación tanto a nivel cultural como en otros ámbitos de innovación, ese grado de complicidad entre los diversos actores implicados es fundamental para que este proyecto funcione. Creo que el proyecto es muy bueno, que tiene una potencialidad tremenda para la ciudad. Tenemos muchos proyectos en cartera y algunos de ellos muy interesantes.
-Si las formas o la complicidad son los problemas de Las Naves, ¿quién es el responsable y cómo se puede solventar?
-Esto lo tenemos que ver como un proceso de cambio y de dificultades que estamos encontrando. Tendremos que trabajar desde esa perspectiva conjuntamente todos los que estamos involucrados en Las Naves y ahí habrá que avanzar en construir ese tipo de relaciones de confianza con los actores, en concreto, de la cultura, porque en otros ámbitos yo no percibo que tengamos este nivel de controversia. Habrá que trabajar desde ahí. Estamos trabajando a ese nivel para ver de qué manera hacer que el trabajo sea más fluido.
-Habla de Las Naves como "centro de referencia cultural", pero para eso necesita tener el teatro en condiciones. Pocas semanas después de cerrar la sala, en diciembre de 2016, se nos comunicó desde el centro que se estaban efectuando trabajos de reparación, pero no era así.
-Yo mismo he dicho varias veces que el teatro estaría en funcionamiento antes de lo que pensábamos. Nuestra expectativa era poder resolverlo con diligencia. Sobre esa comunicación concreta no sé a que se referían, pero obras no ha habido, porque no hemos podido. En ese momento, cuando ocurrió lo de las lluvias, pensábamos que se iba a poder resolver de una manera ágil, lamentablemente no ha sido así, nos hemos encontrado en una madeja administrativa-burocrática que nos ha paralizado la posibilidad de iniciar esas obras que queremos llevar a cabo. Seguimos peleando para que se pueda activar lo más pronto posible.
-¿Después de verano?
-No quiero dar una fecha porque no puedo garantizarlo.
-Los eventos que se han dejado de celebrar en Las Naves al no contar con el teatro (Tenderete, Vlanc, premios ADCV...), ¿volverán cuando este se recupere o se dejarán caer?
-La línea de programación se mantiene. Los eventos, si técnicamente pueden seguir, vendrán. No tiene por qué cambiar eso.
-En una entrevista a la delegada del área de Cultura, Glòria Tello, decía que le preocupaba la deriva de Las Naves, ¿cómo encajó esa reacción?
-Obviamente leer una declaración así no es agradable, pero creo que daba a entender cosas que no estaban en la voluntad de Glòria Tello expresar. Yo hablé con ella y ella me aclaró que por su parte no había ningún problema con la gestión que estamos haciendo de Las Naves.
-¿En qué punto está el acuerdo de colaboración con el IVAM?
-Por la información que yo tengo, está en los servicios jurídicos de la Generalitat Valenciana.
-En este momento la biblioteca tiene un horario limitado, hay gente trabajando en ella y además el IVACE va a retirar sus fondos de ella, ¿se va a convertir en otra cosa, a un espacio polivalente?
-Vamos más hacia ese planteamiento. La biblioteca es un espacio que efectivamente ha reducido su horario de uso como biblioteca pero se ha llenado de actividades de muchos tipos, además en este momento al no tener el teatro es el espacio más grande del que disponemos. Era un espacio que como biblioteca se usaba poco, no daba un servicio como tal al barrio. Hemos pensado que era una sala a la que se podía sacar mucho más partido si lo reorientábamos como un espacio de encuentro, diálogo y debate sobre diferentes temáticas vinculadas con lo que aquí se trabaja.
-Valencia es proporcionalmente la provincia de España con más locales de ensayo, obviamente aquí los hay. Preguntado por ello, Rafael Monterde habló del problema de generar una competencia desleal con el resto de locales. Aunque hubo un proyecto de residencias de ámbito musical, este se abandonó y los estudios se han reconvertido en salas de reuniones. ¿Existe un punto intermedio, una propuesta de residencias o algo similar?
-Podría existir. Le hemos dado ese uso por el volumen de trabajo y trabajadores que hay aquí. Es un tema que tenemos que perfilar, el papel de los locales de ensayo. Hay que ver de qué manera se pueden plantear en todo caso vinculados a proyectos culturales del centro, que esa es la filosofía general que queremos hacer con todos los recursos de los que aquí disponemos. Antes daban el mismo servicio que un local de ensayo privado. Hay que dar una vuelta a este tema, pero siempre vinculado a esa filosofía.
-La biblioteca está sumando eventos del teatro, pero este en algún momento reabrirá sus puertas. Convertir todos los espacios en polivalentes, ¿no choca con la idea de apostar por contenido y no contenedores del tripartito?
-Usar la biblioteca para eventos de ámbito cultural es circunstancial, lo que no es circunstancial es su uso como espacio para eventos o actividades organizadas desde las propias Naves. No lo veo como un contenedor que se pone a disposición de gente que quiere hacer cosas, sino un espacio en el que hacemos muchísimas actividades que impulsamos nosotros, por ejemplo las redes Conecta. Ese perfil multiusos va a seguir así. Como hasta ahora, estará lleno de actividad, de vida y de discusión.
-¿Qué opina que emprendedores innoven en el Col.lab para que luego toda esa información vaya a ser creative commons?
-Es una forma de entender los beneficios sociales de la innovación social. Al final es conocimiento, estamos en una institución pública que debe de apoyar la generación y desarrollo de ese conocimiento para que sea útil a otros y en otros contextos. Desde el momento en el que estamos trabajando desde una institución pública entendemos que tenemos que apoyar proyectos que generen un conocimiento socialmente valioso, si fuésemos una institución privada puede que el planteamiento sería otro. En esa línea, la privatización del conocimiento hay que ponerla en cuestión.
-Desde hace unos días hay cierto revuelo en torno a la publicación de la auditoría de Las Naves. ¿Cuándo se hará pública?
-Es una auditoría de cuentas, presentada hace un mes más o menos en el patronato y que está remitida al Ayuntamiento. Está siguiendo el procedimiento habitual de cualquier fundación pública y entiendo que todavía no se ha revelado porque no se ha dado cuenta al Pleno de todas esas auditorías de todos los entes públicos.