VALÈNCIA. Melania Olcina y Arthur Bernard Bazin protagonizan esta reflexión sobre el papel de las tecnologías como espacios emocionales, que llega este domingo a las 20 horas al Teatre Principal y que pone punto final a esta edición del festival del Institut Valencià de Cultura, Dansa València.
La pieza recurre a efectos visuales avanzados y a un particular diseño de iluminación que dialoga con música y danza. "Esta es la historia de una pareja que podría ser cualquier pareja. Sobre un escenario eléctrico, visualmente arrebatador, lo autobiográfico se entrelaza con lo universal”. Así se acerca el coreógrafo Sharon Fridman a su última creación, Dosis de Paraíso, un manifiesto personal sobre el amor, las relaciones y la tecnología.
Sharon Fridman (Premio Max 2015 al Mejor Espectáculo por Free Fall y Premio Max 2019 al Mejor Espectáculo por Erritu) explica que con Dosis de Paraíso busca “dar especial protagonismo a universos visuales que permitan a intérpretes y espectadores abstraerse del propio espacio teatral para adentrarse en paisajes emocionales”.
Los bailarines Melania Olcina y Arthur Bernard Bazin se encuentran y se entregan, descubriendo la turbulencia del movimiento, la oportunidad del abrazo y el miedo a la soledad. Comparten una certidumbre: mantenerse en el paraíso no fue tarea fácil, quedarse en el presente, sin la refracción del pasado ni la proyección del futuro.
La técnica del contact improvisation, de la que la Compañía Sharon Fridman es un referente, se alía con los efectos visuales avanzados y un particular diseño de iluminación que se integra con la música y la danza. En este sentido, Dosis de Paraíso es la obra más compleja de la compañía y también la más narrativa.
Tras una muestra del proceso creativo del espectáculo en el prestigioso Suzanne Dellal Center de Tel Aviv, la crítica Ora Brafman describió Dosis de Paraíso como “Una pieza de ‘contacto’ que marca nuevos límites para el género (…). Un trabajo placentero y especial, con una representación magnífica, con momentos de emoción y magia”.
Además, este domingo a las 13h en el Centre del Carme-CCCC, llega el nuevo proyecto coreográfico de Kukai Dantza,“Soliloquios”. Este montaje es un encuentro entre el espacio museístico y la danza. Proyecto ideado por Jon Maya, se trabaja sobre una interpretación del Aurresku, danza tradicional vasca. Jon Maya, Cesc Gelabert y Andrés Marín, siguiendo el patrón coreográfico de Gelabert, desarrollan la relación entre la creación contemporánea y su raíz, salpicada por la instalación sonora de Luis Miguel Cobo, que propone una contaminación acústica constante y simultánea.
