VALENCIA. Más de cien accionistas minoritarios del grupo hospitalario Nisa terminaron este miércoles de desfilar por la notaría de Alfonso Pascual, en el centro de Valencia, para firmar la venta de sus participaciones, que suman más del 10% del capital, por las que el grupo catalán Vithas va a pagar más de 19 millones de euros cuando la operación obtenga las bendiciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
A pocos metros de allí, en un despacho de la plaza del Ayuntamiento, Roberto Centeno y su socio Aritza Rodero saboreaban la derrota que han sufrido en la breve batalla por controlar el grupo Nisa. Una derrota muy dulce, ya que renunciar al proyecto y vender su participación les ha supuesto un beneficio de más de 5 millones de euros en apenas seis meses.
Atitlan, brazo inversor de Centeno y Rodero, anunció el pasado mes de enero la compra de más del 5% de Nisa, con clara vocación de aumentar su participación hasta alcanzar un porcentaje suficiente para entrar en la gestión de la compañía. De hecho, siguió comprando y su participación superaba ya el 6%. Según fuentes de los pequeños accionistas, Atitlan empezó pagando las acciones a 7 euros, aunque en las últimas transacciones llegaron a superarse los 10 euros por título.
El capital de Nisa estaba atomizado, con más de 500 accionistas, por lo que varios de ellos se organizaron para agrupar sus acciones con el objetivo de tener más fuerza en la negociación. Encargaron la negociación a la consultora Main, dirigida por José Ignacio Lluch, lograron sumar más de un 10% del capital y empezaron las negociaciones con Atitlan, el primero que se había interesado por comprar.
Sin embargo, tras publicarse la creación del grupo y su intención de vender un paquete relevante del capital de Nisa, varios grupos sanitarios mostraron su interés, entre ellos Quirón y la compañía catalana Vithas, fundada hace cuatro años por la familia Gallardo -laboratorios Almirall-, que empezó su andadura como grupo hospitalario con la compra de una decena de centros de la aseguradora Adeslas. Vithas está participado en un 80% por los Gallardo -a través del fondo Goodgrower- y en un 20% por La Caixa.
Como ha venido relatando Valencia Plaza, Vithas hizo la apuesta más fuerte, ya que contactó con varios consejeros que controlan junto a sus familias paquetes importantes de acciones. En concreto, las familias Pascual y Murcia, representados en el consejo de administración de la compañía por Enrique Ramírez Peris -consejero delegado- y Javier Martínez Ochoa, respectivamente.
Les ofreció un precio muy superior al valor teórico de la empresa. Concretamente, 17 euros por acción -con parte del pago aplazado y variable-, lo que suponía valorar el grupo Nisa en más de 200 millones de euros, 14 veces ebitda, que es un multiplicador muy alto para el sector.
Vithas se dirigió después a Atitlan y a los minoritarios representados por Main, que sumaban entre los dos más del 16%. Roberto Centeno y Aritza Rodero comprendieron que no podían competir con los precios que pagaba Vithas y decidieron vender ellos también.
Accionistas minoritarios afirman que el precio obtenido por Atitlan es el mismo que el logrado por la agrupación representada por Main, 16 euros por acción -la empresa no facilita esa información-, lo que supone una sustanciosa plusvalía para Rodero y Aritza. Concretamente, a tenor del precio que pagaban hace seis meses -entre 7 y 10 euros- y el percibido al vender, -16- la plusvalía es de más de 5 millones de euros.
Roberto Centeno, que es yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, aunque sus respectivos negocios están separados desde 2013, ya intentó entrar en el sector hospitalario en 2011, cuando Atitlan participó junto a la aseguradora Asisa en la puja que los propietarios de Ribera Salud -por entonces CAM y Bancaja- abrieron para salir de su accionariado, pero se vio superado por Capio, controlada por el fondo de capital riesgo británico CVC, aunque la operación se frustró finalmente.
Atitlán, que inicialmente se creó para acelerar el crecimiento de empresas agroalimentarias interproveedoras de Mercadona, siempre ha considerado las concesiones en el sector sanitario o educativo como una vía interesante para extender su negocio. Ese interés se ha acrecentó con la desvinculación con los interproveedores de Mercadona a partir de 2013.
Actualmente, se define como inversor orientado a la "creación y consolidación de empresas". La compañía mantiene inversiones en otros sectores a través de la olivarera Elaia o la acuícola Sea8.
En cuanto a los accionistas minoritarios representados por Main, este grupo rechazó la oferta inicial de Vithas, de 12 euros por acción. La empresa que preside Jorge Gallardo Piqué acabó cediendo y pagó 16 euros por acción, ya que su objetivo era llegar cuanto antes a una mayoría de control, que podría estar en el 35%, según fuentes próximas a la negociación.
El sábado 25 de junio se celebra la junta general de accionistas de Nisa, donde el grupo Vithas tendrá ocasión de medir sus fuerzas frente a la mayoría del consejo de administración, que consideró "nada amistosa" la operación anunciada por Vithas.