VALÈNCIA. El veraniego y vacacional mes de agosto ha sido el elegido por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València para abrir un proceso de selección con el fin de contratar dos técnicos contables para el Departamento Financiero, el área de la firma municipal que ha concentrado el foco mediático desde el pasado mes de septiembre, cuando unos estafadores anónimos cometieran un fraude financiero contra la empresa, engañando a una de sus directivas y consiguiendo que ésta les transfiriera hasta cuatro millones de euros, todavía sin recuperar.
La convocatoria para dos plazas de especialista en gestión contable explica que las tareas a realizar son registros contables y conciliaciones bancarias, de proveedores, acreedores y clientes; la elaboración y registro de facturas y la gestión de la tesorería; el apoyo en el control presupuestario; u otras como la preparación de documentos para auditorías o la gestión del archivo de la empresa. Funciones -muchas de ellas como el registro contable, la conciliación bancaria o la gestión de la tesorería- cuya realización fue ampliamente cuestionada tras el fraude al revelarse como uno de los posibles motivos que lo facilitaron.
Según explican fuentes de la EMT, firma municipal presidida por el edil Giuseppe Grezzi y gerenciada por Josep Enric García, se trata de plazas que dejarán vacantes dos personas del área de contabilidad con motivo de su jubilación. Es decir, con estas incorporaciones el equipo no se verá reforzado con más personal -al tratase de dos sustituciones- pese al fallo en los controles internos que se produjo durante la estafa.
Según recoge la oferta de empleo, la plaza exige secreto. "Al trabajar con datos e información confidencial, estará obligado por el deber de confidencialidad, de discreción y el de cortesía profesional", reza en este sentido.
Con todo, no ha escapado a la atención de empleados de la empresa que la convocatoria se haya realizado en pleno mes de agosto, época de vacaciones y mayor esparcimiento. Los aspirantes han podido inscribirse al proceso en un período de diez días -dos fines de semana mediante- entre el pasado viernes 14 de agosto y este domingo día 23.
Entre los requisitos se encuentra ser titulado académico en Formación Profesional de Grado Superior o FP II, o "una pluralidad de títulos y cualificaciones profesionales equivalentes" en especialidades relacionadas con puestos administrativos. Además, se pide tener al menos tres años de experiencia probada en un puesto en el área de auditoría, control de gestión, finanzas o administración.
Fuentes sindicales explican a este diario que inicialmente las dos plazas se sacaron a concurso de promoción interna, pero nadie se presentó por falta de cualificación. Así, la empresa ha decidido sacar la convocatoria pública el segundo mes de verano. Tras comprobar que los aspirantes cumplen los requisitos, la empresa realizará tres pruebas de selección entre el 1 y el 18 de septiembre.
En primer lugar habrá una prueba selectiva para la evaluación de las competencias requeridas mediante un cuestionario. Más tarde, se celebrará una prueba práctica y finalmente, se abrirá la fase de méritos, entre los que se encuentra la experiencia, acreditar un nivel de valenciano C1 y de inglés B1. Los candidatos no seleccionados constituirán una bolsa de trabajo para cubrir vacantes en el área.
Reviste interés la contratación porque precisamente el departamento financiero de la EMT fue donde se consumó la estafa de cuatro millones de euros ahora hará casi un año. Y fueron precisamente algunas de las funciones para las que se quiere contratar a dos personas las que se pusieron en cuestión tras el fraude.
Cabe primero conocer la estructura interna del departamento. Por debajo del gerente, Josep Enric García, se encontraba la jefa de Gestión, María Rayón; la encargada de Finanzas, Esmeralda Aparisi; y por debajo, la jefa de Administración, Celia Zafra, que a su vez contaba con un equipo de técnicos contables encargados, por ejemplo, de la conciliación bancaria. Zafra fue presuntamente engañada por estafadores anónimos para hacerle creer que la EMT estaba en un proceso de compraventa empresarial en Hong Kong, China.
Se hicieron pasar por un abogado de Deloitte y por el presidente de la EMT, el edil de Movilidad Giuseppe Grezzi, y Zafra cayó en la trampa y se saltó protocolos internos de pago, según los cuales sólo Rayón y García podían dar el visto bueno a transferencias mediante firma mancomunada. Por ello, Zafra fue despedida y responsabilizada del fallo. Ahora bien, durante los primeros días de las estafa, el gerente se encontraba fuera del país y a lo largo del fraude la jefa de Gestión -Rayón- se encontraba de baja maternal, mientras que la jefa de Finanzas -Aparisi- no tenía funciones en el control de los pagos.
Pero además, las circunstancias hicieron que los diversos cortafuegos en los protocolos internos de la empresa fallaran fundamentalmente por la acumulación de funciones en una sola persona: Zafra. Y es que hay un tercer paso en el control: el de la conciliación bancaria, que consiste en comparar el saldo bancario con los datos de tesorería y los registros que lleva la empresa. Esto, según la EMT, se hacía de forma diaria y recaía en subalternos de la empleada que tramitó los pagos, Celia Zafra.
No obstante, en este período, tampoco estos estaban trabajando, y la función era asumida únicamente por la misma Zafra. De hecho, una de sus subalternas, en la comisión de investigación, aseveró que durante su ausencia nadie realizó esta tarea. Si la función hubiera recaído en personas diferentes y, sobre todo, si esta se hacía de forma diaria -como sostiene la empresa-, la salida irregular de dinero se hubiera detectado durante los primeros pagos, tal y como constataron expertos en administración en la comisión de investigación.