VALÈNCIA. Montse Cervera sustituirá esta semana a Carlos Rodado al frente de la alcaldía de Loriguilla, localidad ubicada en la comarca de Camp de Túria. Lo hará si, tal como han planificado los socios de gobierno, obtiene mayoría absoluta en el pleno que se celebrará el próximo jueves y en el que, teóricamente, contará con el respaldo del actual primer edil y de los concejales, Manuel Cervera, Santiago Rubio y Mabel Aliaga.
En total, cinco votos frente a los tres que aglutina el grupo municipal de Ciudadanos, con el exalcalde, Sergio Alfaro, a la cabeza, una vez que perdió al cuarto de sus efectivos (Javier Cervera), que se dio de baja en octubre del partido y se quedó como concejal no adscrito.
La previsible proclamación de Montse Cervera como alcaldesa supondrá un paso más tras la compleja moción de censura que se celebró el pasado 17 de junio y que alejó de la vara de mando a Alfaro. Fue una medida que no respaldaron ni PP ni PSPV, a pesar de que los cinco concejales que la suscribieron lograron acta de concejal formando parte de uno o del otro de estos partidos.
Las direcciones provinciales de PP y PSPV no dejaron lugar a dudas, desde el principio, de su desautorización de esa moción con el argumento principal de la diferencia ideológica que separa a ambas formaciones y las connotaciones "personales" que detectaban. Los cinco ediles que rubricaron las medida conocían, antes de hacerlo, la opinión de sus partidos; no obstante, prefirieron renunciar a su militancia y seguir adelante.
Ese abandono de la afiliación del quinteto de firmantes no constituyó la única actuación inusual vinculada a la moción. El hasta entonces alcalde, uno de los siete de Ciudadanos en la provincia de València, hizo una peregrinación por hasta tres juzgados pidiendo, o con él como recurrente o por medio de alguien de su equipo, la anulación de la citada medida que lo desbancaba del cargo.
Así consiguió que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 10 de València suspendiera, de manera cautelar, el pleno inicialmente convocado para el 7 de junio. El fundamento del recurso consistía en dirimir si concejales que forman parte del grupo de no adscritos pueden suscribir una moción de censura y, posteriormente, ocupar cargos de gobierno.
El Juzgado otorgó cinco días a los firmantes para presentar alegaciones y escuchar su versión. No obstante, después de haber atendido lo que le tenía que decir el grupo de Ciudadanos, anuló la suspensión cautelar y autorizó el pleno. Además, amonestó a los demandantes por haber presentado hasta tres recursos por el mismo tema ante diversos juzgados y sin advertir al tercero de que ya le habían desestimado la suspensión cautelar los dos primeros.
La moción de censura se desarrolló el pasado 17 de junio en un tenso pleno en el que el presidente de la mesa de edad, el exsocialista Manuel Cervera, acortó al mínimo las intervenciones para resolver la sesión en media hora escasa. Desde entonces dirige el municipio Carlos Rodado con un ' grupo de trabajo' compuesto por los otros cuatro concejales que suscribieron la moción. Técnicamente, al ser todos no adscritos, no puede firmarles delegaciones.
Ha transcurrido ya seis meses desde aquella medida en los que Rodado ha tratado, como indicó al ser investido, de "trabajar por dotar a Loriguilla de la estabilidad necesaria para que nuestro pueblo avance y se convierta en un referente de la comarca".
En cualquier caso, su corto mandato no ha estado exento de discusiones. La última muestra consiste en el malestar trasladado por Ciudadanos por no haber sido invitado a la comida de Navidad de la Asociación de Jubilados. El alcalde no ha dudado en disculparse en la web municipal aduciendo que "habiendo dado por hecho que siempre acude toda la corporación municipal, no caí en enviar un correo con la invitación al portavoz del grupo Ciudadanos. Ha sido un malentendido y asumo el fallo".
A partir de finales de esta semana, si el actual grupo de ediles no adscritos que gobierna saca adelante su propuesta de alternancia, será Montse Cervera quien dirija el municipio. Ella se marca como objetivos prioritarios "la obligación de optimizar cada euro de las arcas municipales y exprimir los recursos públicos hasta el último céntimo para mejorar e implementar más y mayores servicios para la ciudadanía". También se compromete a "pedir todas las subvenciones habidas y por haber, y lograr el máximo ahorro y rendimiento público en cada gestión".