VALÈNCIA (EFE). Un total de 150 documentos de Vicente Blasco Ibáñez han sido revelados por la familia del coleccionista valenciano Lorenzo Noguera Fabra, que depositó en 2004, como herencia, en una notaría valenciana y de entre los que destacan dos relatos incompletos de, posiblemente, dos novelas en las que el escritor valenciano trabajaría hasta el momento de su muerte.
Entre estos documentos, a los que ha tenido acceso la revista Plaza, también se encuentran fotos y telegramas, así como información financiera o un carnet de conducir internacional, y todos ellos permiten recuperar parte del legado desconocido del periodista y novelista valenciano.
En su número de enero, Plaza revela los dos escritos más importantes, como son el manuscrito de un texto titulado El rastrillo, que tiene un formato de reportaje novelado y está inspirado en su visita al frente francés durante la Primera Guerra Mundial, y un segundo texto que carece de título y está incompleto porque faltan más de un centenar de hojas mecanografiadas y numeradas.
En El rastrillo, una hipótesis es que se trate de parte de una novela de la que Blasco Ibáñez habló en varias ocasiones en los años veinte del siglo pasado pero que nunca vio la luz: El quinto jinete, la que sería la continuación de su gran éxito internacional Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
La segunda novela se sitúa en la línea argumental y costumbrista de Cañas y barro o La barraca, con la particularidad que está ambientada en Murcia.
Entre este legado se descubren también fotografías inéditas del escritor en Francia y Estados Unidos, correspondencia con editores y amigos, entre la que se encuentra una carta del escultor Mariano Benlliure a la esposa de Blasco Ibáñez, Elena Ortúzar, o las condolencias enviadas a la viuda tras la muerte del escritor.
Asimismo, hay recuerdos de sus éxitos en EEUU, donde hizo carrera como guionista, y también se extrae la partitura de la música de la película Los cuatro jinetes del Apocalipsis, basada en su novela de más éxito internacional.