VALÈNCIA. No había llegado al Consejo de Administración de Aumsa -la empresa municipal de actuaciones urbanísticas- y ya se había filtrado a los medios de comunicación. La publicación en prensa -primero en Levante y luego en el resto de medios- del nuevo Proyecto de Actuación Integral (PAI) del Grao ha traído cola en el Ayuntamiento de València. El malestar se ha extendido entre las filas socialistas, a las que pertenece el concejal de Desarrollo Urbano y presidente de Aumsa, Vicent Sarrià, y también entre las de su socio de Gobierno, Compromís.
Lo que ha trascendido del proyecto no acaba de complacer a la coalición valencianista. No en vano este martes el alcalde, Joan Ribó, manifestó su desacuerdo porque, a su juicio, "hay que hacer una serie de correcciones bastante significativas" respecto al nuevo diseño, como el soterramiento de las vías o la preservación del ancho del antiguo cauce del río Túria. Pero lo cierto es que el alcalde todavía no había tenido acceso al proyecto en sí. Hablaba basándose en lo publicado en prensa.
Por eso este miércoles, el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, como vicepresidente de Aumsa que es, pidió acceder al expediente del proyecto para "garantizar que el proyecto satisfaga el interés general de la ciudad". Tampoco Grezzi, la representación de Compromís junto a Gloria Tello en la sociedad pública, había visto el proyecto. Ni él ni ningún consejero de los distintos grupos municipales, según múltiples fuentes consultadas. De hecho, el Partido Popular pidió acceso al expediente poco después de que saltara a los medios.
La intención de Compromís es comprobar si el planteamiento del nuevo PAI es tal y como se ha publicado para poder realizar los juicios pertinentes tras estudiarlo. No obstante, el proyecto no se podrá dar a conocer hasta que los técnicos no finalicen su trabajo, y esa es la razón por la que no había sido entregado todavía al Consejo de Administración, apuntan fuentes socialistas. "Es el procedimiento establecido en todos estos casos", recuerdan. Asimismo, ante posibles elucubraciones sobre que los socialistas hubieran filtrado la información, en las filas del PSPV lo niegan rotundamente y muestran su descontento por dicha filtración.
Pese a todos estos movimientos, Sarrià ya subrayó el martes a los medios, en respuesta a las declaraciones de Ribó, que ya había mantenido varias reuniones con el alcalde para explicarle la propuesta y que haría lo propio con la edil de València en Comú -la marca blanca de Podemos- María Oliver, representante de la formación en Aumsa. También ella había hecho pública su desaprobación a los planos porque considera que se trata de una recuperación de "lo peor de las políticas del PP en urbanismo".
No han tardado en reaccionar Ciudadanos y el Partido Popular. El portavoz de los naranjas en el consistorio, Fernando Giner, pidió en un comunicado convocar una Junta de Portavoces extraordinaria para que "los miembros del tripartito expliquen sus posturas". Algo que evidenciaría todavía más las disensiones que existen en el seno del Gobierno local.
Los populares tampoco se quedaron atrás, y fueron más allá en la división entre PSPV, Compromís y València en Comú. Su portavoz, Eusebio Monzó, manifestó que es "inaceptable" el "desprecio al que someten al alcalde sus socios del tripartito en temas como el diseño del Grao". "Es tal el oscurantismo y los recelos entre los concejales de los distintos partidos, que incluso el propio Ribó se convierte en víctima de la falta de información", sentenció.