VALÈNCIA. Desde que empezó la legislatura actual el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el Gobierno del Botànic convirtieron la infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana en su principal caballo de batalla. Una reivindicación que, con la llegada de los socialistas a La Moncloa, el Consell aseguró que mantendría. Sin embargo, el ímpetu entonado en el pasado con Mariano Rajoy parece haberse rebajado con Pedro Sánchez. No en vano, el protagonismo que esta cuestión tuvo en el discurso del jefe del Consell en el Debate de Política General de este martes es un buen síntoma de ello.
La financiación autonómica tan solo entró en escena al principio de la jornada –y de puntillas– cuando el president de la Generalitat anunció que la primera semana de octubre se reunirá con Sánchez para "reafirmar la voluntad de avanzar en el cumplimiento de la agenda valenciana". Un mensaje que careció de concreción –no se especificó con qué demandas se acudirá a la cita ni bajo qué términos se desarrollará el encuentro– y que no sólo sirvió a la líder de la oposición, Isabel Bonig, para criticar la "falta de contundencia" con las demandas valencianas que antaño se le atribuía al PPCV frente al Ejecutivo central, sino que también valió para enfadar a sus socios del Botànic.
La "falta de claridad" en el contenido del mensaje no agradó en absoluto a Compromís, que se estrenó por primera vez en criticar al president del Ejecutivo del que forman parte. "Queremos saber qué pasará en esa reunión, porque debemos seguir reivindicando, mande quien mande en Madrid, un sistema de financiación justo", declaró el portavoz de los valencianistas en Les Corts, Fran Ferri.
"No debemos ir a esa reunión pidiendo que nos dejen endeudarnos", aludió en referencia al voto favorable de los socialistas a los objetivos de déficit de Sánchez en el pasado Consejo de Política Fiscal y Financiera. "Lo que tenemos que reclamar es esa reforma del sistema de financiación inmediato, más ingresos y que nos paguen todo lo que nos deben a los valencianos, solo así superaremos esta etapa que hemos tenido en los últimos años de democracia en la que hemos estado infrafinanciados y que nos ha impedido hacer todas las políticas que requerían los valencianos" enumeró Ferri para recordar la lista de objetivos compartidos que hasta el triunfo de la moción de censura había permitido a PSPV y Compromís mantener un discurso perfectamente alineado.
Un dardo del que el portavoz del PSPV en el parlamento valenciano, Manolo Mata, intentó zafar a Puig: "El president es el mismo que el año pasado y que en 2015, y lo que quiere es una condonación de la deuda valenciana, una inversión por cápita igual a la media nacional y una financiación justa". La defensa, sin duda, fue más contundente y compacta que la que hizo el propio aludido, que afirmó que esta cuestión era un objetivo prioritario pero no único.
El rifirrafe fue condimentado por la portavoz del PPCV en el parlamento valenciano, que preguntó a Puig por las pancartas que colgaban de los balcones de los ayuntamientos del Botànic y la Diputación de Valencia que demandaban una financiación justa; también para cuándo estaban previstos nuevos actos organizados por la Plataforma per un Finançament Just; o su comparecencia en el Senado. Un último envite del que Puig se protegió con soltura al recordarle que la mayoría absoluta en la Cámara Alta para desbloquear su intervención la tiene el Grupo Popular.
Más allá del hastío de Compromís por la ausencia de datos o del rendimiento que trató de exprimir -sin mucha suerte- Bonig en su favor, el escaso espacio reservado a la prioridad de la legislatura pudo cotejarse de la manera más elemental: contando la líneas -e incluso páginas completas- dedicadas al tema en los discursos de los anteriores debates.
"Decía un liberal de verdad, Isaiah Berlin que 'los peores enemigos de la libertad eran la desigualdad y el uniformismo', y compartimos esa reflexión. Queremos un sistema de igualdad de derechos que nos permita converger con la media española en financiación per capita y que no trate igual situaciones que no lo son, posibilitando la reducción de la deuda, teniendo en cuenta la acumulación histórica de nuestra insuficiencia financiera". Este fue tan solo unos minutos dedicados en el discurso del Debate de Política General de 2017 a la cuestión.
Una cita en la que Puig pidió que, además, la unidad de las fuerzas políticas para conseguir "entre todos" que se cumpliera el acuerdo de la Conferencia de Presidentes celebrada ese mismo año "por encima del partidismo". Un año después, más anuncios de proyectos futuros -hasta un total de 36-, pero con significativos cambios en un discurso de cierre de legislatura que, además, sirve para dar inicio -implícitamente- a la campaña electoral.