VALÈNCIA. La reforma de la financiación autonómica vuelve a caerse de la agenda política del Gobierno de España. El discurso de Pedro Sánchez de este martes en el Debate sobre el Estado de la Nación sirvió para constatar las señales que desde hace tiempo viene enviando el Ejecutivo central, en concreto el Ministerio de Hacienda, pero también el propio Consell que lidera el socialista Ximo Puig: no habrá remodelación del sistema a corto plazo y, probablemente, en lo que queda de legislatura.
Prueba de ello es que Sánchez no realizó ni una sola mención a esta reivindicación constante por parte de la Comunitat Valenciana, una de las autonomías más perjudicadas en el reparto con el actual sistema. Cabe recordar que el modelo vigente caducó en 2014 sin que en los últimos ocho años, ni el gobierno liderado por el PP de Mariano Rajoy ni posteriormente el socialista de Pedro Sánchez hayan puesto una solución a las deficiencias existentes.
El mensaje de que la cuestión ha viajado al último estante del congelador de las iniciativas políticas ya comenzó a llegar semanas atrás al Gobierno valenciano. De hecho, tal y como publicó este diario, desde la parte socialista del Consell e incluso el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, han venido espaciando la reivindicación e incluso obviándola en sus discursos señalados, tal y como ocurrió por ejemplo en el acto del 40º Aniversario del Estatuto de Autonomía.
Pese a que los altos cargos socialistas siguen insistiendo en la prioridad y urgencia de la reforma, también admiten que en la situación actual todo apunta a que el Gobierno de España no va a tomar las riendas. De hecho, la versión oficial desde el PSPV -al igual que Ferraz- consiste en señalar al PP como culpable -o al menos corresponsable- al considerar necesario un consenso global en el Congreso y asegurar que la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo no está dispuesta a sentarse a negociar.
En cualquier caso, no hubo mención alguna en el discurso del presidente Sánchez a esta cuestión, una reivindicación fundamental de las fuerzas parlamentarias en Les Corts y, en especial, Ximo Puig. Tampoco se detuvo el jefe del Ejecutivo de forma demasiado efusiva en otro de los caballos de batalla del líder valenciano: la descentralización.
Sánchez habló de trabajar "contra la despoblación descentralizando algunos organismos de nueva creación, como es el Centro Nacional de Investigación y Almacenamiento de Energía en Cáceres o el Centro de Protección de Datos o de Procesos de Datos de la Seguridad Social en Soria". Así, el presidente del Gobierno se mantiene firme en que sólo puedan sacarse de Madrid entes nuevos y no los ya existentes como reclama Puig.
Precisamente el presidente de la Generalitat estuvo este martes en Madrid interviniendo en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial con una ponencia bajo el título 'Federar en cuerpo y alma. La vía para unir España', en la que valoró herramientas como la conferencia de presidentes, apostó por una reforma del Senado para convertirse en una cámara territorial, y reivindicó una reforma constitucional que refuerce la vía federal.
Unas propuestas de descentralización que no se observaron en el discurso de Sánchez. En cuanto a la Comunitat Valenciana, el presidente del Gobierno solo la mencionó en una ocasión para destacar la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunto, posiblemente el mayor éxito de la legislatura del Consell del Botànic.
Por otro lado, desde Associació de Juristes Valencians (AJV) lamentó que en el marco del debate del estado de la nación, Pedro Sánchez y Cuca Gamarra (PP) hubieran "olvidado en sus discursos" las reivindicaciones esenciales de la financiación autonómica, la dotación justa de infraestructuras y la recuperación del derecho civil valenciano en el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía.
En esta línea, pidieron al ministro Félix Bolaños una reunión para exponerle los argumentos de su reivindicación de que se tramiten conjuntamente las dos reformas sociales de la Constitución, la del artículo 49 y la valenciana, que "no puede quedar aplazada más tiempo ante la voluntad inequívoca de los valencianos, a los que está tratando con sus hechos como españoles de tercera", señalaron.