VALÈNCIA. Libros y rosas se han vuelto inseparables esta última semana de abril. El romance comenzó a materializarse el pasado martes 23, donde pétalos y páginas se sedujeron para celebrar el día del libro, Sant Jordi. En València, entre los rosales de los Jardines del Real, ayer subían su persiana más de 120 casetas dando paso a la 59º Fira del Llibre de València, una edición que se espera “de récord” con más de 1300 actividades organizadas para todos los públicos -entre firmas, cuenta cuentos y presentaciones- y pretende alcanzar un millón de euros en ventas, además de superar los 500.000 visitantes de la última edición.
Para alcanzar estas cifras, 83 expositores trabajarán incansablemente hasta el próximo 5 de mayo en una edición marcada por los aniversarios: el centenario del nacimiento del poeta valenciano Vicent Andrés Estellés, el 60 aniversario de Mafalda y el casi 60 aniversario de esta feria que inunda Viveros durante más de una semana. Una feria que abría sus puertas bañada por el sol y con algunas parejas de enamorados en busca de un libro que acompañara a su flor.
Apenas unos minutos después de las cinco de la tarde, Marcos ya había encontrado el regalo perfecto para Claudia, su pareja: una antología de Estellés ideal para celebrar “Sant Jordi a la valenciana” y para poder presumir el ser de los primeros en comprar en la feria. Tras ellos una joven lectora, Marina, sacaba de su bolsa de papel el libro Mis primeras 80.000 palabras, de la editorial Media Vaca, que había comprado originalmente como un regalo: “Era para una amiga pero me ha gustado tanto que igual me lo quedo”, contaba temerosa de quedar delatada en este diario.
Al lado de los primeros compradores se instalaba la carpa en la que daría lugar el acto de inauguración de la mano del presidente del Gremi de Llibrers, Juan Pedro Font de Mora, quien quiso puntualizar que cada edición intentan superarse en cifras y en calidad, y que para ello trabajan incansablemente durante todo el año: “La organización de Fira es como la de las Fallas, una vez se cierra una edición ya se está pensando en la nueva, este año pretendemos mejorar y superarnos de nuevo”, señalaba en su discurso.
Tras su intervención, vino la de Francisco Teruel, diputado y responsable del área de Cultura de la Diputació de València, quien quiso exhibir el espacio de la Fira como “un punto turístico y de generación de riqueza” y que sirve para sacar a relucir el fondo editorial de Diputació de València: “La Fira nos permite conocer a los autores, acercarnos a ellos y ser conscientes de las publicaciones que albergamos en Diputació”, señaló en su discurso.
Por su parte la alcaldesa de València, María José Català, quiso ser breve porque a la Fira se viene a “disfrutar y no a escuchar a los políticos” aunque no se fue sin antes prometer “una buena celebración” de cara al sesenta aniversario el año que viene. Más largo fue el discurso del escritor y poeta Josep Ballester Roca, quien quiso dedicar su pregón al “poder transformador del libro” y a quienes los cuidan, los “llibreters”: “Originalmente al librero se le llamaba llibreter, que era quien comprendía los libros, no sólo como mercancía sino como arte. Con estos eventos celebramos la labor de los llibreters del presente y que comprenden el libro como algo más que un producto y que le proporcionan sus cuidados".
Foto: FIRA DEL LLIBRE
