La mayoría de los acusados quieren llegar a conformidades, pero dos de los cuatro principales acusados se niegan a llegar a acuerdos
VALÈNCIA. Los imputados por el caso Emarsa hacen cola ante la Fiscalía. Las peticiones de penas son tan elevadas que la mayoría ha preferido pactar. Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, la práctica mayoría de los imputados están tratando de llegar a acuerdos con las dos fiscales que llevan la causa, pero los citados acuerdos no están resultando nada fáciles de cerrar.
Las representantes del Ministerio Público están abiertas a los pactos, pero con condiciones. Este periódico ha podido saber que las dos fiscales están llegando a acuerdos para rebajar las penas pero sin firmar nada antes de que se celebre el juicio. Al parecer, ya están acordadas las reducciones de penas pero la primera de las condiciones es que no serán efectivas hasta que se escuchen las declaraciones en sala.
No es la primera vez que la Fiscalía actúa así. De hecho, en el juicio de Gürtel, que actualmente se está celebrando en la Audiencia Nacional, sus compañeras ya emplearon la técnica de: “primero declara, y luego hablamos”.
La segunda condición, la más complicada, que devuelvan el dinero. Valencia Plaza ha podido saber que la Fiscalía quiere recuperar todo el dinero defraudado que pueda, el problema es que los procesados aseveran no tener lo que en su día robaron. Es por ello, que las penas 'bailan' en función de lo que declaren en juicio. Un juicio que empezará el próximo día 13 de marzo si los magistrados no suspenden el inicio del mismo, algo que determinadas defensas solicitarán.
Los que parece ser que se niegan a llegar a ningún acuerdo son el expresidente de Emarsa, Enrique Crespo, y el exgerente de la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales (Epsar). Ambos, juntos con el exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta, y el exjefe de informática, forman el cuarteto de los principales investigados dentro del marco de esta investigación.
La supuesta trama corrupta, cuyo juicio comenzará el próximo día 13, actuó en torno a dos grandes 'negocios': el mantenimiento de la mayor depuradora de la Comunitat Valenciana y la gestión del material de desecho, los lodos.
Las acusaciones creen que hubo un supuesto concierto entre Enrique Crespo, Esteban Cuesta, Enrique Arnal y los ex altos cargos de la EPSAR José Juan Morenilla e Ignacio Bernácer para fijar la financiación que la Generalitat debía aportar a Emarsa.
Supuestamente, las empresas interpuestas de varios acusados facturaron a Emarsa por obras y servicios inexistentes y repartieron dinero entre los implicados.
Dos de los principales protagonistas de esta trama han reconocido su participación en la trama corrupta, se trata del exjefe de informática de Emarsa y administrador de varias empresas subcontratadas Sebastián García Martínez Chanin y el exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta.
El negocio de los lodos, a juicio de las acusaciones, se construyó en torno a una estructura empresarial vinculada a Roca Samper, a través de la que se llegaron a facturar 45 euros por el tratamiento de cada tonelada de fango frente a los 18 euros en operaciones anteriores.