Ahora sí. Sacamos pecho, músculo, fardamos de despensa, talento y creatividad. Por fin nos los creemos. Esta semana hemos asistido a la puesta de largo de la Comunidad Valenciana como destino turístico gastronómico. Sin complejos.
A Quique Dacosta le brillaban los ojos mientras nos mostraba a un reducido grupo de periodistas los cinco espacios gastronómicos que ha creado en el hotel Mandarin Oriental Ritz, el Ritz para los madrileños. Un hotel mítico, que abrió sus puertas en 1910, y que ha estado tres años en obras. Cuatro desde que el cocinero triestrellado se pusiese a trabajar en los diferentes conceptos que han convertido este edificio en un hotel gastronómico con un champagne bar, un restaurantes de cocina clásica, una coctelería maravillosa, unos jardines con vistas al Museo del Prado donde viajar a través de los sabores del mundo y su la joya de la corona, Deessa, el restaurante gastronómico en el que Quique Dacosta reafirma los motivos por los que ha alcanzado el olimpo. Allí habían comido el día anterior Andoni Luis Aduriz y Dabiz Muñoz. Los dioses se codean con dioses (y no suelen equivocarse cuando eligen sitio para comer).
Deessa fue también el escenario de un coronamiento, el de la Comunidad Valenciana, que demostraba que se sitúa al lado de otros territorios cuya atracción principal llega a través del estómago, el arte y el producto. Podemos codearnos y convivir con los grandes. Hablamos con ellos de tú a tú. Sin agachar la cabeza ni pasar desapercibidos. Lo sabíamos desde hace tiempo, pero no acabábamos de creérnoslo.
La cena a cargo de siete cocineros galardonados con estrellas Michelin (eché en falta la presencia de alguna cocinera) fue el remate de un runrún gastronómico que no deja de crecer y que acabará de auparnos con la celebración en Valéncia de la gala en la que se otorgarán las próximas estrellas Michelin. No es la única señal de que algo está pasando en la Comunidad. Dani Malavía y Roseta Félix, la pareja detrás del restaurante Fraula, no lo consiguieron, pero nadie les podrá quitar la emoción de haber sido nominamos a cocineros revelación en Madrid Fusión. Por el evento gastronómico desfilaron muchos representantes de la alta cocina valenciana, entre ellos, el otro gran embajador, Ricard Camarena, que ha recibido el “Premio Cocinero del Año” 2021 por su defensa de las verduras, un "activista de lo verde”, según la organización.
Vale que el stand de la Comunidad Valenciana en el congreso gastronómico sigue siendo bastante discreto (y poco atractivo, reconozcámoslo). Quizás pesen tantos años de dispendio y corruptelas. Al menos este año, estábamos más visibles que el anterior. Lo importante es que cada vez estamos más presentes y que nuestra gastronomía es capaz de atraer, enamorar y demostrar al mundo el potencial gastronómico que tenemos.
La cena a 16 manos del pasado martes fue una demostración del trabajo que hacen muchos otros cocineros y cocineras de Valencia, Castellón y Alicante. Ahora ya no hay duda. La gastronomía es la excusa, el imán para descubrir el resto. Primero, reservar para comer o cenar, luego todo lo demás. Qué bien que lo hayamos logrado.