La Generalitat pierde 2.636 millones tras destinar 2.383 a provisiones y gastos no reconocidos del anterior Consell

VALÈNCIA (VP/EP). El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, ha presentado este viernes la Cuenta General de la Generalitat correspondiente al 2016, que refleja un resultado económico patrimonial negativo de 2.636 millones de euros, aunque mejora en 1.906 millones (un 41%) el resultado de 2015 y supone el mejor desde 2011.

Así lo ha señalado Soler en una rueda de prensa en la que ha señalado que aunque "los indicadores mejoran, se constata que sin un nuevo sistema de financiación la Hacienda valenciana es inviable", y a pesar de los "esfuerzos enormes" que ha realizado este Consell para "afrontar la bomba de relojería" que supone la infrafinanciación y la gestión del anterior gobierno del PP.

Tras resaltar que la cuenta ofrece una "imagen fiel de la realidad financiera de la Generalitat" porque "se ha acabado la ingeniería contable", el responsable de Hacienda ha explicado que el fondo de maniobra --el principal indicador de liquidez-- es negativo y se sitúa en 1.283 millones de euros, lo que "refleja las dificultades" existentes en la caja para pagar, pero mejora hasta convertirse en el mejor resultado desde 2011. De hecho, en 2015 fue de 10.078 millones, con lo que la mejora interanual ha sido del 43,4%.

La Cuenta General refleja 14.529,87 millones de euros como gastos-pérdidas, que se reducen un 11,20% respecto a 2015, mientras que los ingresos-ganancias crecen un 0,62% interanual, hasta 11.892,90 millones. En el apartado de ingresos tributarios, destaca el incremento de recaudación por IRPF e IVA. En el primer caso sube un 15,9%, hasta 3.299,2 millones, mientras que en el segundo crece un 11,9% hasta 3.725,2 millones.

Provisiones

Además, la Cuenta General refleja la provisión de pasivos y compromisos "no reconocidos o centrifugados al futuro" por el anterior Consell. Así, si en 2015 se reconocieron ajustes negativos por importe de 3.084 millones, en 2016 se han incorporado nuevas previsiones de la etapa anterior por importe de 929 millones, que corresponden a cuestiones como las ayudas a la vivienda, el convenio del IVVSA y el EIGE para la construcción de colegios, la provisión para la refinanciación de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), para el ajuste del valor real de la participación en entidades del sector público y para los créditos a largo plazo y asunción de la deuda.

Además de estas provisiones, contiene también otros apuntes que afectan a la minoración de activos y otros compromisos que inciden en el gasto y que dejó pendientes el anterior Consell, ha explicado Soler, entre ellos la deuda de Feria Valencia, la dependencia o deudas por material sanitario adquirido entre 2002 y 2008. Todo ello, junto a los 929 millones provisionados por primera vez este año, suma al menos 2.382 millones de euros.

En cuanto al balance, el activo de la Generalitat es de 20.175 millones, un 1,23% menos que en 2015, una bajada que el conseller ha explicado por las valoraciones inadecuadas de la participación en entidades del sector público empresarial o el trabajo que se ha hecho por hacer un "reflejo real" de la situación económica, porque hay deudas que "se sabía que no se iban a cobrar".

En cuanto al pasivo, los fondos propios son de -28.104,15 millones, frente a los -25.419,12 millones de 2015, "como resultado de restar al patrimonio de la administración los resultados heredados de la etapa anterior (28.334 millones) y el resultado de 2016 (2.636 millones)".

El pasivo exigible sube un 5,31%, hasta 48.279,25 millones, aumentando en 2.433 millones como consecuencia de las provisiones y del resultado negativo derivado de la infrafinanciación.

La Generalitat tenía en 2016 un gasto no financiado (desviación respecto al déficit autorizado) de 871 millones, cantidad que se debe cubrir con el FLA extraordinario de 2017 que Vicent Soler ha lamentado, aún no se ha activado, cuando el año pasado sí llegó en el mes de junio, cuando había elecciones generales.