VALENCIA. Se esperaba una respuesta firme a la cuestión de si el PP aceptaba las seis condiciones "irrenunciables" de Albert Rivera para la investidura de Mariano Rajoy, pero no ha sido así. El presidente del Gobierno en funciones tan sólo señaló este miércoles tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular que había recibido el respaldo de su partido para negociar con Ciudadanos.
No obstante, sin conocer si los populares aceptarán las exigencias de la formación naranja -entre las que se incluye la de expulsar a todo cargo público imputado por corrupción- se mantiene la incertidumbre sobre la situación en la que se encontrarán los nueve de los diez concejales populares investigados por su presunta implicación en un delito de blanqueo de capitales.
El presidente del Gobierno en funciones tampoco aclaró tras la Ejecutiva del PP la fecha a la investidura, sin embargo, sí habló de otros asuntos -"temas urgentes" como los quiso tildar- como los Presupuestos del Estado para 2016, techo de gasto, estabilidad y deuda pública.
Nadie dijo "ni una palabra" sobre las condiciones en la Ejecutiva. Algo que no extrañó al líder del PP, que cuestionaba en la rueda de prensa quién había dicho que el objeto de la reunión era debatir sobre las líneas rojas planteadas por Ciudadanos. "Yo nunca lo he dicho, he convocado al Comité Ejecutivo para que me autorizase a negociar", admitió.
Sin embargo, las conclusiones que se pudieron sacar de la reunión de este miércoles no parecían agradar a miembros de Ciudadanos como al actual vicesecretario del partido, José Manuel Villegas, quien momentos después de la comparecencia de Rajoy manifestó que para lo que se había trasladado "no hacía falta esperar una semana".
Desde algunas cuentas del partido, como la del portavoz del grupo parlamentario, Ignacio Aguado, recordaban al presidente del Gobierno en funciones que el cometido de la reunión era el que era -debatir sobre las condiciones de Ciudadanos-, tal y como él mismo expuso en su cuenta de twitter el pasado 10 de agosto.
Mientras tanto, el PSOE se mantiene en su negativa de apoyar a Rajoy, de quien dice "quiere gobernar sin oposición". El líder socialista, Pedro Sánchez, calificó de "impropia" y "tomadura de pelo" la rueda de prensa tras el Comité Ejecutivo y le exigía a Rajoy que fijara la fecha de investidura, ya que, de lo contrario, el viernes el partido presentará "una iniciativa para que la Presidenta del Congreso se reúna con él y lo haga".
Mientras se celebraba la reunión de la Comisión Ejecutiva, la concejala del Grupo Popular, Beatriz Simón, señalaba que, aunque Rajoy aceptara las condiciones de Rivera, esa decisión no tendría por qué afectar a los actuales concejales del PP en el Ayuntamiento de Valencia, nueve de ellos investigados –antes imputados- y suspendidos de militancia de manera cautelar.
Sin embargo, si Rajoy terminase aceptando las condiciones de Ciudadanos supondría la forzada dimisión de los concejales. De hecho, aunque se negaran a dejar el cargo tendrían que pasar al grupo de no adscritos, con lo que saldrían del grupo popular y el equipo quedaría vacío. Una situación que derivaría en una obligada renovación del grupo municipal.
Actualmente los concejales permanecen en sus concejalías de manera independiente. El único concejal no imputado y, que a su vez se ha convertido en portavoz del partido, es Eusebio Monzó (independiente).