VALENCIA. La inmobiliaria de viviendas de lujo Lucas Fox ha abierto su primera tienda a pie de calle en la ciudad de Valencia, concretamente en Hernán Cortes 18. Actualmente, tienen dos espacios en Barcelona, en la Costa brava, en Sitges, Marbella o Ibiza. El delegado de Lucas Fox en Valencia, Juan Luis Herrero, explica que a pesar de que casi todos sus clientes son internacionales y les llegan a través de Internet, buscan tener más visibilidad entre el público valenciano y entre aquellos que quieren vender una vivienda.
"A muchos propietarios, el que estemos a pie de calle les da más tranquilidad", destaca. El negocio inmobiliario empieza a ver la luz después del brusco descenso en ventas tras la crisis y de haber ido recuperando año tras año hasta llegar a cifras de 2007. Lucas Fox es especialista en el lujo, un mercado que no se resintió tanto como el nacional durante la crisis.
"Se ha recuperado mucho el sector medio. En esta época se ha vendido lo muy caro y lo muy barato y ahora, con las hipotecas que se están dando, se está empezando a recuperar". Sin embargo, hay escasez de vivienda. "Nosotros trabajamos en la ciudad de Valencia y ya nos cuesta encontrar producto que se adecue a la demanda que tenemos", explica Herrero.
A esto se suma una de sus peculiaridades, y es que trabajan mucho el cliente internacional, un mercado que sigue al alza. "El comprador internacional ve que Valencia es una opción muy viable a nivel de precios, a nivel de calidad de vida y viene mucha gente rebotada de Barcelona". Desde Barcelona llegan por saturación. "Hay mucha gente y es un tamaño de vivienda que ya incomoda a la gente. Eso y la situación política que está teniendo, hace que Valencia se contemple como una alternativa".
Eso sí, asegura que Barcelona lleva a Valencia un año y medio de ventaja en precios. "Aquí los precios están estabilizados aunque con ligeros repuntes en zonas muy concretas". La compañía abrió delegación en Valencia hace un años dentro de un proceso de crecimiento orgánico que se inició en Barcelona, cuando comenzó su actividad de la mano de inversores extranjeros.
A diferencia de otras inmobiliarias, Lucas Fox no franquicia, sino que crece con su propia estructura y se plantea continuar con esta estrategia, optimizando los recursos de los que actualmente dispone. Actualmente también tiene su punto de mira en expandirse hacia la Costa Blanca.