La inversión china en un nuevo superpuerto en Argelia amenaza el liderazgo de Valencia

VALENCIA. El Puerto de Valencia se enfrenta a un nuevo obstáculo para mantener su liderazgo en el Mediterráneo en plena incertidumbre sobre la evolución del comercio marítimo mundial. El acuerdo entre China y Argelia para construir un puerto en Argel con 23 muelles y capacidad para mover 6,5 millones de contenedores al año supone una doble amenaza para el recinto valenciano, tanto por el impacto sobre el tráfico de mercancías como por la repercusión que pueda tener sobre la búsqueda de inversores para financiar la ampliación norte del Puerto de Valencia, un proyecto en el que se negocia implicar al gigante asiático.

Las autoridades chinas firmaron recientemente un contrato con Argelia para invertir 3.300 millones de dólares en el nuevo recinto. Las obras, que se ejecutarán en dos fases, se estima que estarán finalizadas en siete años. Las previsiones son ambiciosas, ya que en 2050 aspira a mover 35 millones de toneladas y dos millones de TEU (contenedores de 20 pies) cada año. Para calibrar la magnitud del proyecto, basta recordar que el Puerto de Valencia manipula anualmente alrededor de 4,5 millones de TEU.

Con este puerto, Argelia busca una nueva vía de salida a sus productos pero, sobre todo, convertirse en un puerto hub (nudo de conexión) para el comercio marítimo en el Mediterráneo occidental. El nuevo recinto estará preparado para recibir a los megabuques que dominan las rutas transoceánicas, que no pueden hacer escala en todos los puertos. Con ello, el nuevo puerto de Cherchell, a 70 kilómetros de Argel, se suma al pulso que ya mantienen Valencia y los otros grandes puertos del Mediterráneo occidental (Algeciras, Barcelona, Sines, Giogia Tauro, etcétera) por entrar en las rutas de las grandes navieras.

El Puerto de Valencia admite que el proyecto es una "amenaza" a su dominio en el tráfico de mercancías, un liderazgo que ha recuperado en 2015 tras verse adelantado temporalmente por el Puerto de la Bahía de Algeciras. Fuentes del recinto valenciano inciden en qué el impacto dependerá de su capacidad para "retener a los grandes navieros con precios competitivos para el transbordo".

"Argelia tiene una población muy importante y, si el país se desarrolla, su tráfico important-export crecerá mucho", añaden. Las repercusiones para Valencia pueden ser varias. Por un lado existe el riesgo de que se desvíen tráficos de transbordo al crecer la competencia entre puertos por atraer las escalas de las grandes rutas transoceánicas justo en un momento de concentración de la oferta (buques más grandes y menos escalas).

Por otro lado están las repercusiones que pueda tener sobre la relación comercial que en la actualidad mantienen Argelia y el Puerto de Valencia. El recinto valenciano ejerce como puerto de escala para un porcentaje importante de mercancía que tiene como destino final el mercado argelino. "Podríamos perder esos o parte de esos transbordos", reconocen en Valencia.

Según las últimas estadísticas publicadas por Valenciaport -que incluye los datos de los tres recintos que gestiona: Valencia, Sagunto y Gandia-, Argelia es el país más importante en volumen de tráfico por detrás de España. En el acumulado hasta el pasado mes de noviembre, por los muelles valencianos habían pasado 5,32 millones de toneladas, por encima de los 5,28 millones de toneladas de China a los 4,66 millones de toneladas de Italia.

En tráfico de contenedores TEU, los intercambios con Argelia y con China también ocupan una posición determinante. En el mismo periodo acumulado enero-noviembre, más de 202.000 TEU tenían como origen o destino el país magrebí, de los cuales la gran mayoría se movieron en régimen de transbordo: 168.626. ¿Qué pasará cuando Argelia no dependa de las escalas en otros puertos para recibir sus mercancías? ¿Y cuando China controle su propio puerto en el Mediterráneo occidental?

Las consecuencias son inciertas. En el Puerto de Valencia no se descarta que la llegada del nuevo competidor permita aumentar los intercambios comerciales con Argelia. Los siete años que aún tardará en estar operativo el nuevo puerto y la incertidumbre sobre la evolución futura del comercio marítimo mundial impiden estimar la repercusión con exactitud. En cualquier caso, Valencia no desdeña la exigencia: "debemos seguir reforzando nuestra competitividad".

China busca puerto propio

Por el momento, con el contrato firmado entre la Empresa Portuaria de China de Ingeniería (CHEC), China State Construction Engineering Corporation (CSCEC) y el Ministerio de Transporte de Argelia, el país asiático se asegura el control que buscaba desde hace tiempo sobre uno de los puertos de este área.

Según explican fuentes del sector, la naviera estatal china Cosco necesita un puerto hub en el Mediterráneo. La compañía está en pleno proceso de fusión con el otro gran grupo de transporte del país, China Shipping, una alianza que dará lugar al cuarto operador del mundo con una cuota de mercado que roza el 8%.

Antes de esta concentración, China ya había realizado movimientos encaminados a reforzar su presencia en el Mediterráneo. El más importante hasta ahora había sido sin duda su entrada en el puerto griego de El Pireo. En 2009, aprovechando la debilidad de Grecia, Cosco se hizo con el control para 35 años de su mayor muelle a cambio de 500 millones de euros.

Ahora China mira hacia varios puntos en el otro extremo del Mediterráneo, Valencia entre ellos. Cosco es una de las navieras que puja por entrar en la ampliación norte del Puerto de Valencia, su proyecto más ambicioso en años y que prevé licitar a finales de este año.

La iniciativa privada tendrá el papel fundamental en ese plan. La reciente ampliación a 50 años de los periodos concesionales para los operadores de mercancías en las terminales portuarias ha hecho crecer el interés de navieras, operadores y fondos en este tipo de inversiones.

La china Cosco es una de las firmas que está en la puja por entrar en la ampliación norte del Puerto de Valencia, cuyos responsables mantienen desde hace semanas gestiones encaminadas a captar el interés de los inversores.

La compañía asiática competirá con MSC, Maersk y Noatum, los tres grandes operadores con presencia en el Puerto de Valencia. Si la entrada de China en el megapuerto de Algeciras puede distraer su interés por desembarcar en Valencia es una incógnita.

A favor del recinto valenciano juega, según interpretan fuentes del sector, su equilibrada proporción entre tráfico de contenedores en régimen de transbordo y en import-export.

Según explican desde la Autoridad Portuaria de Valencia, la compañía China Merchants, también controlada por el estado chino, estaría sondeando inversiones para tomar posiciones en el Mediterráneo. "Es probable que no quieran meter todos los huevos en la misma cesta", sostienen para mantener abiertas las opciones de Valencia a la entrada de capital asiático.