Expertos analizaron ayer en la Universitat de Valencià los productos financieros enfocados hacia la lucha contra el cambio climático, cuya oferta actual deja mucho que desear
VALENCIA. "Al clásico binomio rentabilidad-riesgo en la inversión habría que añadir otra erre como es la de responsabilidad, pero en España todavía nos queda mucho camino que recorrer y no estamos en este sentido a la altura de países como los nórdicos". Así lo reconoció ayer a este diario Vicente Pallardó, profesor e investigador del Instituto de Economía Internacional (IEI) minutos antes de presentar la perspectiva de los inversores dentro de la interesante jornada celebrada ayer en la Universitat de Valencià -con la colaboración de Climate-KIC- bajo el título 'Afrontando el cambio climático desde los mercados financieros'.
El profesor Pallardó no dudó en advertir que "si queremos que los gestores incorporen la variable de la responsabilidad, los inversores deben estar mentalizados". Algo que a su juicio todavía no sucede en su gran mayoría, pero confía en que "las nuevas generaciones desempeñen este papel relevante para potenciar las inversiones socialmente responsables".
Araceli De Frutos, gestora del fondo Alhaja Inversiones y de las pocas mujeres en España con una EAFI (Empresa de Asesoramiento Financiero Independiente); Guillermo Ramón Gregori, también con EAFI propia, y Carlos Serra, experto independiente en el sector energético e inversor a título personal, fueron los tres ponentes que ofrecieron sus perspectivas.
Abrió el fuego De Frutos, que pasó por la redacción de Valencia Plaza en febrero pasado para abordar diversas cuestiones, manifestando que "la preocupación por el medio ambiente siempre ha estado presente en la cabeza de los economistas porque es una parte importante dentro de una empresa".
La gestora de fondos señaló que "la responsabilidad social corporativa está de moda porque es un término muy cercano a nosotros"; mientras recordó que "todas las empresas en mayor o menor medida cuentan con una política medioambiental e incluso las de sectores más contaminantes como cementeras y energéticas".
Citó el caso de Volkswagen -por aquello de que la industria automovilística también están en este radio de acción contaminante-, "cuyo desenlace final veremos si no acaba en un 'efecto dominó' para el resto o tan solo es un caso aislado". Asimismo puso sobre la mesa un dato a tener en cuenta: de los casi 195.000 millones de euros que se movían en España en fondos de inversión bajo el paraguas de Inverco, la patronal del sector, apenas 2.900 millones estaban en fondos que se ajustan a criterios medioambientales. O lo que es lo es lo mismo: un pírrico 1,5% sobre el total.
Al hilo de esto reconoció la escasa oferta existente de este tipo de fondos en España para los inversores porque priman más otro tipo de activos. Sin embargo, y a la vista de los actuales simbólicos tipos de interés, advirtió sobre la elevada rentabilidad por dividendo de las cotizadas del sector eléctrico. "Las utilities están de moda" como también "ha retornado el apetito por las renovables e incluso por parte de fondos de capital riesgo". A modo de resumen destacó la escasa oferta y el poco conocimiento entre los minoristas "de un sector en crecimiento donde queda mucho por hacer".
A continuación Guillermo Ramón, con EAFI propia, desgranó la inversión en los llamados 'bonos verdes' o 'green bonds' de la que esta misma semana ya los analizó para los lectores de Valencia Plaza. Su inicio de ponencia fue toda una declaración de intenciones: "Los 'bonos verdes' han venido para quedarse". Y para ello tiró de números: "apenas hay emisiones por valor de 100.000 millones de dólares frente a una deuda viva de 80 trillones de dólares". Por tanto hay muy poco emitido y el recorrido es muy largo".
A diferencia de lo que sucede en otros países, aquí en España "no se toman en serio este tipo de inversiones bajo criterios medioambientales porque enseguida se tira de casos excepcionales como los de Enron, Worldcom o ahora Volkswagen". El impacto de estos escándalos, que se dan con cuentagotas, es mucho mayor en estos tiempos "porque al momento corre como la pólvora por las redes sociales".
Hablar de los 'bonos verdes' es hacerlo de un mercado muy joven -nació en 2007- enfocado a las emisiones de muchas empresas, muy especialmente de las contaminantes para tratar -en cierto modo- de lavar su imagen de cara al público. Desde bonos a acciones, pasando por derivados, fondos, ETFs... se pueden invertir "pero claro a la mayoría de inversores españoles lo que les importa de verdad es cuanta más rentabilidad mejor a diferencia de los estadounidenses donde existen 'inversores activistas' que miran bien a la hora de rentabilizar su dinero".
Recordó que en España solo Iberdrola y Abengoa emiten actualmente 'bonos verdes' como también que donde más dinero se invierte es en las energías alternativas; mientras recordó que éste es un buen momento "habida cuenta de la gran liquidez existente en los mercados".
Finalmente Carlos Serra, experto independiente en el sector energético e inversor a título personal, departió sobre los productos financieros contra el cambio climático para los minoristas, "cuya oferta deja mucho que desear". Y para empezar, todo un aviso a navegantes: "La actividad diaria de las petroleras genera un impacto más negativo que una gran catástrofe" a la vez que remarcaba que "todas las fuentes energéticas, todas, tienen un impacto".
Este ingeniero industrial sevillano recordó que el sector energético es responsable del 75% de las emisiones de CO2 "donde la verdadera oportunidad está en toda la energía que se tira". Para Serra, la oferta de productos de inversión colectiva actual, además de ser reducida, "es un poco confusa" y para ello esgrimió una serie de razones.
Denunció, además de las altas comisiones de este tipo de fondos, que muchos de ellos se venden bajo criterios medioambientales "cuando tan solo basta comprobar su cartera de inversión para darse cuenta de que no es cierto". Para ello señaló como fondos de estas características tenían entre sus principales inversiones a empresas que nada tienen que ver "y que lo único que buscan es una mayor rentabilidad en la cartera".