VALÈNCIA, (EFE). La nueva ley de Ocio, Hospitalidad y Turismo recoge la creación de un Comité estratégico de cogestión paritaria entre el sector público y privado y endurece las sanciones a quienes incumplan la normativa desde los 30.000 euros actuales hasta los 600.000 euros en el caso de infracciones muy graves.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, han presentado hoy al sector el anteproyecto de la nueva norma, que busca la armonización con otras Comunidades Autónomas, como País Vasco y Cataluña, que han aumentado las sanciones por infracción.
El anteproyecto contempla la creación de un Comité estratégico para dirigir Turisme Comunitat Valenciana, el organismo que sustituirá a la Agencia Valenciana del Turismo, cuya composición será paritaria entre la Generalitat y el sector turístico.
La ley de Turismo apuesta por el control de la economía sumergida y para ello "ha dado un primer paso" con un régimen sancionador al que, según el presidente de la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (Hosbec), Antonio Mayor, debería sumarse la administración estatal y los ayuntamientos.
Según el president de la Generalitat, todo tiene que estar "dentro de la reglamentación" y "sin hacer competencia desleal como microhoteles en apartamentos", sino que cualquier tipo de segmento se puede legalizar "siempre desde la calidad y sin hacer trampas" y pagando impuestos para fortalecer el estado de bienestar, la promoción turística y los equipamientos de las ciudades.
Respecto al Comité de cogestión público-privada que decidirá la estrategia turística de la Comunitat Valenciana, Puig ha destacado que no solo es que el sector se siente escuchado sino que "codecida".
Puig se ha referido al código ético, en el que hay acuerdo, porque los valores "no son simplemente un añadido, una cuestión de márquetin, sino de realidad porque la gente decide ir a los sitios también teniendo en cuenta la reputación de un territorio".
Esta ha sido una de las cuestiones destacadas por Francesc Colomer, la adhesión al Código Ético Mundial de Turismo, además de la hospitalidad, la sostenibilidad, la responsabilidad social, la vertebración del territorio, la competitividad, la calidad y diversificación, el capital humano especializado, la transparencia, y la participación y corresponsabilidad.
Estos son los nueve valores de la nueva ley de Turismo, cuyo anteproyecto se tratará en el pleno del Consell de este próximo viernes.
La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, ha apostado por la necesidad de reconversión y renovación de las ciudades turísticas en la línea de promover, frente a "un modelo anacrónico de rascacielos", el compromiso con la cultura, las Fallas, la protección del paisaje, la solidaridad y el acogimiento, la inclusión y la hospitalidad, con el fin de ser "los mejores anfitriones".
El secretario autonómico de Turismo ha añadido que la ley "no hace milagros" pero impulsa los cambios hacia un marco de seguridad y confianza, alta productividad y la inserción en la Estrategia contra el Cambio Climático, y "cancela una etapa" basada en la actividad turística para pasar a "una economía turística".
El turismo, que representa en la Comunitat el 13,2 % del PIB y el 14 % del empleo, tiene perspectivas de crecimiento y hay que aprovechar este escenario positivo para mejorar, según Puig, que ha anunciado que la Comunitat espera un crecimiento en el número de visitantes residentes en España, y pasar de los 7 millones de 2016 a 8,5 millones este año.
Puig ha afirmado que la ley de Turismo quiere ser "una ley de todos, no de un gobierno ni de un partido", y ha agregado que están dispuestos a escuchar las propuestas de otros partidos políticos para mejorarla, en relación al PP, a quien ha advertido que si no la apoya "quedará en evidencia" porque ha recibido el acuerdo de las organizaciones empresariales y sindicales y del sector.