VALÈNCIA. La actual coyuntura provocada por la crisis sanitaria abre muchas incertezas en el mercado inmobiliario, como en la mayoría de sectores económicos. Una incertidumbre que tiene su reflejo en el segmento de la vivienda en donde ya se atisban algunos síntomas de ralentización en la compraventa, después de unos meses de verano de "cierta normalidad" en cuanto al ritmo de operaciones debido a la demanda acumulada. Pero este escenario no implica una paralización de la actividad inmobiliaria, sino más bien una parálisis en el lanzamiento de nuevos proyectos.
No obstante, ante el avance de la segunda ola de la pandemia, muchas compañías han decidido posponer la puesta en marcha de nuevos proyectos, mientras que otras que ya tenían promociones en el mercado han reorientado parte de esa oferta de la venta al alquiler bajo la fórmula del build to rent.
Así consta en el informe sobre el tercer trimestre de 2020, elaborado por Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València. Un observatorio nacido de la Asociación de Promotores de Valencia (Aprova), Porcelanosa, White Investing, Vialterra Infraestructuras y Olivares Consultores con el objetivo de analizar el mercado valenciano para detectar posibles desequilibrios entre la oferta y demanda en la vivienda.
Según recoge el informe, durante los meses de julio, agosto y los inicios de septiembre se retomaron proyectos inmobiliarios que quedaron aplazados durante los meses de confinamiento. Las ventas también recuperaron dinamismo debido a la demanda acumulada. "Fueron meses muy buenos a nivel comercial y con datos de venta mucho mejores que en el mismo periodo de 2019 por ese efecto de demanda acumulada y la percepción de cambio en la situación", explica Fernando Cos-Gayón López, director del Observatorio.
Estos dos factores, unidos a la experiencia vivida en las casas durante el confinamiento, impulsaron una reactivación en los ritmos de venta. Fruto de ello, el tercer trimestre de 2020 ha sido un "muy buen periodo en cuanto a ventas", aunque, eso sí, con mejor comportamiento en barrios consolidados y algo más contenidas en las grandes actuaciones de la ciudad de València. Y es que, de acuerdo con el informe, "el comportamiento en el área metropolitana ha sido algo más plano, con operaciones sostenidas".
Sin embargo, el escenario ha cambiado con el empeoramiento de la evolución de la pandemia. Este nuevo contexto ha propiciado que la puesta de marcha de nuevos proyectos se ralentice a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. "Las compañías van a esperar porque ahora hay muchas incertidumbre para lanzar proyectos, pero los promotores siguen en la búsqueda de suelos finalistas para posicionarse y encontrar suelos a precios razonables", señala Cos-Gayón.
De este modo, el mercado de suelo está viviendo momentos de gran actividad, lo que anticipa una nueva etapa de proyectos adaptados a esas nuevas necesidades que ha puesto en escena el largo confinamiento vivido, indica el documento. Muchos de estos terrenos están ubicados en zonas del área metropolitana de València como Torrent, debido a la escasez de grandes parcelas en la ciudad. La mayoría están Patraix, Quatre Carreres o Benicalap, donde actualmente se concentran la mayoría de nuevas promociones. No obstante, quedan pequeñas parcelas residuales en el centro por las que ya pujan las promotoras, lo que conllevará promociones de menos número de viviendas.
También se ha detectado que proyectos destinados a la venta se destinan finalmente al alquiler, un mercado al alza. El negocio del built to rent -construir para alquilar- es una fórmula que coge impulso en el mercado ante la creciente demanda de vivienda por parte de colectivos con dificultades para acceder a la compra de un inmueble y las mayores rentabilidades que ofrece para el inversor. No solo nuevos proyectos se dedicarán al alquiler, sino también viviendas ya en comercialización que en un principio se habían lanzado para venta.
Todo ello, puede provocar que la oferta de obra nueva en València se reduzca, lo que puede tensionar los precios al alza en algunas localizaciones en cuanto se atisben síntoma de recuperación socioeconómica. No obstante y como ya se señala en el informe anterior, los precios de la obra nueva se mantienen en València y no se prevé una bajada brusca. El posible ajuste se deberá a la falta de oferta hasta que se lancen al mercado nuevos proyectos. "No ha habido ni habrá una bajada de los precios", asegura el director del Observatorio.