VALÈNCIA. Poco a poco, la plaza hotelera valenciana empieza a abrir sus puertas. El ritmo de vacunación, la relajación de las restricciones y el buen tiempo han devuelto la esperanza a uno de los sectores más golpeados por esta pandemia. Vuelven las reservas y las consultas y , paulatinamente, las cadenas comienzan a recibir de nuevo clientes. "Se ve la luz al final del túnel", aseguran, aunque también son conscientes de la incertidumbre que sobrevuela en el ambiente. Por el momento, el alivio llega durante el fin de semana y por parte de los turistas nacionales. Pero la prudencia permanece, a la espera de ver qué pasa con las fronteras. Por eso, el sector quiere ir con pies de plomo y valorar día a día. Sin prisa, pero sin pausa.
Durante estos meses, muchas compañías y empresarios independientes decidieron cerrar de forma temporal sus alojamientos para poder minimizar gastos. Una dura medida con el fin de 'aguantar la embestida' ante la falta de movilidad y turistas. Así, la plaza hotelera de València ha permanecido pausada. Un letargo del que lentamente despierta. En noviembre solo resistía abierta el 50% de la oferta y así se ha mantenido durante estos meses, aunque con alguna oscilación en Semana Santa, cuando se sumó alguna apertura puntual. Ni siquiera los puentes y las vacaciones de Pascua oxigenaron al sector. La demanda entonces seguía bastante parada y se prefirió seguir con la persiana bajada.
Pero, ahora, la situación es bien distinta. Aunque sin grandes aires de euforia, el sector atisba una mejoría. "La recuperación se nota y el volumen de reservas avanza. Vamos en una buena dirección", asegura a este diario Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunidad Valenciana (CET-CV). De hecho, según los datos de la plataforma de transacciones electrónicas entre empresas turísticas TravelgateX, la Comunitat Valenciana es, junto a Castilla y León y Asturias, una de las comunidades autónomas que han registrado un mayor incremento de reservas.
Un nuevo escenario que ha propiciado la apertura de los hoteles y, por ende, una transformación de la fotografía de València respecto a la de hace unos meses. Muchos establecimientos ya han levantado la persiana, mientras que otros lo harán esta misma semana. Este es el caso de la firma valenciana de alojamiento tematizado Casual Hoteles, que este mismo viernes abrirá su hotel Casual Vintage en la plaza del Ayuntamiento del 'cap i casal'. "Durante el fin de semana la demanda se ha reactivado y, tras el fin del estado de alarma, la gente se mueve. Vemos que ahora es el momento de reabrir, tras 15 meses cerrados", explica Juan Carlos Sanjuán, CEO de la cadena.
Eso sí, lo harán progresivamente. "Empezamos con uno y, a partir de junio, esperamos ir abriendo el resto de hoteles en València. En función del movimiento que haya en el mercado. También abriremos en breves en Lisboa, Oporto, Madrid y Cádiz y el siguiente paso será San Sebastián y Málaga", explica. Y es que el libro de reservas ya se va llenando, pero todavía a un ritmo lento. "La ocupación de viernes a domingo alcanza un 50%, pero el problema es durante la semana, que es cuando más se sufre. Por eso necesitamos que cuanto antes se abran fronteras", incide Sanjuán. "Vamos a ir abriendo en función del mercado. El objetivo es no volver a cerrar, porque eso sería una debacle", subraya.
Para una buena parte del sector se sacrificó la Semana Santa para poder 'salvar' el verano y la esperanza está puesta en conseguir buenas ocupaciones esta temporada. La previsión es que el mercado nacional tire de las reservas con cifras similares a las de la temporada estival del pasado año. El objetivo es aguantar y confiar en la evolución epidemiológica positiva en España. "Hasta 2023-2024 no habrá estabilidad en el mercado. Ahora, el reto es no volver a cerrar y recuperar al cliente extranjero", subraya el CEO de Casual.
De acuerdo con los datos que maneja la Confederación de Empresarios, en estos momento el 60% de la oferta en la ciudad de València está de nuevo abierto. A nivel autonómico, de los 809 alojamientos que tiene la Administración valenciana registrados, unos 366 permanecen abiertos, lo que supone el 45% del total. Por provincias, resiste con mayor fuerza Valencia frente a Alicante, que, además de contar con mayor número de plazas hoteleras, también tiene menos alojamientos que siguen atendiendo al público en estos momentos.
"Se ve ya la luz y las perspectivas son positivas", destaca Martí, para quien los buenos niveles de incidencia de la pandemia en la autonomía convierten a la plaza valenciana en una de las más atractivas en estos momentos. "Aunque la ocupación todavía no es óptima, el libro de reservas ya se mueve y eso es importante. La tendencia es de recuperación del sector y eso se refleja en un incremento paulatino de aperturas de hoteles", subraya.
También la cadena MyR, del Grupo Comatel, reabrirá el próximo 26 de mayo su hotel más emblemático: el Palacio Vallier. Un regreso que ya anuncian a través de sus redes sociales. "De momento abrimos uno y vamos observando. Es cierto que el fin de semana se incrementa la ocupación, pero el resto de la semana el número de reservas es bajo y no tiene sentido abrir todo de golpe", indica Fidel Molina, propietario del grupo. "No queremos cometer los errores del pasado y abrir para seguir perdiendo dinero. Necesitamos que llegue el turista extranjero", subraya. Por ahora, solo hay interés por parte del visitante nacional y el sector espera como agua de mayo noticias sobre la reanudación de vuelos internacionales para salvar de forma más holgada la temporada.
Asimismo, el grupo Sweet Hoteles ya ha abiertos dos de sus hoteles y prevé para finales de este mes abrir el tercero. "Las previsiones para los meses de verano son buenas a nivel de ocupación. De momento estamos sobre el 35%, esperando poder cerrar con el 85%. Eso sí, los precios globales se espera que estén un 25%-30% por debajo del 2019", indica Luis Fernández, director general de la firma.
También la cadena Servigroup, con establecimientos en varios puntos de la costa de la Comunitat Valenciana, se suma a esta reapertura y ya anuncia que a partir del próximo 28 de mayo comienza su desescalada progresiva para dar inicio a la temporada.
"En líneas generales creemos que abrirá todo el mundo, pero todavía el sector tiene dos hándicaps. Por un lado, la falta de movimiento del mercado internacional y, por otro, la necesidad de mejorar la ocupación durante la semana. "El turismo de eventos, el cultural y de negocios es el que salva los días laborables, pero por las restricciones, no hay movimiento. Los hoteles necesitan huéspedes más allá del fin de semana", puntualiza Martí.
Precisamente para atraer a clientes, las cadenas han lanzado ofertas con precios casi un 30% por debajo del de hace dos años, antes de la pandemia. "Los precios se han resentido muchísimo y eso nos preocupa mucho. Con la anterior crisis de 2008 bajaron tanto que hemos tardado diez años en recuperar los que había entonces. Pero ahora no se pueden tocar, porque lo que importa es que venga la gente. Nuestra obsesión en este momento es sacar a los trabajadores de los ERTE y estar operativos. Después del verano tendremos que calibrar", concluye Martí.