VALÈNCIA. (EP) El total de residuos recogidos durante las fiestas de Fallas, entre los días 12 y 20 de marzo, ha aumentado un 1,6% respecto al 2022, aunque se ha reducido un 3,6 respecto a 2019, las fallas prepandemia, y desde entonces se ha registrado asimismo una mejora "notable" de la separación selectiva
Así lo ha señalado este martes el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, en el balance del operativo de recogida de residuos y limpieza del espacio público durante las Fallas de 2023.
Al respecto, ha subrayado Campillo "las cifras récord de turismo, participación ciudadana y ocupación hotelera registrados no se han traducido en los datos de recogida de residuos". No obstante, ha hecho un llamamiento también a "reflexionar con serenidad y siempre con diálogo con el mundo fallero sobre el modelo de fiestas que queremos para la ciudad".
Además, ha defendido con rotundidad "la necesidad de implantar una tasa turística a partir del año 2024 para que las persones visitantes contribuyan en la financiación de los servicios públicos que prestamos desde la administración municipal".
Campillo ha resaltado que el índice de separación de residuos ha aumentado como consecuencia del despliegue de contenedores de recogida selectiva por toda la ciudad, especialmente de recogida de materia orgánica. Así, ha resaltado que si bien el incremento es ligero respeto al 2022, prácticamente se ha duplicado desde 2019, pasando de un porcentaje del 15% al 29% sobre el total de residuos.
En concreto, la recogida de materia orgánica (contenedor marrón) ha aumentado un 8% respecto al 2022, presentando un crecimiento del 200% respecto al 2019, es decir, tres veces superior, mientras que la recogida de envases ligeros (contenedor amarillo) y de papel-cartón (contenedor azul) presentan una disminución del 3% y del 4%, respecto al 2022. Aun así es un 70% superior a los datos registrados en 2019. Por su parte, la recogida de vidrio (contenedor verde) ha aumentado un 16% respecto al 2022, con un incremento del 27% respecto al 2019.
En cuanto a la recogida de residuos no selectivo o resto (contenedor gris), ha aumentado un 1% respecto al 2022, y ha presentado una disminución del -19% respecto al 2019, como efecto directo de la mayor separación de orgánica, lo que hace disminuir los residuos en el contenedor de restos (gris).
Finalmente, se ha referido a la cantidad de cenizas recogidas en la Nit de la Cremà, que ha sido de 2.290.300 kilos, lo que supone un 14,57% menos que en 2022 debido a que el año pasado, la cremà se vio muy afectada por un proceso de lluvias, que incrementan el peso de las cenizas. Campillo ha felicitado a todos los trabajadores de los servicios de limpieza "por su trabajo ingente, día y noche, y su magnífica labor".
Asimismo, ha agradecido la colaboración de los colectivos falleros, y ha destacado las campañas de sensibilización, como 'Ara pots pujar el reciclatge', que anima la población a separar los envases ligeros del resto de residuos con el estímulo de un sorteo de 5 bicicletas. Este año se han registrado 2.984 participantes más que en 2022; la campaña Punts Verds, de información a la ciudadanía sobre la separación selectiva de residuos; o los talleres dirigidos a las comisiones falleras Encén la flama verda y Art a la Falla.
Campillo ha aprovechado la rueda de prensa para pedir "serenidad a la hora de analizar qué modelo de fiestas queremos, a la hora de plantear un debate sobre el futuro de las Fallas" y no "hacer un análisis en caliente".
"Tenemos que hacer una reflexión, pero en general; no solo sobre las Fallas, sino sobre el modelo de ocio que tenemos, sobre el consumo de alcohol, como sociedad", ha argumentado Campillo, quien ha destacado la "magnífica recuperación de la ciudad, especialmente del sector de la hostelería".
Así, ha apuntado la necesidad de replantear la organización de las verbenas por la ciudad, y ha citado la propuesta realizada en su día del programa Germanor, para concentrar la celebración de estas convocatorias.
Finalmente, Campillo ha subrayado "la necesidad de que València implemente la tasa turística de cara a 2024, para que cada visitante, igual que en toda Europa, en Baleares o en Cataluña, deposite unos 2 o 3 euros por noche para contribuir al mantenimiento de los servicios públicos de la ciudad". "Es necesario que las personas visitantes sean conscientes también de su impacto en la seguridad, en el medio ambiente, en la limpieza y en todos los servicios públicos que ofrece la ciudad", ha concluido.