VALÈNCIA. Navarrés, Bolbaite, Quesa… son tres municipios que forman parte de la Canal de Navarrés, una pequeña área geográfica que agrupa a unos 15.000 habitantes y que se sitúa al sur de la provincia de Valencia, en su interior. Además de compartir comarca, también las tres localidades coinciden en contar con castillos de origen almohade de origen que fluctúa alrededor del siglo XII.
¿Dan para hacer una ruta de fortificaciones de características parecidas? En cierto modo sí, por ser de época similar, aunque, por otra parte, su estado de conservación resulta bastante diferente. Bolbaite, en recuperación avanzada, se ha convertido en el modelo a seguir para los vestigios de Quesa y Navarrés, en ruina.
"Bolbaite ha sido pionera", explica el arquitecto Tirso Ávila, cuya carrera profesional se ha especializado en recuperar castillos, a lo que dedica su empeño desde hace una veintena de años. Entre ellos se hallan los de las tres citadas localidades.
De esta fortificación destaca la torre de origen almohade conservada o la transformación del conjunto en palacio en el siglo XVI. "Empezamos hace diez años y apenas asomaban estructuras. Las primeras actuaciones que acometimos consistieron en consolidar esas estructuras y evitar su pérdida por el deterioro progresivo. En el futuro queremos abordar su gran despliegue ornamental", apunta el arquitecto, que recalca su manera de trabajar en fases sucesivas.
"Trabajamos en dos etapas. La inicial se basa en la consolidación, y la posterior se centra en los detalles y ya se incluye la puesta en valor", indica para mostrar "el desequilibrio visual que consistiría en actuar al 100% en un área cuando el resto se encuentra en ruinas".
En cualquier caso, la actuación llevada a cabo impulsada por el Ayuntamiento ha permitido en esta última década "cambiar el perfil urbano de la localidad”. En un término municipal que apenas rebasa los 1.300 habitantes, una transformación de esta envergadura en una edificación asentada entre sus calles supone una metamorfosis del conjunto poblacional.
Sería, en cierto modo, el camino a seguir para Quesa, un término con la mitad de moradores que el cercano de Bolbaite. Y también con un castillo, aunque en su caso en estado de ruina progresiva. Igualmente corresponde a la tipología catalogada como Islámica Medieval, aunque de unas dimensiones más reducidas que las de la fortificación antes reseñada.
"Se trata de un fuerte rectangular. No obstante, todavía nos hallamos en una toma de contacto inicial en la actuación. No esperamos grandes estructuras. Hemos visto abrevaderos del uso muy posterior de este recinto como establo y refugio de pastores, posiblemente ya en el siglo XIX", relata Ávila.
Su ubicación, cerca del río, permitiría ahondar en la faceta turística del municipio cuando esté rehabilitado. Hasta la fecha, "no existe un plan director, sino primeras actuaciones para consolidar estructuras en riesgo", apunta el arquitecto.
Navarrés (alrededor de 3.000 residentes), aunque más desarrollado dispone de una fortaleza con numerosas similitudes a la de Quesa. "Ya hubo intervenciones previas y se halla más avanzado. Los dos castillos son más pequeñas fortalezas, de unos 2.000 metros cuadrados, muy rectangulares y amuralladas", relata Ávila, quien alude a la "recuperación de estructuras principales y muralla y consolidación del interior, como aljibes".
En cualquier caso, hace hincapié en que los castillos de Navarrés y Quesa son "casi gemelos, en dos poblaciones con una configuración similar". El primero aparece definido como "de gran sencillez, consta de rectos y largos lienzos y una sola torre en la zona más accesible. Hay restos de la barrera", en la clasificación de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Por su parte, del de Quesa esta misma entidad, con delegación en la provincia de Valencia, hace alusión, en su descripción, a "cimientos y restos de cortinas".
En una comarca en riesgo de despoblación que busca potenciar el turismo, en gran medida el de excursiones de un día desde otras localidades de la provincia, impulsar el atractivo de sus castillos como foco de interés constituye una de sus opciones.
"Cada ayuntamiento está liderando la rehabilitación de su patrimonio. En cualquier caso, cuando ya estén habilitados y preparados para visitas, desde el departamento de Turismo de la mancomunidad se potenciarán y promocionarán", confirma Nuria Mengual, alcaldesa de Bicorp (unos 550 habitantes) y presidenta de la Mancomunitat de La Canal de Navarrés.
Una vez en la comarca, el recorrido podría extenderse a restos de otros castillos en una zona bien surtida de ellos. El de Enguera (la localidad más poblada de la Canal), también de origen musulmán, emergería para otra etapa; o el castillo-palacio de los Condes de Cervellón, en Anna, con la posibilidad de acercarse a la conocida albufera del municipio; o el de Chella, con su preciosa panorámica. O, desde luego, el de las Cavas, en Millares.