VALÈNCIA. El aumento de la tasa de alcantarillado inserta en la factura del agua de València perjudicará en especial a las familias numerosas. La reforma aprobada por la Junta de Gobierno Local del consistorio creará diferentes tramos en la parte variable de la tasa -la que se cobra en función del consumo de agua- y el tipo será mayor para quienes más gasten.
Como avanzó Valencia Plaza, el Ayuntamiento de València, y en concreto la concejalía de Hacienda de Ramón Vilar, está estudiando aumentar la tasa de alcantarillado para hacer frente al crédito y los intereses del préstamo que va a pedir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el fin de acometer inversiones en la red de saneamiento por valor de más de 160 millones de euros tras los problemas salidos a la luz durante el verano.
A la subida de esta tasa se suman los incrementos en otros gravámenes municipales que ya detalló este mismo diario, como el del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) o el del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), aprobados tal y como se habían previsto en un principio. Además se ha creado una tasa especial para las empresas operadoras de alquiler de vehículos compartidos, conocidas como sharing, y se han incrementado el impuesto de circulación y las tasas a las terrazas.
En cuanto a la tasa de alcantarillado, se introducen dos novedades. Hasta ahora, se pagaba una tasa fija de 0,3 euros por metro cúbico de agua consumido, que ahora será sustituida por dos partes: la fija y la varibale. La parte fija aportará a las arcas municipales un total de 6,6 millones de euros y la cantidad a pagar por factura dependerá del calibre del contador:
Y la parte variable se calculará en función del consumo, y se aplicarán diferentes tramos de manera que pretende ser progresiva -paga más quien más tiene o gana- pero con la variable del consumo. Así alguien que consuma menos de 6 m3 verá reducida la tasa a 0,28 euros/m3, pero si consume entre 6 y 12 m3, la tasa variable crecerá hasta los 0,33 euros/m3. Y así progresivamente tal y como muestra la tabla inferior.
Esto supone que no tendrán una mayor tasa quienes más renta o riqueza tengan sino quienes mas consuman, lo que beneficia a las personas que vivan solas y perjudica a las familias numerosas, sea cual sea su renta. No solo pagarán más por consumir más agua, sino que cada litro que consuman tendrá una tarifa mayor.
Así pues, excepto aquellos que se encuentren en el primer tramo, que verán reducida la tasa poco más de dos centésimas, el resto de recibos experimentarán un aumento de la tasa: un 10% los del segundo tramo, un 130% los del tercero, y un 265% los del cuarto. Con estos mimbres, la parte variable de la tasa repercutirá positivamente en las arcas del consistorio con 18 millones de euros.
En total, de la tasa de alcantarillado se pretenden recaudar anualmente 24,6 millones de euros, el doble de los ingresos proyectados en 2018 y 2019. Estos ingresos, junto a otros procedentes de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), alcanzarán en total 28,1 millones de euros finalistas, es decir, dedicados a inversiones en la misma red de saneamiento.
Los técnicos argumentan la necesidad de aumentar la recaudación en que los costes del sistema de saneamiento han aumentado en los últimos doce años debido a los incrementos del IVA y de los precios, así como el aumento de instalaciones y el endurecimiento de la normativa. Todo ello, afirman, "ha provocado un desfase importante en la financiación del servicio que se pretende corregir" con esta subida.
Este viernes también se aprobó la modificación de determinados aspectos del impuesto de circulación. Así, subirá la tasa en términos generales, tanto para turismos (+4,3% de media) como para autobuses (+10,8%), camiones (+14%), tractores y remolques (+14,3%), y ciclomotores y motocicletas (+2,7%). El incremento afectará a cerca de 300.000 vehículos.
Eso sí, si antes la bonificación completa por antigüedad era para vehículos de más de 50 años, ahora se rebajará a los que tengan más de 30 años. Respecto al resto de bonificaciones, como a los vehículos menos contaminantes, se mantienen como hasta ahora.
En este caso, la concejalía de Hacienda recuerda que el impuesto lleva congelado cinco años, por lo que resultaba "conveniente" revisarlo para ajustarlo "a la realidad vigente" y alcanzar los niveles impositivos que mantienen el resto de grandes ciudades.
También quien tenga una terraza en la ciudad deberá aportar más que hasta ahora a las arcas públicas. A finales de 2016 se aprobó un incremento muy sustancial de las tasas que pagan las terrazas por el uso lucrativo del espacio público, con incrementos del 170% para los locales más céntricos, del 66% para las cercanas al antiguo cauce del río Turia, y un 4% para el resto.
Como se trataba de unos incrementos importantes, el consistorio pretendía ir subiendo año tras año la tasa de forma progresiva para alcanzar el aumento completo en cinco años. En 2017 se hizo, pero en 2018 y 2019 se mantuvo congelada. Así pues, sólo se ha subido por el momento uno de esos cinco escalones. Y en 2020 se quiere implantar el segundo. Un aumento que afectará a 500 establecimientos de la ciudad.
Así, la zona céntrica (zona 1) pasará de pagar generalmente 62,37 euros a aportar 88,89 euros, un 42,5% más; la zona del cauce (zona 2) pasará de 42,99 euros a 50,14 euros; y la tercera de 28,97 a 29,29. Unas tarifas que en temporada octubre-marzo se rebajan, al igual que si hay terrazas que se encuentran dentro de una Zona Acústicamente Saturada (ZAS). De esta manera, las modificaciones para 2020 son las que refleja la siguiente tabla:
Además de la modificación al alza del IBI -un 3% de media- prevista para 2020 al haber solicitado el Ayuntamiento la revisión del catastro al Ministerio de Hacienda, la propuesta aprobada por la Junta de Gobierno contiene otra modificación que también afecta a las familias numerosas. Se trata de la desaparición de la bonificación prevista para las familias numerosas en aquellos casos en que el valor catastral del inmueble supere los 300.000 euros.
La subida en este caso sí es progresiva, ya que, además del aumento general, se aplica la retirada de la bonificación a las viviendas más caras. También hay que tener en cuenta que el número de viviendas afectadas por esta supresión de la bonificación será mayor cuando se actualice el catastro.
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de València, Fernando Giner, denunció que la tasa de alcantarillado impuesta a partir de 2020 es "injusta" porque al calcularse de manera progresiva por el consumo de cada hogar "penaliza a las familias numerosas". Giner consideró que estos incrementos en los impuestos son un "ataque por la espalda a la clase media valenciana" ya que "repercutirán en el bolsillo de los ciudadanos tanto de manera directa como indirecta".
"Es una subida de impuestos completamente injusta, un 'tasazo' llevado a cabo cuando los datos de empleo son más que preocupantes en la ciudad de Valencia", subrayó el portavoz naranja en un comunicado. En este contexto, recalcó la subida del impuesto de tracción mecánica a más de 300.000 vehículos. "Lo más rocambolesco del ataque al vehículo privado es que se penaliza a los coches menos contaminantes y se congelan los impuestos a los vehículos de gran cilindrada", criticó.
Por su parte, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, afirmó que la subida de impuestos en el consistorio desde que gobierna el alcalde Joan Ribó "supone que cada familia pague 225 euros más al año". Para Catalá se trata de un "sablazo fiscal" que "no solo va a repercutir en las empresas, sino en todas las familias así como negocios y comercios de València". "Los incrementos desde 2015 de IBI, IAE, Impuesto de Vehículos y las plusvalías suponen que los residentes en València paguen 51 millones de euros más al año al consistorio por este concepto", denunció a través de un comunicado.
A este respecto, ha indicado que, en el año 2015, la recaudación prevista por este concepto eran 306 millones de euros, mientras que en 2020, con la subida del IAE y el IBI, será de 350 millones de euros. "Son las familias quienes paguen de sus bolsillos más de 50 millones de euros en impuestos municipales para garantizar los ingresos al Ayuntamiento", lamentó Catalá. En este contexto, anunció que su grupo presentará un modelo fiscal "totalmente contrario", ya que apuestan por "atraer inversiones y empresas a la ciudad para generar ingresos y reducir la presión fiscal a los ciudadanos".