VALÈNCIA. (EFE) El campus de Vera de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha retomado este lunes la actividad presencial "con total normalidad" y "sin incidencias", después de dos semanas de clases solo por internet debido a un brote de covid originado en una fiesta no autorizada en la azotea del Colegio Mayor Galileo Galilei.
Según han informado a EFE fuentes de la institución académica, la Universidad está funcionando "con total normalidad" y sin ninguna incidencia, aunque las actividades deportivas siguen suspendidas.
Sus cerca de 25.000 alumnos han retomado las clases como estaba previsto al inicio del curso, con una fórmula mixta para el primer cuatrimestre que combina presencialidad, sobre todo para las clases prácticas, y docencia virtual.
Tras la fiesta en el Colegio Mayor privado Galileo Galilei, dieron positivo en covid-19 un total de 131 estudiantes allí alojados, alumnos de varias universidades públicas y privadas de la provincia de Valencia, lo que llevó a Sanidad a ordenar su confinamiento en esas instalaciones y a suspender las prácticas de los estudiantes de Ciencias de la Salud.
La Universidad Politécnica de Valencia, en cuyo campus de Vera se encuentra este colegio mayor, aunque en una parcela privada, decidió suspender las clases tras dar positivo algunos alumnos con el objetivo de contener el posible contagio en el entorno del campus.
Desde que el pasado domingo 4 de octubre, y de acuerdo con las autoridades sanitarias, se decidiera que la docencia en este campus pasara a la modalidad en línea y se restringieran todas las actividades presenciales de los estudiantes, las clases realizadas de forma telemática se han desarrollado "con total normalidad", según las mismas fuentes.
El vicerrector de la UPV José Luis Cueto ha celebrado que este lunes haya vuelto "la vida" a la universidad de la mano de sus estudiantes, y ha destacado la ejemplaridad que ha mostrado la gran mayoría del alumnado de esta universidad.
Cueto ha asegurado que el episodio vivido, en referencia a la fiesta que provocó el brote, "ha sido (por) una minoría de irresponsables que ha tenido una conducta reprobable y muy grave", y la voluntad, ha dicho, es que este acto tenga "alguna consecuencia", aunque en estos momentos no puede saber cuál.
El vicerrector ha destacado que la mayoría de estudiantes tenía ganas de venir; que el campus está funcionando y que las aulas "son espacios seguros", y está seguro de que dentro de ellas no se va a producir ningún contagio.
José Luis Lores, estudiante de Industriales, cuya vuelta a las clases presenciales estaba prevista para la semana en que éstas se suspendieron, ha asegurado que acude este lunes a la facultad "con más ganas aún" y la ilusión de ver a sus compañeros.
De la fiesta que provocó los contagios, señala que "son cosas que nadie quiere que pasen, pero han pasado y han perjudicado a todos", y cree que lo importante ha sido la reacción de la universidad, "que ha evitado desgracias mayores".
Ángela López, estudiante de Arquitectura, también tenía "muchas ganas" de volver a la facultad, y ha pedido "conciencia social" y que no se "atente más contra la sanidad", pues no quiere tener que sufrir un nuevo confinamiento ni hacer todas las clases virtuales, una experiencia que le ha parecido "bastante horrible".
Andrés Lapueble, profesor de Industriales, ha afirmado que ha notado a los estudiantes "contentos" y que todos ellos han mostrado un comportamiento ejemplar en este primer día de vuelta a la presencialidad.